miércoles, 29 de agosto de 2018

Primeras líneas de El Libro de los Baltimore en cinco idiomas


Primeras líneas

El libro de los Baltimore
de Joël Dicker

en cinco idiomas



Demain, mon cousin Woody entrera en prison. Il y passera les cinq prochaines années de sa vie.

Sur la route qui me mène de l'aéroport de Baltimore à Oak Park, le quartier de son enfance où je vais le rejoindre por sa dernière journée de liberté, je l'imagine déjà se présentant devant les grilles de l'imposant pénitencier de Cheshire, dans le Connecticut.

[Le Livre des Baltimore. Versión original en francés de Joël Dicker. Éditions de Fallois. Paris, 2015.]

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Amanhã, meu primo Woody comença a cumprir sua pena. Ele vai passar os próximos cinco anos na prisão.

Na estrada que me leva do aeroporto de Baltimore a Oak Park, bairro de sua infância, onde vou encontrá-lo para seu último dia de libertade, já o imagino se apresentando diante dos portões da imponente penitenciária de Cheshire, no estado de Connecticut.

[O livro dos Baltimore. Traducción al portugués de Brasil de André Telles. Editora Intrínseca Ltda. Rio de Janeiro, 2016.]

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My cousin Woody is going to prison tomorrow. He'll be there for the next five years.

As I drive from Baltimore airport to Oak Park, the neighborhood where he grew up and where I'm about to join him for his last day of freedom, I can already imagine him standing outside the gate of the imposing penitentiary in Cheshire, Connecticut.

[The Baltimore Boys. Traducción al inglés de Alison Anderson. Maclehose Press, London, 2017]



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Morgen muss mein Cousin Woody ins Gefängnis. Dort wird er die nächsten fünf Jahre seines Lebens verbringen.

Schon auf der Fahrt vom Flughfen seine Jugend verbrachte und wir ihm an seinem letzten Tag in Freheit Gesellschaft leisten wollen, male ich mir aus, wie er durch das Gittertor der imposanten Strafvollzugsanstalt von Cheshire, Connecticut, geht.

[Die Geschichte der Baltimores. Traducción al alemán de Brigitte Große und Andrea Alvermann. Piper Verlag GmbH, München / Berlin, 2016.]

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Mañana ingresa en la cárcel mi primo Woody. Va a pasar allí los próximos cinco años de su vida.

Por la carretera que lleva del aeropuerto de Baltimore a Oak Park, el barrio de su infancia, adonde voy para acompañarlo en su último día de libertad, me lo imagino ya presentándose ante las verjas del impresionante penal de Cheshire, en Connecticut.

[El Libro de los Baltimore. Traducción al español de María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García Gallego. Alfaguara / Penguin Random House Grupo Editorial, Barcelona, 2016.]





lunes, 27 de agosto de 2018

El Libro de los Baltimore, de Joël Dicker





El Libro de los Baltimore
de Joël Dicker

Jesús Guerra

Una de las novelas más leídas y muy bien recibida por la crítica del año 2012, en los países de lengua francesa, y en 2013, en el resto del mundo (pues tuvimos que esperar por las traducciones), fue La verdad sobre el caso Harry Quebert, del joven escritor suizo de lengua francesa Joël Dicker, nacido en junio de 1985. Si leyeron la novela, sin duda la recuerdan, pues es un thriller estupendamente bien estructurado y muy bien escrito, que nos tuvo, a todos sus lectores, despiertos hasta altas horas de la noche pues queríamos saber qué sucedería a continuación, y nos sorprendió... Esa novela tiene dos personajes centrales, Harry Quebert, cuyo nombre aparece en el título de la obra, y el narrador, un escritor estadounidense, muy joven (una especie de alter-ego norteamericano del propio autor), llamado Marcus Goldman.



Edición en francés

En 2015 (en Suiza, Bélgica y Francia; en 2016 en países de lengua española) Joël Dicker publicó su siguiente novela, también narrada por Marcus Goldman, llamada El libro de los Baltimore. En ese momento no leí el libro porque tenía acumuladas muchas lecturas atrasadas, y lo dejé guardado en fila de espera. Pero este año que se anunció la publicación de la siguiente novela de este autor, llamada La desaparición de Stephanie Mailer, decidí leer de inmediato El libro de los Baltimore para llevar las lecturas y las reseñas en orden.

