martes, 24 de enero de 2012

Qué leer (4) Los 100 mejores libros del siglo XX





Libros sobre libros

Qué leer (4)

Los mejores libros del siglo XX
Una guía para lectores
de Francisco Prieto

Jesús Guerra

Todas las listas de libros que se deben de leer, o que se recomiendan como «los mejores» o «los más importantes», a menos de que estén elaboradas a partir de encuestas internacionales, son en realidad selecciones subjetivas, y como tales hay que tomarlas. En el caso de la lista que contiene el libro que ahora comentamos, Los mejores libros del siglo XX, de Francisco Prieto, el mismo autor así la presenta, como una lista personal de preferencias. En realidad esta lista sin duda contiene cien de los mejores libros del siglo XX, el problema es limitarnos a cien. Si quisiéramos ser justos de verdad tendríamos que preguntarnos por los mil o los diez mil libros más importantes del siglo XX. Escoger los cien mejores libros de una década equivale a seleccionar un libro por año (¿de qué país, de qué lengua, de qué cultura, de qué género?).

Se trata de una suerte de ejercicio, pero como se verá a continuación, no es un ejercicio vacío. La explicación que nos brinda Francisco Prieto acerca de su selección se encuentra en las primeras líneas de su obra:

En principio, es ridículo decir que los cien libros que he seleccionado sean, en efecto, los cien mejores libros que se han escrito en el siglo XX. Son, eso sí, los que yo he disfrutado más o, en otros casos, los que han contribuido más decisivamente en mi formación, en haberme convertido en el hombre que soy.

Más adelante escribe: «Es, por demás, imposible que uno conozca todas las literaturas que se han producido en el mundo. Mi conocimiento de literaturas africanas y asiáticas es escaso, casi nulo». Es decir que la selección es forzosamente limitada, sin embargo su listado tiene la ventaja, para nosotros, de que está hecho desde una perspectiva mexicana (aunque Francisco Prieto nació en La Habana, Cuba, en 1942, reside en México desde 1957) y los libros de su selección, por lo tanto, están a nuestro alcance.

Como en el caso de otros volúmenes similares, cada uno de los libros mencionados tiene un comentario (aproximadamente dos páginas por libro), y estos comentarios son amenos, interesantes e inteligentes. La selección se encuentra dividida en tres secciones: «La condición humana» (aquí se encuentra la creación literaria: poesía, novela y teatro), «Historia, sociedad, política, arte» (aquí las obras para la comprensión de nuestro tiempo) y «La persona» (y aquí obras que responden a qué es el ser humano).

Curiosamente, el volumen contiene un apartado, anterior al epílogo, llamado «¿Por qué no puse a Marcel Proust y En busca del tiempo perdido», en donde, aunque reconoce la importancia de la obra de Proust, nos explica por qué a él le choca.

Sirva este listado, como los demás que tenemos aquí, en esta sección («Qué leer»), como una guía para quienes buscan leer los mejores libros.


