lunes, 17 de diciembre de 2012

Sueño profundo, de Banana Yoshimoto





Sueño profundo
de Banana Yoshimoto

Jesús Guerra

Banana Yoshimoto, pseudónimo literario de Mahoko Yoshimoto, nacida en 1964, hija de un importante crítico literario y filósofo, comenzó a escribir muy joven y tuvo un éxito enorme con su primera novela, Kitchen (en Japón esta obra ha tenido más de 60 ediciones, ganó varios premios literarios, y se hicieron dos películas basadas en ella), publicada en 1988 en Japón y en 1991 en España. Otros de sus libros publicados en castellano son: Sueño profundo (1989 en Japón, 2006 en España), Tsugumi (1989 / 2008), N.P. (1990 / 1994), Amrita (1994 / 2002), y Recuerdos de un calejón sin salida (2003 / 2011), todos ellos publicados en español por Tusquets. Con mucha frecuencia se le compara con el novelista Haruki Murakami, como si fuera su versión femenina. En realidad sus estilos son diferentes pero sí tienen puntos en común, como su conocimiento de la literatura estadounidense y del idioma inglés, los cuales influyen de cierta manera en sus textos; su retrato un tanto depresivo del Japón contemporáneo en contraste con la abundancia económica y la hipertecnologización de la sociedad, y, por supuesto, el hecho de ser los escritores japoneses más conocidos en el mundo.

Sueño profundo es un libro breve compuesto por tres relatos intimistas. Los tres están narrados en primera persona por personajes femeninos deprimidos que viven una suerte de paréntesis debido a una ausencia, a una muerte. En los tres se mezcla el presente, crítico, confuso e inmóvil, y el pasado, la referencia, la vida normal que ha desaparecido. Se trata de relatos sobre personajes deprimidos pero no son textos deprimentes, por el contrario, en los tres se vislumbra, al final, el término de este período, la recuperación.




El primer relato se llama Sueño profundo. Terako es una joven japonesa que vive un estado depresivo y es ella la narradora de la historia. Su mejor amiga, Shiori, se ha suicidado. Terako no sabe cuál pudo ser el motivo de su amiga para quitarse la vida, aunque Shiori tenía un trabajo extraño. La recuerda. Hasta hace un año vivían juntas. Por otra parte, la relacion amorosa de Terako con «el señor Iwanaga» no deja de ser extraña. Lo quiere pero estando con él se congela, enmudece. Él es un hombre casado con una mujer en coma. Llaman a Terako para trabajos temporales pero nomalmente los rechaza, y si los acepta le parecen insoportables. Terako no necesita trabajar, prefiere dormir. Se queda dormida a la menor provocación. Se le pasa el día y cuando despierta se siente confundida, atontada. Hasta que poco a poco y por motivos aparentemente insignificantes, comienza a vivir de nuevo.

La noche y los viajeros de la noche es el segundo cuento. Éste es el mejor título, me parece; no sé por qué no lo lleva el libro. Y quizá sea también el mejor texto del libro. Aquí la depresión ataca a dos mujeres jóvenes, primas, Shibami, la narradora, y Marie. A ambas les afectó profundamente la muerte del hermano de Shibami, Yoshihiro, quien además de primo de Marie era su novio, aunque los padres de Marie se oponían a la relación. Hay otra mujer afectada por la muerte de Yoshihiro, su novia anterior a Marie, una norteamericana llamada Sarah con quien Yoshihiro vivió un tiempo en Boston. El tipo de amor de Shibami y de Marie por Yoshihiro naturalmente eran diferentes, y sus reacciones a la muerte del joven también lo son. Las dos jóvenes se quieren mucho, se entienden, pero en realidad durante la etapa del duelo se encuentran en esferas diferentes. Y sin embargo intentan establecer contacto. Mientras Shibami se encuentra vacía pero pendiente del exterior, Marie se refugia en el llanto.