Es un libro de 480 páginas, es decir 176 páginas menos que La verdad sobre el caso Harry Quebert, y que, según la página de Alfaguara, su audiolibro dura 15 horas (el audiolibro de Harry Quebert dura 20 horas y 11 minutos). Obviamente uno lo puede leer en menos tiempo pues no leemos las novelas en voz alta, pero como las leemos en varias sesiones, perdemos la cuenta de los minutos o las horas dedicadas a la lectura. Lo que sí puedo decirles es que El libro de los Baltimore me interesó tanto que lo leí en tres noches. Y me llevé varias sorpresas...
 
Edición en inglés
La primera sorpresa es que no se trata de un thriller, como el libro anterior y como se anunció que será el siguiente —y que a estas fechas ya está a la venta—; no, El libro de los Baltimore no es un thriller sino un drama familiar, el cual, de todas maneras, tiene sus misterios y sus vueltas de tuerca.

La segunda sorpresa es que el narrador es el mismo de la novela anterior, es decir, el escritor estadounidense Marcus Goldman. Y el drama familiar que nos cuenta es de su propia familia. La tercera sorpresa es que, aunque el género es diferente, la estructura de la novela es muy similar a la de Harry Quebert: está contado en tres tiempos, es decir en tres momentos diferentes, y va saltando de un tiempo a otro, pero con tan buenas artes que los lectores no sentimos confusión alguna.
 
Edición en alemán
Los tres momentos son, del presente hacia el pasado: el año 2012 —que es cuando la historia finalmente termina y es cuando Marcus escribe el libro que leemos—; los años 2002 a 2004 —cuando se produce lo que durante todo el libro es mencionado como el Drama (así con inicial mayúscula), que es uno de los misterios sobre los que gira el argumento y que en realidad no lo descubrimos sino hasta casi las últimas páginas; y, a grandes rasgos, los años que van de 1989 a 2001, que cuenta la infancia y la juventud del propio narrador, Marcus, y de sus primos de la su misma edad, Hillel y Woody, y la amistad de los tres con dos vecinos de Hillel y Woody: Scott y Alexandra.
 
Edición en polaco
Por supuesto, a medida que avanzan estas partes, se van alcanzando, por decirlo así, y eso en términos de estructura es espléndido, porque al final, cuando hemos terminado la lectura, los lectores tenemos en la cabeza la historia en orden cronológico, aunque, como les digo, no está contada así, sino por escenas de una etapa y luego de otra y luego de otra y luego de regreso a las anteriores, según la importancia que tienen esas escenas para la comprensión del argumento, y así los lectores vamos armando esta especie de rompecabezas a medida que vamos avanzando.

Aunque la historia se cuenta en tres tiempos, hay momentos en que, a través de diálogos en que algunos personajes le cuentan cosas del pasado a Marcus, se nos narran incluso escenas de tiempos anteriores al nacimiento de los tres primos, lo cual cubriría los años de 1950 a 1989. La novela está dividida en cinco partes, aunque la primera, la más larga, cubre aproximadamente la primera mitad del libro. Los títulos de estas partes son: Primera, «El libro de la juventud perdida» (1989-1997); segunda, «El libro de la fraternidad perdida» (1989-2001); tercera, «El libro de los Goldman» (1960-1989); cuarta, «El libro del Drama» (2002-2004) y quinta, «El libro de la reparación» (2004-2012).
 
Edición en catalán
Los Goldman originales, por llamarlos así, es decir los abuelos de Marcus, el narrador, vivían en Nueva Jersey. Tuvieron dos hijos varones: Nathan (el padre de Marcus) y Saul. Por una serie de motivos (que es fascinante descubrir en la novela) Nathan y su esposa se mudan a Montclair, también en Nueva Jersey, y Saul y su esposa se van a vivir a Baltimore, la ciudad más poblada de Maryland, en tanto que los abuelos, ya grandes, se van a vivir, como muchos jubilados, a Miami, Florida. Para distinguir a las dos ramas familiares a la hora de hacer planes, los abuelos comenzaron a llamarlos «los Goldman de Baltimore» y «los Goldman de Montclair». Y, por lo menos entre ellos mismos, se hizo costumbre acortar directamente a «los Baltimore» y «los Montclair». Marcus es el único hijo de los Montclair, que eran, aunque vivían bien, los pobres de los Goldman, en tanto que los Baltimore, sin ser súper ricos, tenían una vida esplendorosa que Marcus admiró desde niño, pues pasaba todas sus vacaciones con sus primos.
Edición en portugués