PRIMERA PARTE: LA CONDICIÓN HUMANA

1. El jardín de los cerezos, de Anton Chéjov
2. Las tribulaciones del estudiante Törless, de Robert Musil
3. El árbol de la ciencia, de Pío Baroja
4. El buen soldado, de Ford Madox Ford
5. Los sótanos del Vaticano, de André Gide
6. Retrato de un artista adolescente, de James Joyce
7. Los heraldos negros, de César Vallejo
8. La mujer que se fue a caballo, de D. H. Lawrence
9. El castillo, de Franz Kafka
10. Manhattan Transfer, de John Dos Passos
11. La montaña mágica, de Thomas Mann
12. El sonido y la furia, de William Faulkner
13. La sombra del caudillo, de Martín Luis Guzmán
14. San Manuel Bueno, mártir, de Miguel de Unamuno
15. Un mundo feliz, de Aldous Huxley
16. La condición humana, de André Malraux
17. Nueva historia de Mouchette, de Georges Bernanos
18. El alma buena de Tse Chuán, de Bertolt Brecht
19. Muerte sin fin, de José Gorostiza
20. Autobiografía, de José Vasconcelos
21. El extranjero, de Albert Camus
22. La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela
23. El principito, de Antoine de Saint-Exupéry
24. Relato secreto, de Pierre Drieu La Rochelle
25. El zoológico de cristal, de Tennessee Williams
26. Bajo el volcán, de Malcolm Lowry
27. Al filo del agua, de Agustín Yáñez
28. El túnel, de Ernesto Sábato
29. El Aleph, de Jorge Luis Borges
30. La muerte de un viajante, de Arthur Miller
31. El mico, de Francois Mauriac
32. Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar
33. El llano en llamas, de Juan Rulfo
34. Réquiem por un campesino español, de Ramón J. Sender
35. Autobiografía, de Arthur Koestler
36. El desprecio, de Alberto Moravia
37. El acoso, de Alejo Carpentier
38. El libro vacío, de Josefina Vicéns
39. La tregua, de Mario Benedetti
40. Un caso acabado, de Graham Greene
41. Libertad bajo palabra, de Octavio Paz
42. Oficio de tinieblas, de Rosario Castellanos
43. La muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes
44. Tiempo de silencio, de Luis Martín-Santos
45. Opiniones de un payaso, de Heinrich Böll
46. Los albañiles, de Vicente Leñero
47. El caos y la noche, de Henry de Montherlant
48. Una cuestión personal, de Kenzaburo Oé
49. Algo sobre la muerte del mayor Sabines, de Jaime Sabines
50. La mujer rota, de Simone de Beauvoir
51. Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez
52. La broma, de Milan Kundera
53. El complot mongol, de Rafael Bernal
54. Conversación en La Catedral, de Mario Vargas Llosa
55. Las muertas, de Jorge Ibargüengoitia
56. Noticias del Imperio, de Fernando del Paso

57. Rasero, de Francisco Rebolledo
58. La escritura o la vida, de Jorge Semprún


SEGUNDA PARTE: HISTORIA, SOCIEDAD, POLÍTICA, ARTE

59. El suicidio, de Emile Durkheim
60. La ética protestante y el espíritu del capitalismo, de Max Weber
61. Ortodoxia, de Gilbert K. Chesterton
62. La decadencia de Occidente, de Oswald Spengler
63. El resentimiento en la moral, de Max Scheler
64. Iluminaciones II (Baudelaire, un poeta en el esplendor del capitalismo), de Walter Benjamin
65. El malestar en la cultura, de Sigmund Freud
66. Sobre las dos fuentes de la Moral y de la Religión, de Henri Bergson
67. En torno a Galileo, de José Ortega y Gasset
68. Manifiesto al servicio del personalismo, de Emmanuel Mounier
69. El amor y Occidente, de Denis de Rougemont
70. Hacia la estación de Finlandia, de Edmund Wilson
71. Capitalismo, socialismo y democracia, de Joseph A. Schumpeter
72. Juan de Mairena, de Antonio Machado
73. Breviario de podredumbre, de Emile Cioran
74. El laberinto de la soledad, de Octavio Paz
75. El hombre rebelde, de Albert Camus
76. Tratado del rebelde, de Ernst Jünger
77. El pensamiento cautivo, de Czeslaw Milosz
78. ¿Qué sucedió con la historia?, de Gordon Childe
79. La intuición creadora en el arte y la poesía, de Jacques Maritain
80. El opio de los intelectuales, de Raymond Aron
81. La mujer, de F.J.J. Buytendijk
82. El fenómeno humano, de Pierre Teilhard de Chardin
83. Mitos, sueños y misterios, de Mircea Eliade
84. La condición humana, de Hannah Arendt
85. Masa y Poder, de Elías Canetti
86. La comprensión de los medios, de Marshall McLuhan
87. Literatura del siglo XX y cristianismo, de Charles Moeller
88. En las fauces del tiempo, de Julien Green
89. Mi último suspiro, de Luis Buñuel
90. Historia de la vida privada, de Georges Duby


TERCERA PARTE: LA PERSONA

91. Del sentimiento trágico de la vida, de Miguel de Unamuno
92. Yo y tú, de Martin Buber
93. El existencialismo es un humanismo, de Jean-Paul Sartre
94. La tumba sin sosiego, de Cyril Connolly
95. El oficio de vivir, de Cesare Pavese
96. Una pena observada, de C. S. Lewis
97. La separación de los amantes, de Igor Caruso
98. Violencia y ternura, de Juan Rof Carballo
99. Delirium tremens, de Ignacio Solares
100. La persona es una cosa sagrada, de Jean Vanier