Edición en inglés


El tercer cuento, Una experiencia, el más breve, es quizá el más interesante. Aquí la narradora es Fumi, una joven que bebe demasiado. Tiene un novio, Mazuo, cariñoso pero «frío», dice ella. Fumi no lo sabe pero está triste y se siente sola porque extraña una parte de su pasado, una época en la que estaba enamorada de un hombre del que ahora no vale la pena ni mencionar su nombre, pero que era atractivo, tanto que otra mujer compartía su amor, Haru, una chica delgada y vulgar. Tan dispuestas estaban por arrebatarle a la otra el amor de ese hombre, que casi vivían en el departamento de él, al mismo tiempo, juntas, y ni siquiera se dieron la oportunidad de reconocer que en el fondo se gustaban ellas dos. Cuando el hombre, indiferente al amor de ambas, se fue y las dejó, la relación de ellas desapareció también, Haru se fue a París, en donde luego murió, y Fumi se quedó en Tokio. Sin embargo, ahora que Fumi bebe demasiado, al irse ebria a la cama, escucha una melodía triste y bella. Cree que comienza a alucinar, cree que se ha convertido en una alcohólica. Mazuo le dice que quizá un muerto trata de comunicarse con ella a través de esa melodia, y lleva a su novia a un bar en donde un enano le permitirá establecer contacto con el difunto que quiere comunicarse con ella, experiencia que resulta ser liberadora para Fumi.

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Sueño profundo. Banana Yoshimoto. Traducción de Lourdes Porta. 1a edición en la colección Andanzas, Tusquets España, enero de 2006, y en Andanzas Tusquets México, febrero de 2006. 1a edición en la colección Maxi, Tusquets México, septiembre de 2009. 170 págs.


sábado, 8 de diciembre de 2012

Recomendaciones de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis (08-dic-2012)




Recomendaciones
de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis




La piel como superficie simbólica.
Procesos de transculturación en el arte contemporáneo
Sandra Martínez Rossi
Fondo de Cultura Económica
Colección Tezontle
$ 450.00

La piel, según Sandra Martínez Rossi, es una espacio simbólico desde el cual se construye la memoria y la identidad del individuo y de la sociedad, un punto de partida metodológico que la autora pone en pie a partir de disciplinas como la antropología, la historia, el arte contemporáneo o la moda y analizando los casos concretos de pueblos, estudiosos, o relevantes artistas de la actualidad. La piel como metonimia del cuerpo y como barra de seguridad entre éste y sus accidentes geológicos (orificios, protuberancias, extremidades, heridas, granos, flujos de distinto color): la piel como portavoz del sujeto y de la sociedad a la que éste pertenece.

La autora nació en Argentina en 1963, es doctora en Bellas Artes por la Universidad de Granada. Durante los años 1994-2000 fue ayudante y profesora adscrita en la cátedra de Pintura I de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Rosario (Argentina). En el año 2000 se radica en España y a partir de ese momento desarrolla una intensa actividad académica: interviene en proyectos de investigación del departamento de Antropología Social de la Universidad de Granada y es invitada a impartir docencia, talleres artísticos y conferencias en varias universidades españolas. En el año 2009 fue profesora interina en Proyecto I, en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Málaga. Su obra artística actual se centra en la fotografía-performance y el uso de la piel como soporte de la imagen, cuya poética aboga por la fuerza y riqueza del arte como discurso antropológico. Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en diferentes galerías, centros culturales y museos nacionales e internacionales.






Los bárbaros
Alessandro Baricco
Editorial Anagrama
Colección Argumentos
Traductor Xavier González Rovira
256 págs.
$ 332.00

Un auténtico «ensayo por entregas» dedicado a la presencia de los nuevos bárbaros en nuestra sociedad. El autor afronta con perspicacia y amenidad la existencia de quienes han contribuido al declive de la cultura burguesa occidental. Tras visitar tres ámbitos particulares (el vino, el fútbol y la industria del libro), el autor se detiene en Google, un avance tecnológico que es el campamento de los bárbaros, ya que refleja su forma de entender la cultura como navegación rápida por la superficie... En cambio, el alma burguesa, representada por la obra de Ingres o Beethoven, aboga por una cultura del esfuerzo que choca con el ansia de experiencias veloces. En el epílogo, la Gran Muralla china sirve para delimitar este proceso: todo muro se levanta no tanto para contener como para trazar las diferencias entre identidades opuestas, sin percatarse de que los bárbaros ya están aquí. «No sé si lo que sostiene (la mutación sociológica en acto en Occidente) es cierto de entrada, pero al final, gracias a esa mezcla, llega a serlo» (Sandro Veronesi).