Así que esta novela, aunque nos cuenta la historia de todos los Goldman, está centrada en la rama de los Baltimore, los primos casi hermanos de Marcus, y sus tíos queridos, Anita y Saul. Y una parte importante de la historia tiene que ver también con Alexandra, la vecina y amiga de los primos Goldman, de la que se enamoraron los tres primos y lo que esto hizo con su hermandad...

Aunque hay ciertos detalles del argumento que, debo confesar, no me terminan de gustar, en términos generales esta novela me ha parecido estupenda, y además creo que tiene de todo: humor y amor, nostalgia, tristeza y muchos misterios y secretos... Demuestra, además, la maestría del autor a la hora de estructurar y escribir una novela que, a pesar de parecer, por momentos, muy cotidiana, no nos permite dejar de leerla. Se las recomiendo muchísimo pues creo que, a una buena parte de ustedes, sus futuros lectores, les va a encantar.

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El libro de los Baltimore. Joël Dicker. Traducción de María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García Gallego. Alfaguara, colección Narrativa Internacional. 480 págs.

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Te puede interesar:











martes, 21 de agosto de 2018

Primeras líneas... Herejes en tres idiomas



Primeras líneas...

Herejes
de Leonardo Padura

en tres idiomas



Varios años le tomaría a Daniel Kaminsky llegar a aclimatarse a los ruidos exultantes de una ciudad que se levantaba sobre la más desembozada algarabía. Muy pronto había descubierto que allí todo se trataba y se resolvía a gritos, todo rechinaba por el óxido y la humedad, los autos avanzaban entre explosiones y ronquidos de motores o largos bramidos de claxon, los perros ladraban con o sin motivo y los gallos cantaban incluso a medianoche, [...]

[Herejes. Versión original en español de Leonardo Padura. Tusquets Editores, España, 2013.]

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It would take Daniel Kaminsky many years to grow accustomed to the exuberant sounds of a city built on the most unwieldy commotion. He had quickly discovered that everything there began and ended with yelling, everything sputtered with rust and humidity, cars moved forward amid the wheezing and banging of engines or the long beeping of horns, dogs barked with and without a reason and roosters even crowed at midnight, [...]

[Heretics. Traducción al inglés de Anna Kushner. Farrar, Straus and Giroux, Nueva York, 2017.]

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Daniel Kaminsky mettrait plusieurs années à s'accoutumer aux bruits jubilatoires d'une ville ancrée dans le vacarme le plus insolent. Il avait très vite découvert que tout y était traité et réglé à grands cris, tout grinçait sous l'effet de l'oxydation et de l'humidité, les voitures avançaient au milieu des explosion, du ronflement des moteurs ou des longs beuglements de klaxons, les chiens aboyaient avec ou sans raison, et les coqs chantaient, même à minuit, [...]

[Hérétiques. Traducción al francés de Elena Zayas. Éditions Métailié, París, 2014.]





jueves, 16 de agosto de 2018

Herejes, de Leonardo Padura





Herejes
(serie Mario Conde 8)
de Leonardo Padura

Jesús Guerra

Leonardo Padura, escritor cubano nacido en La Habana en 1955, no es sólo uno de mis autores favoritos sino también uno de los autores favoritos de muchos lectores del planeta, de varios idiomas, pues Padura es, quizá, el escritor cubano vivo más leído en el mundo. Y aunque es muy crítico del régimen político que gobierna a Cuba, él sigue viviendo en su país y en su ciudad, Cuba publica sus libros, y en 2012 hasta le dieron el Premio Nacional de Literatura. Aquí y en otras publicaciones he comentado una buena parte de sus libros, como los de la serie del detective Mario Conde: Pasado perfecto, Vientos de Cuaresma, Máscaras, Paisaje de otoño, Adiós, Hemingway, La neblina del ayer y La cola de la serpiente, y basada en los cuatro primeros libros del Conde reseñé la miniserie de televisión Cuatro estaciones en LaHabana. También comenté otros libros suyos, Aquello estaba deseando ocurrir, que es una recopilación de sus cuentos, y el guion literario de la película Regreso a Ítaca, y ya que estaba en eso, reseñé también la película (Retour à Ithaque, Francia, Bélgica, 2014), dirigida por el francés Laurent Cantet, que se hizo a partir de dicho guion.