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Los 100 mejores libros del siglo XX. Una guía para lectores. Francisco Prieto. Planeta / Joaquín Mortiz. 1ª edición, México, 1999.


viernes, 20 de enero de 2012

Primeras líneas… Buenos días, tristeza, en tres idiomas





Primeras líneas…

Buenos días, tristeza,
en tres idiomas

Sur ce sentiment inconnu dont l’ennui, la douceur m’obsèdent, j’hésite à apposer le nom, le beau nom grave de tristesse. C’est un sentiment si complet, si égoïste que j’en ai presque honte alors que la tristesse m’a toujours paru honorable. Je ne la connaissais pas, elle, mais l’ennui, le regret, plus rarement le remords. Aujourd’hui, quelque chose se replie sur moi comme une soie, énervante et douce, et me sépare des autres.

[Versión original en francés de Françoise Sagan. Bonjour tristesse. Editorial René Julliard. 1954.]













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Dudo al aplicar el nombre bello y grave de tristeza, a este sentimiento desconocido cuya suavidad y fastidio me tienen obsesionada. Es un sentimiento tan completo y tan egoísta que llega a darme vergüenza, mientras que la tristeza me ha parecido siempre honrosa. Conocía el fastidio, la pesadumbre y hasta el remordimiento. La tristeza, no. Ahora siento algo que me envuelve, como una seda suave y enervante, que me separa de los demás.

[Traducción al español de Noel Clarasó. Buenos días, tristeza. Editorial Plaza & Janés, S.A. 1963.]



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A strange melancholy pervades me to which I hesitate to give the grave and beautiful name of sorrow. The idea of sorrow has always appealed to me, but now I am almost ashamed of its complete egoism. I have known boredom, regret, and occasionally remorse, but never sorrow. Today it envelops me like a silken web, enervating and soft, and sets me apart from everybody else.

[Traducción al inglés por Irene Ash. Bonjour Tristesse. Harper Perennial. Modern Classics. Primera edición en inglés de E.P. Dutton & Co. 1955.]






lunes, 16 de enero de 2012

La cola de la serpiente, de Leonardo Padura





La cola de la serpiente,
de Leonardo Padura

Jesús Guerra

La más reciente novela del escritor cubano Leonardo Padura, La cola de la serpiente, es también la narración más reciente protagonizada por su personaje Mario Conde, y por fortuna para nosotros ya la podemos conseguir en librerías. Las historias de «el Conde», como lo llaman quienes lo conocen, han hecho famoso a su autor a nivel internacional. El diario inglés The Guardian ha llamado a Padura «el Dashiell Hammett de La Habana». 

En un principio, al parecer, sólo iban a ser cuatro novelas con este personaje, englobadas como tetralogía con el título Cuatro Estaciones: Pasado perfecto (1991), Vientos de cuaresma (1993), Máscaras (1997) y Paisaje de otoño (1998). Sin embargo, con el tiempo el autor ha ido agregando otras más: Adiós, Hemingway (2001), La neblina del ayer (2002/2003) y ahora, la séptima, La cola de la serpiente (2011).

En una nota final, el autor nos dice que luego de terminadas las dos primeras novelas de Mario Conde, escribió un relato que, a pesar de contar con el Conde como protagonista, estaría al margen de la planeada tetralogía inicial. Este relato se convirtió, en 1998, en una «noveleta» luego de terminada la tetralogía, y la publicó en Cuba, ya con el título de La cola de la serpiente, en un mismo volumen junto con Adiós, Hemingway. Cuando, 12 años después, decidió entregar a sus editores españoles [Tusquets] esta obra, la reescribió, porque, dice «resultaba evidente que el argumento tenía un tratamiento demasiado estricto, mientras varios personajes y situaciones pedían a gritos un mayor desarrollo y la escritura un mayor desenfado, más a tono con la forma del resto de las obras protagonizadas por mi personaje Mario Conde». Sería interesantísimo, por curiosidad sobre la evolución de la obra, poder leer las tres versiones, pero por lo menos con la que contamos es la que (el mismo autor lo desea) se supone es la versión final. Y es muy buena.