El saber proscrito
Alice Miller
Tusquets Editores
Colección Ensayo
232 págs.

La célebre psicoanalista suiza Alice Miller formula aquí una hipótesis terapéutica de prevención del mal que radica esencialmente en cómo el adulto suele sofocar muy pronto en el niño el conocimiento que él adquiere del mundo, con el fin de imponerle las propias enseñanzas, adquiridas a su vez de otro adulto, de una generación a otra. Así mutilado, el niño accede difícilmente «con naturalidad» a la edad adulta. Los obstáculos al desarrollo de su saber y de su íntima experiencia de los hechos le llevará a creer que el mundo está hecho de muros y alambradas. Ya adulto, construye a su vez su mundo de herméticas defensas. Miller nos indica cómo se puede, si se quiere, recuperar ese saber proscrito que el niño, que sigue vivo, aunque también proscrito, en cada uno de nosotros, había obtenido por su cuenta.

Alice Miller estudió filosofía, psicología y sociología en Basilea. Tras el doctorado, se formó en Zurich como psicoanalista, profesión que ejerció durante veinte años, antes de sacar a la luz en Alemania, en 1979, su ensayo El drama del niño dotado (Ensayo 36 y Fábula 289), obra que enseguida se convirtió en un éxito mundial y gracias a la cual muchas personas fueron capaces de sentir y experimentar que eran diferentes a aquello que sus padres o educadores habían «programado» para ellas. Desde entonces se ha dedicado intensamente a la investigación del maltrato en la infancia y ha publicado libros fundamentales sobre el tema, como El saber proscrito, La llave perdida, Por tu propio bien y El cuerpo nunca miente, todos ellos aparecidos en esta misma colección (Ensayo 9, 15, 37 y 59). Ha recibido numerosos galardones, entre otros, el Premio Janusz-Korczak 1986.





Grandes pechos, amplias caderas
Mo Yan
(Premio Nobel de Literatura 2012)
Editorial Kailas
Colección Ficción
$ 606.00

En un país de opresión, múltiples injusticias y evidente dominación masculina, Mo Yan exalta la figura y el cuerpo femenino. La protagonista, Shangguan Lu, una férrea superviviente que da a luz a ocho niñas hasta conseguir al deseado varón que hará perpetuar la estirpe, arriesga su vida en diferentes ocasiones para salvar la de sus hijos y nietos en medio del caos, de las guerras y las penurias de la violenta sociedad china del último siglo.

Sola, con escasa ayuda y sometida a la agitación política del feudalismo o de la era maoísta, Madre, que fue obligada a crecer con los pies vendados y a casarse con un herrero estéril, representa el homenaje del autor a la resistencia y al universo femenino.

El carácter y temperamento de Shangguan Lu y de sus hijas contrasta con el del único varón de la familia —y también el narrador de la historia—, el pequeño y mimado Jintong quien, lactante hasta la adolescencia, vive ensimismado con el seno femenino, una imagen que se condensa en esta obra épica, cómica y trágica a un tiempo, como la verdadera realidad china.






Mis mujeres muertas
Guillermo Fadanelli
Premio Grijalbo de Novela 2012
Grijalbo
$ 219.00

Domingo se ha propuesto realizar la tarea que le encomendaron sus hermanos mayores: colocar una lápida sobre la tumba de Sara Mancini, su madre. El tiempo transcurre y la lápida permanece en la cajuela de su automóvil sin que logre ponerse en camino rumbo al cementerio. La ebriedad es un obstáculo difícil de salvar. Cada mañana, él promete a su madre ausente que cumplirá la misión, pero una vez más falta a su juramento. La muerte de su mujer ha terminado por minar su lucidez e instalarlo en un estado de constante delirio. Poco a poco, Domingo se transforma en un hombre melancólico y huraño que cita de memoria pasajes de novelas rusas y se dedica a conversar con sus mujeres muertas. Mientras eso sucede, los ojos de una adolescente no cesan de observar su conducta; es su vecina, la más joven de todas las mujeres con quien ha logrado trabar una amistad. «¿Es acaso posible comunicarse con personas de esa edad?», se pregunta y su desconcierto crece. Mis mujeres muertas —ganadora del Premio Grijalbo 2012, cuyo jurado estuvo compuesto por Julián Herbert, Eduardo Antonio Parra y EnriqueSerna— es una novela sobre la melancolía y la soledad humana, enfrentadas por un hombre cuya ebriedad llegó a convertirlo en un experto de los estados del alma. «Fadanelli renuncia al color y la complejidad (pero no al contraste ni a la sutileza), y enfrenta sin tremendismos el sexo, la brutalidad, la violencia». Ignacio Echeverría, El País. «Fadanelli se ha convertido con el paso de los años en uno de los exponentes más importantes de la literatura urbana contemporánea». Valeria Luiselli, Letras Libres.