En esta entrada comento el octavo libro de la serie de Mario Conde, llamado Herejes, que apareció en el año 2013 (este año se publicó la novena novela de la serie, llamada La transparencia del tiempo, que espero comentar aquí en unas cuantas semanas). Todos los libros mencionados se consiguen con facilidad, y han sido publicados por Tusquets Editores.

Herejes es —o era, por lo menos hasta el momento en que se publicó—, el libro más ambicioso de la serie y el más amplio pues tiene 516 páginas con una tipografía un poco más pequeña que la de sus libros anteriores, así que es, básicamente, un librote y un librazo, y es, también, el que tiene la estructura más extraña... En realidad, en principio, tiene la estructura más lógica para que los lectores no nos perdamos y podamos seguir la compleja trama hasta el final. Pero desde un punto de vista «artístico», por llamarlo de alguna manera, quizá, es rara su estructura porque cada una de las tres partes en que está dividida la novela parece una novela autónoma, o casi autónoma, aunque entendemos la relación que existe entre las tres historias, y no es sino hasta que llegamos a las últimas páginas del libro que vemos cómo todo se une, de manera espléndida y satisfactoria. Esta «autonomía» de cada historia, y el hecho de que cada una esté en un sólo bloque (independientemente de los saltos temporales que se dan al interior de cada historia, de cada bloque), nos obligan, casi, a comenzar a leer una novela diferente cada vez que empezamos una nueva parte del libro, y nos hace «olvidarnos» de la historia anterior durante un buen número de páginas. Eso es lo que a mí me parece extraño en esta estructura, por lo menos por tratarse de una novela de Padura.


Edición en inglés


El libro, entonces, está dividido en tres partes y una breve conclusión, que llevan los siguientes títulos:
«Libro de Daniel», «Libro de Elías», «Libro de Judith» y la conclusión se llama «Génesis».

En el «Libro de Daniel» un pintor judío que radica en Nueva York, llamado Elías Kaminsky, llega a La Habana en 2007, y contrata a Mario Conde para que lo ayude a encontrar la solución a dos misterios relacionados con su familia y con La Habana. Para eso, Elías tiene que contarle al Conde una larga historia familiar: su padre, Daniel, era un judío polaco que llegó de niño a vivir a La Habana, con un hermano de su padre que ya vivía en esa ciudad, Joseph Kaminsky, un estupendo talabartero que en Cuba llegó a ser conocido como Pepe Cartera. El año en que llegó fue 1939, a inicios de la Segunda Guerra Mundial. Meses después llegarían su padre, su madre y su hermana, a bordo de un barco que había salido de Alemania, con casi mil judíos, a quienes los nazis habían dejado salir sólo con una maleta por persona. Traían visados para desembarcar en Cuba, pero por las presiones de Estados Unidos, y por la corrupción del gobierno cubano de esa época, a la hora de la hora, no los dejaron desembarcar.


Edición francesa


Los Kaminsky del barco habían logrado sacar, en una de las maletas, un pequeño cuadro pintado por Rembrandt, que había pertenecido a la familia desde hacía 300 años, y lo pensaban usar para comprar su permiso de desembarco en Cuba. Pero las autoridades no lo permitieron y el barco salió del puerto cubano. El capitán del S.S. Saint Louis todavía intentó que los Estados Unidos, y luego Canadá, permitieran el desembarco de esos mil judíos, pero no lo logró, así que nave y pasajeros regresaron a Europa. Y la mayoría de ellos murió un par de años después en los campos de concentración nazis. Esto es histórico. Real. Un episodio vergonzoso tanto de la historia cubana como de la norteamericana y la canadiense. Pero ¿qué sucedió con el cuadro? Elías Kaminsky le dice al Conde que esa pintura, acaba de ser anunciada para salir a subasta próximamente en una galería de Londres.