La historia si sitúa en 1989, cuando Mario Conde aún era teniente de policía (para los tiempos en que suceden los hechos narrados en Adiós, Hemingway el Conde ya había renunciado y vivía de la compra-venta de libros usados), y se encontraba de vacaciones, en su casa, con la intención de no hacer nada. Pero una amiga suya, Patricia Chion, hija de padre chino y madre negra, por la que el Conde literalmente babea, le pide un favor, que se encargue de un caso, el asesinato de un anciano chino, y ella le promete que para ayudarlo a entrar a los misterios del Barrio Chino de La Habana, convencerá a su padre, Juan Chion, de que de alguna manera lo guíe. Y el padre de Patricia lo guía, claro, pero a su manera. No en chino pero sí a lo chino. En un momento en que el Conde confiesa que no entiende nada, el chino le dice: «La selpiente tiene cola y tiene cabeza. Pol la cabeza se llega a la colita, y pol la colita se llega a la cabeza. Hala la selpiente. Siempre se llega a la otla punta del animal. Pelo con cuidado... si la coges pol la cabeza, la selpiente muelde».

En un principio el caso parece estar ligado a la brujería, no sabe el Conde si a la china o a la negra. Luego se complica con asuntos internacionales ligados, tal vez, al tráfico de drogas. Pero mientras ciertas circunstancias parecen ligar el crimen a algunos ámbitos, otras circunstancias parcen indicar direcciones contrarias. Y mientras el caso se desarrolla, la vida personal de Mario Conde tiene algunos giros inesperados; en el área emocional, por ejemplo, se le mezcla una especia de molesta nostalgia por Karina, una ex amante traicionera; el doloroso recuerdo de Tamara, de quien ha estado enamorado desde que estaban en la preparatoria, y el deseo por Patricia Chion.

Además está la información que va reuniendo de los chinos de La Habana, una historia dolorosa de desarraigo, pobreza, desprecio y sueños rotos. Su lejanía-cercanía con sus amigos de juventud, su malestar con su propia profesión, su amor por los libros, su tendencia a recordar (es un nostálgico empedernido, una suerte de recordador de vocación), sus caminatas para pensar, su visión de La Habana, una ciudad a la que ama y que le duele. Mario Conde es un personaje entrañable, y Padura nos brinda en esta novela algunas escenas memorables y unos diálogos de antología, además de un retrato de una época específica de La Habana. Como toda buena obra, al terminar de leerla nos encontramos satisfechos pero con ganas de más. Por fortuna, mientras llega la siguiente entrega de la serie, que esperamos continúe, tenemos las novelas anteriores. Ya las iremos cometando aquí. Por lo pronto, corran a conseguir esta novela y léanla de inmediato. La van a disfrutar muchísimo.

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La cola de la serpiente. Leonardo Padura. Tusquets Editores. Colección Andanzas. Serie Mario Conde. 1a edición, España: noviembre 2011. 1a edición, México: noviembre 2011. 192 págs.

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Información sobre el autor:

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Te puede interesar leer:
(haz clic en los títulos)

Pasado perfecto [Mario Conde 1],

Primeras líneas de Pasado perfecto, en dos idiomas


Primeras líneas de Vientos de Cuaresma, en dos idiomas


Primeras líneas de Adiós, Hemingway, en dos idiomas


viernes, 13 de enero de 2012

Primeras líneas… El gran Gatsby, en dos idiomas


Primeras líneas…

El gran Gatsby,
en dos idiomas



In my younger and more vulnerable years my father gave me some advice that I’ve been turning over in my mind ever since.

«Whenever you feel like criticizing anyone», he told me, «just remember that all the people in this world haven’t had the advantages that you’ve had.» 

[Versión original en inglés de F. Scott Fitzgerald. The Great Gatsby. Charles Scribner’s Sons. 1925.]


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En mi primera infancia mi padre me dio un consejo que, desde entonces, no ha cesado de darme vueltas por la cabeza.

