La cola de la serpiente,
de Leonardo Padura
Jesús Guerra
La más reciente novela
del escritor cubano Leonardo Padura, La cola de la serpiente, es también
la narración más reciente protagonizada por su personaje Mario Conde, y por
fortuna para nosotros ya la podemos conseguir en librerías. Las historias de «el
Conde», como lo llaman quienes lo conocen, han hecho famoso a su autor a nivel
internacional. El diario inglés The Guardian ha llamado a Padura «el
Dashiell Hammett de La Habana».
En un principio, al
parecer, sólo iban a ser cuatro novelas con este personaje, englobadas como
tetralogía con el título Cuatro Estaciones: Pasado perfecto
(1991), Vientos de cuaresma (1993), Máscaras (1997) y Paisaje
de otoño (1998). Sin embargo, con el tiempo el autor ha ido agregando otras
más: Adiós, Hemingway (2001), La neblina del ayer (2002/2003) y
ahora, la séptima, La cola de la serpiente (2011).
En una nota final, el
autor nos dice que luego de terminadas las dos primeras novelas de Mario Conde,
escribió un relato que, a pesar de contar con el Conde como protagonista, estaría
al margen de la planeada tetralogía inicial. Este relato se convirtió, en 1998,
en una «noveleta» luego de terminada la tetralogía, y la publicó en Cuba, ya
con el título de La cola de la serpiente, en un mismo volumen junto con Adiós,
Hemingway. Cuando, 12 años después, decidió entregar a sus editores españoles
[Tusquets] esta obra, la reescribió, porque, dice «resultaba evidente que el
argumento tenía un tratamiento demasiado estricto, mientras varios personajes y
situaciones pedían a gritos un mayor desarrollo y la escritura un mayor
desenfado, más a tono con la forma del resto de las obras protagonizadas por mi
personaje Mario Conde». Sería interesantísimo, por curiosidad sobre la evolución
de la obra, poder leer las tres versiones, pero por lo menos con la que
contamos es la que (el mismo autor lo desea) se supone es la versión final. Y
es muy buena.
La historia si sitúa en
1989, cuando Mario Conde aún era teniente de policía (para los tiempos en que
suceden los hechos narrados en Adiós, Hemingway el Conde ya había
renunciado y vivía de la compra-venta de libros usados), y se encontraba de
vacaciones, en su casa, con la intención de no hacer nada. Pero una amiga suya,
Patricia Chion, hija de padre chino y madre negra, por la que el Conde
literalmente babea, le pide un favor, que se encargue de un caso, el asesinato
de un anciano chino, y ella le promete que para ayudarlo a entrar a los
misterios del Barrio Chino de La Habana, convencerá a su padre, Juan Chion, de
que de alguna manera lo guíe. Y el padre de Patricia lo guía, claro, pero a su
manera. No en chino pero sí a lo chino. En un momento en que el Conde confiesa
que no entiende nada, el chino le dice: «La selpiente tiene cola y tiene cabeza.
Pol la cabeza se llega a la colita, y pol la colita se llega a la cabeza. Hala
la selpiente. Siempre se llega a la otla punta del animal. Pelo con cuidado...
si la coges pol la cabeza, la selpiente muelde».
En un principio el caso
parece estar ligado a la brujería, no sabe el Conde si a la china o a la negra.
Luego se complica con asuntos internacionales ligados, tal vez, al tráfico de
drogas. Pero mientras ciertas circunstancias parecen ligar el crimen a algunos ámbitos,
otras circunstancias parcen indicar direcciones contrarias. Y mientras el caso
se desarrolla, la vida personal de Mario Conde tiene algunos giros inesperados;
en el área emocional, por ejemplo, se le mezcla una especia de molesta
nostalgia por Karina, una ex amante traicionera; el doloroso recuerdo de
Tamara, de quien ha estado enamorado desde que estaban en la preparatoria, y el
deseo por Patricia Chion.
Además está la información
que va reuniendo de los chinos de La Habana, una historia dolorosa de
desarraigo, pobreza, desprecio y sueños rotos. Su lejanía-cercanía con sus
amigos de juventud, su malestar con su propia profesión, su amor por los
libros, su tendencia a recordar (es un nostálgico empedernido, una suerte de
recordador de vocación), sus caminatas para pensar, su visión de La Habana, una
ciudad a la que ama y que le duele. Mario Conde es un personaje entrañable, y
Padura nos brinda en esta novela algunas escenas memorables y unos diálogos de
antología, además de un retrato de una época específica de La Habana. Como toda
buena obra, al terminar de leerla nos encontramos satisfechos pero con ganas de
más. Por fortuna, mientras llega la siguiente entrega de la serie, que
esperamos continúe, tenemos las novelas anteriores. Ya las iremos cometando aquí.
Por lo pronto, corran a conseguir esta novela y léanla de inmediato. La van a
disfrutar muchísimo.
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La cola de la serpiente. Leonardo Padura.
Tusquets Editores. Colección Andanzas. Serie Mario Conde. 1a edición,
España: noviembre 2011. 1a edición, México: noviembre 2011. 192 págs.
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Información sobre el
autor:
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Te puede interesar leer:
(haz clic en los títulos)
Pasado perfecto [Mario Conde 1],
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