miércoles, 5 de diciembre de 2012

Primeras líneas de... "Seda" en cuatro idiomas



Primeras líneas de...
Seda
de Alessandro Baricco
en cuatro idiomas



Seta

Benché suo padre avesse immaginato per lui un brillante avvenire nell'esercito, Hervé Joncour aveva finito per guadagnarsi da vivere con un mestiere insolito, cui non era estraneo, per singolare ironia, un tratto a tal punto amabile da tradire una vaga intonazione femminile.

Per vivere, Hervé Joncour comprava e vendeva bachi da seta.

[Versión original en italiano de Alessandro Baricco. R.C.S. Libri & Grandi Opere S.p.A. Milán, 1996.]


Seda

Aunque su padre había imaginado para él un brillante porvenir en el ejército, Hervé Joncour había acabado ganándose la vida con una insólita ocupación, tan amable que, por singular ironía, traslucía un ligero aire femenino.

Para vivir, Hervé Joncour compraba y vendía gusanos de seda.

[Versión española de Xavier González Rovira y Carlos Gumpert. Editorial Anagrama. Barcelona. 1997.]



Soie

Bien que son père eût imaginé pour lui un brilliant avenir dans l'armée, Hervé Joncour avait fini par gagner sa vie grâce à une profession insolite, à laquelle n'étaient pas étrangers, par une singulière ironie, des traits à ce point aimables qu'ils trahissaient une vague inflexion féminine.

Pour vivre, Hervé Joncour achetait et vendait des vers á soie.

[Trducción al francés de Françoise Brun. Editorial Albin Michel. París. 1997.]


 
Silk

Although his father had imagined for him a brilliant future in the army, Hervé Joncour ended up earning his living in an unusual profession that, with singular irony, had a feature so sweet as to betray a vaguely feminine intonation.

For a living, Hervé Joncour bought and sold silkworms.

[Traducción al inglés de Ann Goldstein. Vintage Books. Nueva York. 2007]


domingo, 2 de diciembre de 2012

Seda, de Alessandro Baricco






Seda
de Alessandro Baricco

Jesús Guerra

«Era 1861. Flaubert estaba escribiendo Salammbô, la luz eléctrica era todavía una hipótesis y Abraham Lincoln, al otro lado del océano, estaba combatiendo en una guerra cuyo final no vería». Hervé Joncourt tenía 32 años y se ganaba la vida comprando y vendiendo huevos de gusanos de seda. El pueblo en donde vivía, Lavilledieu, se sostenía precisamente de la seda. Y cuando la epidemia de pebrina acabó con los huevos de gusanos europeos, y cruzó el mediterráneo hacia África, no quedó más remedio, a ojos de Baldabiou, un hombre respetado en el pueblo, que viajar hasta el Japón a buscarlos. Pero en esa época ni siquiera había escuchado el nombre de Japón la mayor parte de los europeos, pues la isla se encontraba encerrada en sí misma desde hacía siglos. El joven Hervé, casado y muy enamorado de su mujer, Hélène, decidió hacer el viaje a esas tierras extrañas. La travesía (por tren, por barco, a caballo, a pie) duraba tres meses, así que ir y regresar tomaba medio año y una buena cantidad de dinero. Además, debido a que la isla estaba cerrada a extranjeros y no había tratos comerciales, el negocio era ilícito. Todo era un peligro. Pero Hervé fue. Y trató con un hombre poderoso, Hara Kei.