Edición francesa
de bolsillo


Pero esto no es todo, Elías, para que la comprensión de las dimensiones del problema y de la situación le queden claras al Conde, le cuenta la historia de su padre, Daniel Kaminsky, el niño judío polaco que llegó a vivir a Cuba en 1939, cómo se cubanizó y cómo, a fines de los años 50, se fue a vivir a Miami, a donde llegarían después la mayor parte de los judíos ya cubanizados de la isla.

En esta parte de la novela se produce la investigación del Conde para saber qué sucedió con el cuadro, y con el otro misterio relacionado, que no les puedo mencionar para no echarles a perder su propia lectura.


Edición italiana


La segunda parte de la novela, «Libro de Elías», cuenta la historia de otro judío, Elías Ambrosius Montalbo de Ávila, en Ámsterdam, en 1643. Elías Ambrosius es un joven que lo que más desea es ser pintor, y para ello quiere ser aprendiz del pintor de la ciudad al que más admira, Rembrandt. Pero este deseo suyo implica romper una de las leyes de los judíos, la que les impedía representar imágenes...

La tercera parte, «Libro de Judith», se desarrolla de nuevo en La Habana, en junio de 2008, casi un año después de la visita del pintor norteamericano a Cuba, y aquí Mario Conde investiga la desaparición de una adolescente de la isla, hija de un político cubano en desgracia pues lo investigan por corrupción. Esta muchacha es una emo, una de las tribus urbanas de nuevos jóvenes cubanos que simple y sencillamente no creen en nada, sobre todo de lo relacionado con la política y con la revolución de su país, quienes, finalmente, lo que buscan, cada tribu urbana a su manera, es libertad.

Tres historias que terminan uniéndose de maneras inesperadas, a lo largo, pero sobre todo al final de la novela; tres historias interesantísimas que, como de costumbre en el caso de Padura, nos dicen muchas cosas acerca no sólo de la Cuba contemporánea sino del ser humano en general. La idea central que resuena a lo largo de las páginas de esta obra es que la herejía en realidad es el nombre que las religiones, primero, y la sociedad, después, le dan a la búsqueda de algunas personas de un espacio de libertad individual.


Edición brasileña


Herejes continúa también, no podía ser de otra manera, contándonos la historia de Mario Conde, Tamara, sus amigos, y también sus nostalgias, sus deseos y sus frustraciones. El Conde tiene, al finalizar la obra, casi 53 años, y casi 20 de haber abandonado la fuerza policiaca. Sigue tan lúcido como siempre, pero está un poco más triste y no sólo está un poco más viejo, sino que ahora lo siente de veras, y esto, además de por ciertas incapacidades y algunos cansancios, también porque en la tercera parte, la tercera historia de esta novela, se ha enfrentado a realidades de los jóvenes de su país que no tienen nada que ver con su propia adolescencia, tan lejana ya, pero siempre tan presente.




En 2015, Padura publicó un librito de muy pocas páginas llamado La libertad como herejía. Apostillas a Herejes, que se puede bajar gratis en iTunes para iBooks (para iPhone, iPad y Mac, y posiblemente también se podrá bajar de otros sitios), aunque yo supongo que quienes adquieran un ejemplar de Herejes impreso de 2015 para acá, encontrarán estas páginas como un anexo del volumen. En estas apostillas, nos cuenta el autor, de una manera muy amena, por qué y cómo escribió este libro.

Mi recomendación es que no se pierdan por nada esta extraordinaria novela.

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Herejes [serie Mario Conde 8]. Leonardo Padura. Tusquets Editores, colección Andanzas (también se consigue ya en la colección Maxi). 520 págs.

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Te puede interesar:

Ligas a mis reseñas de los libros de Leonardo Padura

* Pasado Perfecto [MC 1]




* Máscaras [MC 3]









* Cuatro estaciones en La Habana (miniserie de TV)


Las siguientes obras no pertenecen a la serie Mario Conde:



* Regreso a Ítaca (la película)