sábado, 26 de mayo de 2012

Primeras líneas de… Demonio de libro en dos idiomas




Primeras líneas de…

Demonio de libro
en dos idiomas


BURN THIS BOOK.

Go on. Quickly, while there’s still time. Burn it. Don’t look at another word. Did you hear me? Not. One. More. Word.

Why are you waiting? It’s not that difficult. Just stop reading and burn the book. It’s for your own good, believe me.

[Mister B. Gone. Texto original en inglés de Clive Barker. 2007.]

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Quema este libro.

Vamos. Rápido, mientras aún quede tiempo. Quémalo. No leas ni una palabra más. ¿Me has oído? Ni una sola palabra más.

¿A qué esperas? No es tan difícil. Simplemente deja deja de leer y quema el libro. Es por tu propio bien, créeme.

[Demonio de libro. Traducción al español de María Sánchez Salvador. 2009.]


viernes, 25 de mayo de 2012

Demonio de libro, de Clive Barker





Demonio de libro
de Clive Barker

Jesús Guerra

«Quema este libro.» Con esta orden directamente al lector comienza el libro de Clive Barker Demonio de libro (el título original en inglés es Mr. B. Gone). La idea central es realmente estupenda: un demonio menor (muy, muy menor, nacido en los arrabales del Noveno Círculo del Infierno), llamado Jakabok Botch se encuentra prisionero en el libro. Él se encuentra detrás de cada línea del libro, mirando al lector a los ojos, sintiendo la presión de los dedos del lector sobre el papel del libro, escuchando y sintiendo la respiración del lector. Y como él se encuentra en el libro, forma parte del libro y de alguna manera es el libro, el texto que el lector lee es la voz de este demonio —a quien le gusta que le llamen Señor B. (Mr. B)— convertida en palabras impresas.

El Señor B. intenta que el lector queme el libro para poder librarse de su prisión. Él sabe que morirá pero lo prefiere a su encierro. Intenta convencer al lector, seducirlo, meterle miedo, chantajearlo para que queme el libro y termina por hacer un trato: él le cuenta su historia al lector, con todo y el gran secreto acerca de la eterna batalla entre las fuerzas del Cielo y del Infierno, con tal de que el lector le prometa que lo liberará, al final.

Y Jakabok Botch cuenta su historia, sus humildes orígenes, la pésima relación con su padre, cómo logró ascender a la superficie de la Tierra, su relación de amor-odio con un demonio de mayor rango llamado Quitoon, compañero de viajes y aventuras por más de un siglo, durante la Edad Media de la humanidad.

El Señor B. trata de hacerse el malo (en realidad es malvado, es un demonio), pero al narrarnos sus aventuras los lectores nos damos cuenta que la maldad humana, la nuestra no la que se supone que los demonios nos inspiran, es tan grande como la de los demonios mismos.

La escena climática del libro, sumamente disfrutable para los amantes de los libros, se produce ni más ni menos que en el taller de un artesano de Maguncia llamado Johaness Gutenberg.

La traducción del libro está bien, pero sorprende que la traductora, María Sánchez Salvador, desperdicie ciertos elementos y detalles del texto en inglés. Y sorprende aún más que cometa errores como el de poner el nombre de la ciudad a la que se dirigen en su viaje final Quitoon y el Señor B. como Mainz. Mainz es el nombre en alemán y en inglés, pero en español esa ciudad es Maguncia.

Esta novela, publicada en inglés en 2007 y en español en 2009, fue promocionada en Estados Unidos como el gran regreso de Clive Barker a la novela de terror (después de varios años de publicar novelas de fantasía —no confundir con «novela fantástica» que es otra cosa). En efecto, Clive Barker, nacido en Liverpool (Inglaterra) en 1952 (aunque ahora vive en Los Ángeles, California) se hizo famoso desde mediados de los años 80 con una serie de libros de cuentos de terror (los Libros de Sangre) y luego con novelas de terror (El juego de las maldiciones; Sortilegio; Cabal; El gran espectáculo secreto, etcétera), y luego con guiones de cine que en algunos casos él mismo llevó a la pantalla (Hellraiser; Nightbreed; The Lord of Illusions); después se dedicó a la fantasía con toques de terror (él la llama dark fantasy), con sagas que aún no terminan y con volúmenes enormes (Imajica; Sacrament; Galilee; el quinteto Abarat, de los que apenas han aparecido tres tomos, y otros, la mayoría de los cuales no se han traducido al español). Sin embargo, la verdad, yo no creo que Demonio de libro sea del todo una novela de terror, me parece que es una variante de la fantasía oscura, escrita, además, con mucho sentido del humor. En realidad es una novela picaresca. ¿Es una novela picaresca en clave de terror y fantasía oscura, o es una novela de terror escrita en clave picaresca? Sólo que aquí el pícaro es un demonio menor que aterroriza a humanos porque, en el fondo, creo, los humanos lo aterrorizan a él.