Hara Kei hablaba francés, así que platicaron, y en la conversación estuvo presente, recostada sobre las piernas de Hara Kei, una mujer bella, de ojos que no parecían orientales, y que no le quitaba la vista de encima a Hervé. Pero ella no hablaba francés. La mirada de la mujer fue tan provocativa para el serio, respetuoso y tranquilo europeo, que al año siguiente regresó más que gustoso al Japón. Y así hizo varios viajes más. El negocio era un éxito y Hervé se dio cuenta un día que era rico. Aun así volvió a Japón una vez más, a pesar de que las cosas en ese país, se decía, eran complejas y había una guerra interna.
"Seda" en italiano

Alessandro Baricco (nacido en Turín, Italia, en 1958), se negó a catalogar este libro como una novela desde su aparición, en 1996. Él dijo que era una historia. Él, que tan bien conoce la literatura norteamericana, escribió una obra sumamente europea. No está escrita como una novela tradicional, ni tampoco propiamente como una novela experimental. Su extensión podría corresponder a la de una novela corta o a la de un cuento largo, y aunque es lineal y sencilla su estructura, y su lenguaje aparentemente es directo, en realidad está trabajada esta obra casi como un poema, o mejor, como una narración oral bien cuidada, bien contada, de las tradicionales que se contaban junto a una fogata, pero con un lenguaje pulido hasta hacerlo parecer sencillo. 
Edición francesa

Curiosamente es una historia muy rápida narrada de una manera lenta. Los diálogos son casi inexistentes. No «presenciamos» casi nada, todo se nos «cuenta». El estilo es difícil de manejar. Es sutil, como la seda. La seda de calidad, según dicen los protagonistas de esta historia, es tan ligera que al tocarla parece que no se toca nada. Este relato, que más (o menos) que una historia de amor es una historia de deseos, está narrado solamente con los elementos esenciales. Es austero pero elegante.

Si esta obra funciona tan bien es por la perfecta relación entre argumento y estilo. Este estilo, con otra historia, pudo haber sido una obra insoportablemente aburrida. Esta historia, narrada de otra manera, pudo haber sido una épica narración de aventuras con romance, más vital y ruidosa, tal vez, pero quizá intrascendente. Es una historia para ser leída como si se escuchara… o quizá para ser escuchada, directamente. Es una historia hecha para la palabra, hecha de palabras. La prueba está en que, a pesar de que como libro ha sido un éxito en todo el mundo (tan sólo en España lleva más de cuarenta ediciones) desde su aparición en Italia en 1996, su versión cinematográfica (de 2007, con Keira Knightley, Michael Pitt y Sei Ashina, bajo la dirección del canadiense Francois Girard) fue un completo fracaso, y aunque confieso que yo no la vi he leído muchas reseñas (de críticos franceses, ingleses, norteamericanos) y todas coinciden en que la cinta es exasperantemente lenta e intrascendente. A los críticos que no conocían el libro les pareció banal; los que sí la habían leído estaban decepcionados de la película. Los críticos literarios, en cambio, han dicho maravillas del libro. Y es que Seda es, creo yo, una obra para leerse. Quizá para escucharse. Y ejerce en nosotros una extraña fascinación.
Edición alemana

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Seda. Alessandro Baricco. Traducción: Xavier González Rovira y Carlos Gumpert. Editorial Anagrama. Colección Panorama de Narrativas. Barcelona. 1ª edición en español: 1997. 29ª edición, 2003. 125 págs.

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Esta novela puede conseguirse en:











Edición rusa
Edición en portugués

Edición en inglés




sábado, 24 de noviembre de 2012

Primeras líneas de "A tiro limpio" en dos idiomas




Primeras líneas de…

A tiro limpio
de Boris Vian
en dos idiomas


Trouble dans les andains

Le Comte Adelphin de Beaumashin passait une chemise blanche devant son Mirophar-Brot qui resplandissait de feux convergents. Il y avait ce soir-là grand raout chez la Baronne de Pyssenlied et Adelphin, désireux de paraître à son avantage, avait fait préparer par Dunoeud, le valet modèle, son frac numéro un, qu’il n’endossait que dans des circonstances exceptionnelles.

(Versión original en francés de Boris Vian. 1943.)






A tiro limpio

El conde Adelfín de Belfulano estaba poniéndose una camisa blanca ante su espejo de aumento con luz Brot, que irradiaba mil rayos convergentes. Esa noche había un gran sarao en casa de la baronesa de Cantorina, y Adelfín, deseoso de lucirse, había mandado a Delnudo, su mayordomo modelo, que le preparara el frac número uno, que sólo se ponía en ocasiones especiales.

