lunes, 16 de enero de 2012

La cola de la serpiente, de Leonardo Padura





La cola de la serpiente,
de Leonardo Padura

Jesús Guerra

La más reciente novela del escritor cubano Leonardo Padura, La cola de la serpiente, es también la narración más reciente protagonizada por su personaje Mario Conde, y por fortuna para nosotros ya la podemos conseguir en librerías. Las historias de «el Conde», como lo llaman quienes lo conocen, han hecho famoso a su autor a nivel internacional. El diario inglés The Guardian ha llamado a Padura «el Dashiell Hammett de La Habana». 

En un principio, al parecer, sólo iban a ser cuatro novelas con este personaje, englobadas como tetralogía con el título Cuatro Estaciones: Pasado perfecto (1991), Vientos de cuaresma (1993), Máscaras (1997) y Paisaje de otoño (1998). Sin embargo, con el tiempo el autor ha ido agregando otras más: Adiós, Hemingway (2001), La neblina del ayer (2002/2003) y ahora, la séptima, La cola de la serpiente (2011).

En una nota final, el autor nos dice que luego de terminadas las dos primeras novelas de Mario Conde, escribió un relato que, a pesar de contar con el Conde como protagonista, estaría al margen de la planeada tetralogía inicial. Este relato se convirtió, en 1998, en una «noveleta» luego de terminada la tetralogía, y la publicó en Cuba, ya con el título de La cola de la serpiente, en un mismo volumen junto con Adiós, Hemingway. Cuando, 12 años después, decidió entregar a sus editores españoles [Tusquets] esta obra, la reescribió, porque, dice «resultaba evidente que el argumento tenía un tratamiento demasiado estricto, mientras varios personajes y situaciones pedían a gritos un mayor desarrollo y la escritura un mayor desenfado, más a tono con la forma del resto de las obras protagonizadas por mi personaje Mario Conde». Sería interesantísimo, por curiosidad sobre la evolución de la obra, poder leer las tres versiones, pero por lo menos con la que contamos es la que (el mismo autor lo desea) se supone es la versión final. Y es muy buena.

La historia si sitúa en 1989, cuando Mario Conde aún era teniente de policía (para los tiempos en que suceden los hechos narrados en Adiós, Hemingway el Conde ya había renunciado y vivía de la compra-venta de libros usados), y se encontraba de vacaciones, en su casa, con la intención de no hacer nada. Pero una amiga suya, Patricia Chion, hija de padre chino y madre negra, por la que el Conde literalmente babea, le pide un favor, que se encargue de un caso, el asesinato de un anciano chino, y ella le promete que para ayudarlo a entrar a los misterios del Barrio Chino de La Habana, convencerá a su padre, Juan Chion, de que de alguna manera lo guíe. Y el padre de Patricia lo guía, claro, pero a su manera. No en chino pero sí a lo chino. En un momento en que el Conde confiesa que no entiende nada, el chino le dice: «La selpiente tiene cola y tiene cabeza. Pol la cabeza se llega a la colita, y pol la colita se llega a la cabeza. Hala la selpiente. Siempre se llega a la otla punta del animal. Pelo con cuidado... si la coges pol la cabeza, la selpiente muelde».

En un principio el caso parece estar ligado a la brujería, no sabe el Conde si a la china o a la negra. Luego se complica con asuntos internacionales ligados, tal vez, al tráfico de drogas. Pero mientras ciertas circunstancias parecen ligar el crimen a algunos ámbitos, otras circunstancias parcen indicar direcciones contrarias. Y mientras el caso se desarrolla, la vida personal de Mario Conde tiene algunos giros inesperados; en el área emocional, por ejemplo, se le mezcla una especia de molesta nostalgia por Karina, una ex amante traicionera; el doloroso recuerdo de Tamara, de quien ha estado enamorado desde que estaban en la preparatoria, y el deseo por Patricia Chion.

Además está la información que va reuniendo de los chinos de La Habana, una historia dolorosa de desarraigo, pobreza, desprecio y sueños rotos. Su lejanía-cercanía con sus amigos de juventud, su malestar con su propia profesión, su amor por los libros, su tendencia a recordar (es un nostálgico empedernido, una suerte de recordador de vocación), sus caminatas para pensar, su visión de La Habana, una ciudad a la que ama y que le duele. Mario Conde es un personaje entrañable, y Padura nos brinda en esta novela algunas escenas memorables y unos diálogos de antología, además de un retrato de una época específica de La Habana. Como toda buena obra, al terminar de leerla nos encontramos satisfechos pero con ganas de más. Por fortuna, mientras llega la siguiente entrega de la serie, que esperamos continúe, tenemos las novelas anteriores. Ya las iremos cometando aquí. Por lo pronto, corran a conseguir esta novela y léanla de inmediato. La van a disfrutar muchísimo.

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La cola de la serpiente. Leonardo Padura. Tusquets Editores. Colección Andanzas. Serie Mario Conde. 1a edición, España: noviembre 2011. 1a edición, México: noviembre 2011. 192 págs.

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Información sobre el autor:

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Te puede interesar leer:
(haz clic en los títulos)

Pasado perfecto [Mario Conde 1],

Primeras líneas de Pasado perfecto, en dos idiomas


Primeras líneas de Vientos de Cuaresma, en dos idiomas


Primeras líneas de Adiós, Hemingway, en dos idiomas


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