Edición francesa
Algunos críticos han señalado que Demonio de libro es una novela «menor» de Clive Barker, y quizá tengan razón, en parte. No es una de esas enormes obras que crean universos paralelos fascinantes, de tramas enredadas y complejas; se trata de una novela corta (para él), en realidad una novela de tamaño promedio (250 páginas), con una trama entretenida pero no fascinante; con sólo algunos momentos de mucha sangre, que además no pretende aterrorizarnos… sin embargo, la reflexión a la que nos lleva el libro acerca de la religión, de la batalla entre el bien y el mal, de la crueldad de la humanidad y, sobre todo, acerca del libro, la cultura y la palabra, son de mucho mayor peso que en otras de sus obras, y que en otras de las obras de muchos otros autores.

Si nunca han leído a Clive Barker y quieren leer una novela, ésta puede ser una buena manera de conocer la obra de este autor; sin embargo, si nunca lo han leído y quieren leer su obra de terror o de fantasía, mejor comiencen con alguna de sus obras anteriores, porque desde esa perspectiva Demonio de libro es más bien para quienes ya somos seguidores de Barker.  

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Demonio de libro. Clive Barker. Traducción de María Sánchez Salvador. La Factoría de Ideas. Colección Exprés. Madrid, 2009. 250 págs.

martes, 22 de mayo de 2012

Libros de arena, programa de radio






Libros de arena

Libros de arena es el programa de radio de la Coordinación General de Bibliotecas, Publicaciones y Librerías del estado de Coahuila. El programa, de formato ágil y una hora de duración, tiene una sección acerca de libros que se pueden leer en las bibliotecas públicas de Coahuila, y otra de libros que se pueden comprar en la librería Julio Torri, de Saltillo, y de libros que se pueden adquirir en cualquier librería del estado y del país. Hay también una sección dedicada a libros para niños y jóvenes, y otra dedicada a curiosidades bibliográficas. Además, jóvenes lectores recomiendan sus libros preferidos. También, Libros de arena le da la palabra a libreros, autores, bibliotecarios y lectores. Escúchelo todos los miércoles a las 15 horas, en la Radio de Todos:

* Barroterán: XHBTC, 94.3 FM
* Candela: XHELA, 99.9 FM
* Castaños: XHCST, 102.3 FM
* Cd. Acuña: XHGEC, 102.3 FM
* Cuatrociénegas: XHGAS, 102.7 FM
* Frontera: XHONT, 93.9 FM
* Múzquiz: XHUIZ, 102.9 FM
* Ocampo: XHMPO, 101.1 FM
* Parras: XHPCH, 103.5 FM
* Piedras Negras: XHNPC, 102.5 FM
* Saltillo: XHSOC, 89.7 FM
* San Pedro: XHDRO, 91.5 FM
* Sierra Mojada: XHSMC, 102.3 FM
* Torreón: XHEON, 97.9 FM
* Zaragoza: XHOZA, 98.7 FM

También puede escucharlo por Internet, en:



miércoles, 2 de mayo de 2012

Entrevista con Juan Antonio Villarreal (2a de 2 partes)






UNA ENTREVISTA CON JUAN ANTONIO VILLARREAL
En el infinito mundo de las jirafas humanas

(Segunda de dos partes)

Cirilo Recio Dávila

Cirilo Recio Dávila: Daniel Sada (+), Fernando Solana y otros autores hablan de que se escribe para uno mismo, sin pensar en un lector, sino por propia pasión. ¿Qué posición tienes sobre esto?
Juan Antonio Villarreal: Sí, creo que es lo más honesto. Si uno piensa en el lector, si empieza a preguntarse «cómo lo voy a sorprender » se pierde la esencia de la literatura; o sea, se escribe porque las letras y las palabras hay que escribirlas, porque la historia te pide que la escribas.

CR: El proceso de expresar y comunicar. ¿se completa con un lector, pero no pensando en él?
JAV: Creo que van juntos, si se alcanza al lector, al espectador, entonces ya existe un logro, pero se alcanza por una necesidad interior, como Van Gogh, que no pintaba para complacer a nadie, sino por una necesidad interior; creo que esto es lo más honesto, lo más verdadero.

CR: Bajo esta perspectiva, ¿qué piensas de los escritores como Vargas Llosa, Carlos Fuentes, García Márquez y muchos otros, que conceden entrevistas y hablan de política, de religión, violencia, narcotráfico o democracia, pero ya no los oye uno hablar de arte, literatura o creatividad?
JAV: Que ya no es Vargas Llosa, no García Márquez, los literatos se quedaron muy atrás, no quiero decir que los artistas no deban inmiscuirse en política, no es eso, pero que debe verse desde la perspectiva del artista.