(Versión en español de Juan Manuel Salmerón. Editorial Tusquets. 2009.) 

viernes, 23 de noviembre de 2012

A tiro limpio, de Boris Vian




A tiro limpio
de Boris Vian

Jesús Guerra

Boris Vian, nacido el 10 de marzo de 1920 en Ville d’Avray, Francia, tuvo una vida intensa y veloz, marcada indudablemente por sus problemas cardiacos, mismos que comenzaron cuando tenía apenas 12 años. Vian estaba condenado a morir joven. Estudió ingeniería, dibujaba, tocaba la trompeta en una orquesta de jazz, y escribió como enloquecido: canciones, poemas, cuentos, obras de teatro, óperas, guiones de cine, críticas musicales y novelas. Además fue traductor, actor, director artístico de dos compañías discográficas y cantante.

A los 21 años se casó con su primera esposa, Michelle Léglise, con quien tuvo a sus hijos Patrick y Carol. A los 23 años empezó a tocar la trompeta para la orquesta amateur de jazz de Claude Abadie. A los 25 terminó de escribir la novela Vercoquin y el plancton (publicada dos años después), a los 26 terminó La espuma de los días, novela por la que, ese mismo año (1946) fue candidato al Prix de la Pléiade, que no se ganó a pesar de que su candidatura estaba apoyada por Raymond Queneau y Jean-Paul Sartre, de quienes era amigo.

Escribía a una velocidad endiablada: en agosto de 1946 redactó su novela Escupiré sobre vuestras tumbas (best-seller de 1947), y entre septiembre y noviembre del mismo 46 escribió otra novela: El otoño en Pekín, publicada también en el 47, con su nombre. Con Escupiré sobre vuestras tumbas, Boris Vian hizo algo genial: publicó la novela con el nombre de Vernon Sullivan y él, Vian, apareció como traductor y redactor del prefacio, en el que explicó que el estilo y los temas de Sullivan impedían que sus obras fuesen publicadas en Estados Unidos, su país de origen. Pronto (y en el caso de Vian es realmente «pronto») publicó otras tres novelas bajo el seudónimo de Sullivan: Todos los muertos tienen la misma piel, Que se mueran los feos (1948) y Con las mujeres no hay manera (1950). Pero no sólo escribía lo de Sullivan, sino también lo propio: L’equarrissage pour tous (teatro, 1947), Cantilènes en gelée (poemas, 1949), Las hormigas (cuentos, 1949), La hierba roja (novela, 1950).

Mientras tanto, sus obras tenían destinos diversos. Su libro más conocido ha sido, siempre, su primer Sullivan. Escupiré sobre vuestras tumbas pasó de ser un best-seller en el 47 a una obra prohibida en el 48. Para 1950, por ofender las costumbres y la moral, ya eran los dos primeros libros de Sullivan los condenados. Pero Vian seguía escribiendo, y muy vian.

Además de sus óperas, obras teatrales y espectáculos, Vian escribió todavía El arrancacorazones (1951) y la versión definitiva de El otoño en Pekín (1956). En 1954 se volvió a casar (con Ursula Vian-Kübler). Entre 1954 y 1959 se dedicó a producir discos, a hacer giras de conciertos y a escribir canciones, comedias musicales y guiones de cine. Entre sus canciones más famosas se encuentra «El desertor», una obra pacifista hija de la posguerra, la cual tiende a ser prohibida cada vez que el gobierno francés requiere de sus jóvenes para acciones militares.

A Boris Vian le encantaba el cine, y escribió una serie de guiones cortos, publicados apenas hace relativamente pocos años. Una de sus ilusiones era ver la versión fílmica de Escupiré sobre vuestras tumbas (para esas fechas ya se sabía que la obra era suya). Hubo varios intentos de negociación y varias versiones de adaptación, problemas con los productores y Vian quedó fuera del proyecto. Finalmente, Vian fue a ver una proyección especial de la cinta, con la que no estaba de acuerdo. Y ahí, en la sala cinematográfica, el 23 de junio de 1959, durante los primeros minutos de la proyección, murió el autor del poema «No quisiera morir», a los 39 años de edad. Su muerte pudo haberla inventado para alguno de sus personajes. Vian tuvo una muerte digna de su imaginación.