«Cada vez que te sientas inclinado a criticar a alguien —me dijo— ten presente que no todo el mundo ha tenido tus ventajas…»

[El Gran Gatsby. Traducción al español de E. Piñas. Plaza & Janés, 1971.]





lunes, 9 de enero de 2012

En un lugar solitario 1 (La asesina ilustrada), de Vila-Matas





En un lugar solitario [1]

La asesina ilustrada,
de Enrique Vila-Matas

Jesús Guerra

Sigo con mis lecturas dejándome guiar por los libros, así que después de París no se acaba nunca, de Enrique Vila-Matas, en la cual entre otras cosas nos cuenta cómo escribió su novela La asesina ilustrada durante su estancia en París a mediados de los años 70, lo más lógico era leer esta novelita de la que nos narró su génesis y progreso. Ahora bien, aunque hay varias ediciones de la misma, la mayoría son difíciles de conseguir. Sin embargo, la buena suerte o la ley de las sincronicidades, o la ley de la atracción, o la Providencia, o el Destino, como quieran llamarle, hizo que consiguiera hace poco el reciente libro En un lugar solitario (de la colección Contemporánea de la editorial Debolsillo, del grupo editorial Random House-Mondadori), el cual contiene la narrativa de Vila-Matas de 1973 a 1984, es decir sus primeros cinco libros (cuatro novelas y una colección de relatos): En un lugar solitario (novela), La asesina ilustrada (novela), Al sur de los párpados (novela), Nunca voy al cine (relatos) e Impostura (novela), precedidos de un extenso prólogo, mismo que, de alguna manera, podemos leer como una continuación de París no se acaba nunca.

Edición de Lengua de Trapo
De momento comento sólo la segunda novela, La asesina ilustrada. Al parecer, siguiendo una idea ajena acerca de un texto literario que fuera capaz de matar a sus lectores, el joven Vila-Matas se dio a la tarea de escribir una novela sobre el tema. Ante la imposibilidad real de asesinar a sus lectores con su novela (y, desde un punto de vista comercial, una idea poco práctica), el autor tuvo que conformarse con escribir una novela dentro de cuyo universo narrativo sí existe un relato —cuyo título es el mismo—, que mata a quienes lo leen… o algo así.

Edición de Lumen
La novela es breve (alrededor de 75 páginas de las 480 del libro completo), incluidas las páginas con ilustraciones, y se deja leer con rapidez y con interés. Es una obra escrita con inteligencia y buena prosa, y llama la atención por haber sido escrita cuando Vila-Matas era bastante joven. Da la impresión de ser una novela que se encuentra bajo la influencia de Borges y de Bioy Casares, y nos muestra la intención de Vila-Matas por ser, desde sus inicios, un escritor original, pues su generación estaba metida en otros asuntos literarios, en términos generales, durante los años 70.

Edición de Tusquets (1977)
Esta novela también llama la atención, después de la lectura de París no se acaba nunca y del prólogo de En un lugar solitario, porque en estos textos el autor insiste en que en el tiempo en que escribía La asesina ilustrada él era, sobre todo, lector de poesía y no sabía casi nada de narrativa, ni como lector ni, mucho menos, como escritor.

Como obras posteriores de Vila-Matas, esta novela parece ser «para escritores»: no sólo el elemento central es una obra literaria, sino que los personajes son todos escritores y las motivaciones para las acciones dramáticas se encuentran relacionadas todas con la escritura. Y la obra misma está escrita a partir de cartas y notas sobre la novela asesina.

Edición francesa
No deja de ser, de alguna manera, una novela fallida, pero por encontrarse en el origen de la espléndida obra posterior de este autor, y por algunos elementos que realmente hacen su lectura muy interesante, me parece una novela muy recomendable. Además, leerla ahora parece darle una dimensión extra a París no se acaba nunca.

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En un lugar solitario. Narrativa 1973-1984. Enrique Vila-Matas. Debolsillo. Colección Contemporánea. 1ª edición en España: marzo de 2011. 1ª edición en México: julio de 2011. 480 págs. (La asesina ilustrada: pp. 109-184 del volumen.)

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Vuelvo a recomendarles el espléndido sitio de internet del autor:

Edición italiana
Edición rumana