CR: ¿No será que los medios, la sociedad, el poder y el dinero les obliga a tomar posiciones sobre estos temas?
JAV: Pues a lo mejor… y ellos se prestan al juego…

CR: En ese sentido está lo que publicó un periódico de Saltillo, que le solicitó una entrevista a Nicanor Parra y éste dijo que no concedía entrevistas; a lo mejor hubiera aceptado si le solicitaran una conversación, compartir un café o una cerveza —que no es el caso porque ahora lo que hacemos es una conversación, ¿verdad? Yo, curándome en salud por supuesto.
JAV: (Ríe.) Sí, es como decir «ahí está mi obra, yo no tengo nada que decir».

CR: En otro contexto, quisiera saber ¿hacia dónde consideras que se dirige la creación artística en Saltillo?
JAV: Creo que lo que nos inquieta es exponer al ser humano como tal, ¿por qué amo, por qué odio, vale la pena estar aquí o no? Ahí es donde está la exigencia del arte, en Saltillo y en cualquier parte.

CR: Esto me lleva a preguntarte sobre el hecho de que siempre estamos interpretando la realidad, como una necesidad interior, aunque interpretar la realidad, darle una coherencia para con nosotros mismos, sea inútil para sobrevivir o pervivir, ¿qué hace el arte en este sentido?
JAV: Es porque así hemos sido educados, porque vivir en la angustia no nos lleva a nada, pero vivir en la pregunta es bastante productivo, porque te lleva más adelante; el arte es precisamente eso, que cada día lo encuentres nuevo, porque la pregunta de ayer ya no funciona, te lleva a otro universo y sigue avanzando, sigue estando presente esa obra ahí.

CR: Finalmente, ¿es difícil la amistad para ti?
JAV: No, no es difícil, es sencilla, es fácil, pero la amistad no como posesión de algo o perenne, yo creo en la amistad del instante y a la distancia; aunque no esté presente; eso es lo importante de la amistad, que aunque la persona no esté ahí en el mismo tiempo y lugar, está contigo; saber que la persona está ahí cuando la necesitas aunque no esté físicamente presente con sólo pensar en ella. Y algo importante de la amistad, la no apropiación del otro ser humano, la no imposición del uno sobre el otro.

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Un texto de La inconfesable vida de un hombre jirafa

El aeropuerto equivocado
Ahora deambulo por los aeropuertos esperando la llegada de no sé quién. Me gustaría, deseo, reconocer algún rostro, alguna voz añeja, que me ubique nuevamente en la tierra, que me devuelva algo, no sé qué, pero algo, no pierdo la esperanza, algún día sucederá, lo sé, es cuestión de paciencia, alguien tiene que llegar del cielo, no para que me acompañe, no para que permanezca conmigo, no, simplemente para corroborar una teoría elaborada hace veinticinco años y colocarla en las estadísticas del poder de la mente. Pero no sé, tal vez algo esté mal planteado en la teoría o simplemente estoy en el aeropuerto equivocado.
(Publicado por cortesía del autor.)

Juan Antonio Villarreal (toniojirafa@hotmail.com).


martes, 1 de mayo de 2012

Entrevista con Juan Antonio Villarreal (1a de 2 partes)






UNA ENTREVISTA CON JUAN ANTONIO VILLARREAL
En el infinito mundo de las jirafas humanas

(Primera de dos partes)

Cirilo Recio Dávila

El actor y director de teatro Juan Antonio Villarreal ha publicado un breve libro: La inconfesable vida de un hombre jirafa, un conjunto de viñetas en las que Toño expone pulsiones, vivencias paradojales, angustias en el límite del decoro, en fin, la reflexiones kafkianas de un hombre jirafa, un alter ego de Toño —es posible, pero también un ser que se le escapó de la conciencia.

Cirilo Recio Dávila: ¿En tu caso, cómo afecta el teatro a la escritura?
Juan Antonio Villarreal: Yo creo que me ha hecho verla de otra manera. Creo que siempre hay algo incompleto en lo que le sucede al personaje en el escenario, porque hay una historia que precede y otra que le sucederá después, entonces creo que la literatura me sirve bastante porque puedo recrear lo que no está ahí. Están los textos que dicen los personajes, pero también está lo que no se dice, lo que no sabemos o, lo que es todavía más importante, los subtextos, y a mí en lo particular es lo que más me llama la atención…