Uno pensaría que un autor como Boris Vian merece una mayor cantidad de lectores, pero quizá no sea así, quizá un número mayor de lectores no lo merezcan a él. En Estados Unidos, por ejemplo, ni siquiera se encuentran traducidos todos sus libros. Sin embargo, en Francia, a pesar de la ambivalente relación que las editoriales tuvieron con Vian, ahora ha sido ya admitido en el panteón de los grandes literatos pues en el 2009, en el cincuentenario de su muerte, se publicaron biografías y dossiers, y Gallimard publicó sus obras completas.

Justamente debido a esta conmemoración, se publicó en español, por primera vez (en Tusquets, en España en diciembre de 2009 y en México en mayo de 2010), la primera novela de Boris Vian, cuyo título original me parece difícil de traducir: Trouble dans les andains. Tusquets la publicó, con traducción de Juan Manuel Salmerón, como A tiro limpio (aunque según Wikipedia hay otras dos ediciones castellanas cuyos títulos hacen desconfiar de sus traducciones: Jaleosas andadas y Temblor en los Andes).

A tiro limpio fue escrita por Boris Vian cuando tenía 23 años de edad, y dijo que la había escrito para sus amigos. Supongo que con esto no se refería sólo a que estaba dedicada al gusto de sus amigos, sino a que pensaba hacer (o lo hizo, no sé) una edición de tiraje limitado para regalársela, o que simplemente se las leyó en alguna de sus míticas fiestas. La novela es en realidad un chiste. Es breve y es surrealistamente loca. Es muy divertida en algunos pasajes y es ya plenamente borisvianesa. Quizá no sea el mejor libro para comenzar a leer la obra de Vian, pero para quienes ya han leído algunas de sus novelas, A tiro limpio es interesante por ser ésta el inicio de su trabajo literario, aún si él mismo no la tomó en serio.

El conde Adelfín de Belfulano («nacido hacía treinta años, se preciaba con justo título de tener un cuerpo que muchos monitores de gimnasia normalmente constituidos le habrían envidiado si hubieran sido víctimas de tres accidentes de automóvil consecutivos y de varias explosiones bien controladas») se prepara para ir a una fiesta en la casa de la baronesa de Cantorina. Pasa por su amigo Serafinio Alvaraide y llegan a la reunión. Ahí, tras un apagón, Adelfín se da cuenta de que le han robado un extraño objeto, un barbarón bífido auténtico. Y comienza la aventura, en la que también participan el mayor Loostiló (el origen de este apellido es maravilloso, además aunque se llama Jacques Loostiló «usaba tarjetas de visita con el nombre de Jean Dupont, pero eran robadas» ) y su amigo Antioquío Timbratimbres. Hay otro personaje interesante, que en unos capítulos es inca y en otros es azteca, llamado Popotepec Atlazotl.

La aventura, la verdad, no soy capaz de resumirla. Suceden demasiadas cosas en pocas páginas. Es una alucinación, un verdadero viaje surrealista, en el que los personajes se trasladan en Cadillac, en hidroavión, en bote, nadan, buscan al Barón Visi, se enfrentan a un villano de apellido Vandenbuic, lanzan granadas, disparan, son atacados, atacan… En el camino encuentran un manuscrito que les proporciona extrañas claves relacionadas con su caso. Hasta que logran su objetivo… creo.

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A tiro limpio. Boris Vian. Traducción de Juan Manuel Salmerón. Tusquets Editores. Colección Andanzas número 708. 1a edición, España: diciembre de 2009. 1a edición en México: mayo de 2010. 114 págs.



viernes, 16 de noviembre de 2012

La mujer que arañaba las paredes, de Jussi Adler Olsen






La mujer que arañaba las paredes
de Jussi Adler Olsen

Jesús Guerra
Edición danesa

El detective Carl Mørck de la policía de Copenhague está deprimido, y enojado, y confundido. En una investigación, meses atrás, en que él y dos de sus compañeros fueron balaceados por una banda criminal, el que mejor salió librado fue Carl, con un rozón de bala en el rostro. Otro de sus compañeros murió, y el tercero quedó paralítico del cuello para abajo. Carl no tiene muy claro qué sucedió pero siente culpa por sus compañeros. La culpa del sobreviviente. Carl es un policía rebelde, pero después de lo sucedido está peor. Se ha convertido en una suerte de problema para la policía.