CRD: ¿Conoces esa novela de Javier Marías, La negra espalda del tiempo, que se refiere a las alternativas que hubieran vivido los personajes de haber tomado una decisión diferente en cada momento de su vida…? Lo que dices me la recuerda…
JAV: No, no la conozco, pero si a los personajes les ponemos otra vida, otras circunstancias, vemos que van a actuar de una manera muy distinta, entonces tenemos que investigar profundamente las posibilidades que tiene ese personaje. El lector y el espectador tienen que pensar, que investigar, qué les pasó a esos personajes para llegar a donde están. Por ejemplo, en un relato que está en este libro, que es una descripción de una habitación donde están unas personas, el lector o el espectador tiene que descubrir por qué están en esas circunstancias. El tipo que está por ahí en esa habitación llena de humo, y la mujer que descorre las cortinas y no dice nada, y la jaula por el otro lado, y no nos está diciendo nada, pero sabemos que algo está sucediendo…

CR: Sí, me recuerdo un poco a T.S. Eliot o a Beckett… Una caja negra en la que tenemos que adivinar cuál es su contenido sin abrirla. Hay que ir interpretando la obra o el texto, ¿no?
JAV: Hay, por ejemplo, una obra que pusimos, Naturaleza muerta con Marlon Brando, sobre la que alguien escribió, «no entiendo lo que quiso decir el autor» pero es una obra que nos confronta a los espectadores, de modo que la tienes que seguir y meter en tu cabeza, no la puedes diluir o esquivar…

CR: En el prólogo de tu libro se dice algo así como que ésta es la parte del ser humano que no se puede ver, me pregunto, entonces, qué es, ¿perversión, crimen, o simplemente el subconsciente o el inconsciente, o tal vez sea sólo el pudor, el lado oscuro del corazón?
JAV: Es, digamos, todas esas cosas que nos dan temor de investigar en nosotros mismos, o que a veces queremos negarlas, no en el sentido de perversidad realmente… Más bien, ¿hasta dónde somos capaces de aceptarnos como somos? No hay perversidad, ni juicio tampoco, sino más bien saber hasta dónde somos capaces de aceptarnos. Se trata de investigar hasta qué extremos puedo llegar y preguntarme qué pasaría en mí si así fuera, no hay una moralidad tajante que nos impida avanzar o llegar a otros lugares.

CR: ¿No se trata tampoco de algo así como Edgar Allan Poe, o Lovecraft, la literatura del horror?
JAV: No, no, es algo más sencillo, es expresar aquello que por educación, por religión o miedo no nos atrevemos a decir y mejor le damos la vuelta, más cercano a todas estas cosas oníricas que uno se niega a abordar, por lo que sea, por lo que pueda desatar…

CR: En este sentido, ese lado oscuro tal vez sería el más luminoso, el más verdadero…
JAV: Yo creo que sí, porque es tal vez lo que nos vuelve más vulnerables, lo que más protegemos, lo que hacemos a puertas cerradas, en el silencio más absoluto, en la soledad más tajante…

CR: Los deseos inconfesables, las angustias interiores… Por otra parte, es evidente que el espectador ejerce una influencia sobre el actor a través del aplauso y sus reacciones, pero en la literatura la lectura generalmente se hace en soledad, ¿cómo asumes tú esa relación entre espectador y actor, y entre lector y autor?
JAV: En el teatro el espectador está ahí, más allá de las palabras, a nivel de energía lo percibes; en la literatura es más difícil porque cada quien se va por su lado y a lo mejor jamás vuelven a coincidir, pero de pronto es algo más mágico, porque te encuentras al cabo de algún tiempo, en otra circunstancia, alguien que leyó aquello, y hay un comentario, algo, cualquier cosa; precisamente por eso dejé mi correo electrónico en el libro, para aquella persona que quiera pueda dejar alguna expresión, una palabra, para que algún lector haga algún comentario, alguna cosa…

CR: Percibo un sentimiento existencialista que creo que no te ha abandonado en ningún momento desde que te conozco…
JAV: Pues… (Ríe).

CR: Algo así como que alguna vez una gota de agua llegará al mar al que alimenta, pero el mar es demasiado grande para la gota, que en ese momento se perderá en el infinito de un océano que la ignora…
JAV: Sí, son cosas así. Como el tipo en el aeropuerto que espera a alguien, a partir de esa teoría de que si se piensa mucho en alguien ese alguien va a aparecer. Son los juegos que hace uno para, digamos, para estar vivos. Estas relaciones son muy agradables cuando se cierra el círculo y tiene sentido lo que se hace encima del escenario porque impactamos a alguien, y le pasó algo por la piel, el corazón o la mente.

CR: Sí, a todos nos ha pasado algo así, pero a veces estamos muy aislados unos de otros…
JAV: Así es. Cuando leemos a alguien y eso nos conmueve o nos excita, creo que el autor puede llegar a captar eso y le influye de alguna forma. En el teatro eso es más directo, fácil de captar. En ese sentido, mi aspiración con el libro es que sea recurrente y se encuentre en la cabecera de la cama de los posibles lectores, o que lo detesten, como esas obras que decimos «la odio porque me está diciendo cosas que son importantes, que me cuestionan…», y lo que yo intento lograr es más un diálogo que un monólogo con el lector.