Edición de Gran Bretaña
Por otra parte, y por cuestiones políticas, se crea un nuevo departamento, llamado "Q", y se le da buen presupuesto, para que la policía destine recursos económicos y humanos a resolver casos que han quedado pendientes, lo que a los políticos les parece inaceptable. Al interior de la policía la noticia se recibe de manera ambigua, por una parte el dinero es bienvenido, por la otra, suponen que el nuevo departamento es inútil, si los casos no se resolvieron en su momento, ¿por qué se van a resolver ahora? En todo caso, el jefe decide darle el puesto a Carl, y le ubica la oficina en el sótano. Se trata de tenerlo controlado y lejos. Y no le dan más asistentes que un inmigrante musulmán, Assad, y eso para que limpie la oficina del flamante Departamento Q. 

Edición francesa
Mientras Assad limpia y reza, en un cubículo de la oficina del sótano, Carl dormita con las piernas sobre el escritorio, pero entre sueño y sueño, le echa un ojo a los muchos fólders de casos no resueltos. Finalmente decide trabajar en uno de esos casos, uno famoso, de cinco años atrás: la desaparición de una parlamentaria de 35 años, guapísima y excelente para las relaciones públicas: Merete Lynggaard. Carl comienza por revisar todo lo que se hizo en la investigación anterior, y a investigar de nuevo, a llenar los huecos, a corregir errores, y para su sorpresa, Assad, ese personaje «exótico» que prepara tés extraños y lleva a la oficina comidas picantes, resulta un tipo inteligente y preparado, buen observador y sabe pensar, y así, Carl y su asistente de limpieza comienzan a encontrar los puntos de luz en la oscuridad del misterio de Merete Lynggaard, la cual, ellos no lo saben pero los lectores sí: cinco años después de su desaparición, sigue viva.

Edición estadounidense
Esta novela, escrita por el autor danés Jussi Adler Olsen (nacido en Copenague en 1950), es la primera de las cuatro que ya ha publicado en Dinamarca de la serie del Departamento Q, y, como es el caso de muchas novelas policiacas nórdicas de nuestros días, ha sido un enorme éxito de ventas, primero en Dinamarca, luego en los países nórdicos vecinos y en Alemania, y luego en muchos otros países del mundo y en más de veinte idiomas. El título original en sueco podría traducirse al español como «Mujer enjaulada», sin embargo en nuestro idioma se llama La mujer que arañaba las paredes, en Gran Bretaña y en Francia tiene títulos que significan 'misericordia' y en los Estados Unidos fue publicada con un título que podríamos traducir como «el guardián de las causas perdidas».  

Edición en chino
Es interesante comparar este libro con los de Camilla Läckberg, Mari Jungstedt y Henning Mankell, por ejemplo. Aunque todos son nórdicos y policiacos, hay diferencias notables en sus obras por su nacionalidad y por su género. Jussi Adler Olsen es el más próximo, por ejemplo, a la novela negra norteamericana, por su dureza, por estar ubicada la historia en una gran ciudad (a diferencia de las ciudades pequeñas o pueblos incluso de los autores suecos mencionados), y es el que más sentido del humor inyecta en su narración. Eso no quiere decir que no me gusten los otros autores, simplemente subrayo algunas diferencias interesantes. Y está el acierto enorme del personaje de Assad, el extravagante Watson del nórdico Holmes. Y como autor hombre, su novela es más ruda, en todos los sentidos, no sólo en lo criminal.

La mujer que arañaba las paredes, el primer volumen de la serie del Departamento Q, es una obra realmente interesante y muy entretenida, y a su autor, Jussi Adler Olsen, definitivamente hay que seguirlo, al igual que a la mayor parte de los autores de esta impresionante invasión nórdica.

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La mujer que arañaba las paredes. Jussi Adler Olsen. Traducción de Juan Mari Mendizabal. Océano Exprés / Maeva. 1a edición: 2012. 432 págs.

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Esta novela puede conseguirse en la Librería del Fondo Carlos Monsiváis. Ramos Arizpe esquina con Cuauhtémoc, Zona Centro, C.P. 25000. Saltillo, Coahuila, México. Tel: 01 (844) 412.0153 y 414.9544.