sábado, 24 de noviembre de 2012

Primeras líneas de "A tiro limpio" en dos idiomas




Primeras líneas de…

A tiro limpio
de Boris Vian
en dos idiomas


Trouble dans les andains

Le Comte Adelphin de Beaumashin passait une chemise blanche devant son Mirophar-Brot qui resplandissait de feux convergents. Il y avait ce soir-là grand raout chez la Baronne de Pyssenlied et Adelphin, désireux de paraître à son avantage, avait fait préparer par Dunoeud, le valet modèle, son frac numéro un, qu’il n’endossait que dans des circonstances exceptionnelles.

(Versión original en francés de Boris Vian. 1943.)






A tiro limpio

El conde Adelfín de Belfulano estaba poniéndose una camisa blanca ante su espejo de aumento con luz Brot, que irradiaba mil rayos convergentes. Esa noche había un gran sarao en casa de la baronesa de Cantorina, y Adelfín, deseoso de lucirse, había mandado a Delnudo, su mayordomo modelo, que le preparara el frac número uno, que sólo se ponía en ocasiones especiales.

(Versión en español de Juan Manuel Salmerón. Editorial Tusquets. 2009.) 

viernes, 23 de noviembre de 2012

A tiro limpio, de Boris Vian




A tiro limpio
de Boris Vian

Jesús Guerra

Boris Vian, nacido el 10 de marzo de 1920 en Ville d’Avray, Francia, tuvo una vida intensa y veloz, marcada indudablemente por sus problemas cardiacos, mismos que comenzaron cuando tenía apenas 12 años. Vian estaba condenado a morir joven. Estudió ingeniería, dibujaba, tocaba la trompeta en una orquesta de jazz, y escribió como enloquecido: canciones, poemas, cuentos, obras de teatro, óperas, guiones de cine, críticas musicales y novelas. Además fue traductor, actor, director artístico de dos compañías discográficas y cantante.

A los 21 años se casó con su primera esposa, Michelle Léglise, con quien tuvo a sus hijos Patrick y Carol. A los 23 años empezó a tocar la trompeta para la orquesta amateur de jazz de Claude Abadie. A los 25 terminó de escribir la novela Vercoquin y el plancton (publicada dos años después), a los 26 terminó La espuma de los días, novela por la que, ese mismo año (1946) fue candidato al Prix de la Pléiade, que no se ganó a pesar de que su candidatura estaba apoyada por Raymond Queneau y Jean-Paul Sartre, de quienes era amigo.

Escribía a una velocidad endiablada: en agosto de 1946 redactó su novela Escupiré sobre vuestras tumbas (best-seller de 1947), y entre septiembre y noviembre del mismo 46 escribió otra novela: El otoño en Pekín, publicada también en el 47, con su nombre. Con Escupiré sobre vuestras tumbas, Boris Vian hizo algo genial: publicó la novela con el nombre de Vernon Sullivan y él, Vian, apareció como traductor y redactor del prefacio, en el que explicó que el estilo y los temas de Sullivan impedían que sus obras fuesen publicadas en Estados Unidos, su país de origen. Pronto (y en el caso de Vian es realmente «pronto») publicó otras tres novelas bajo el seudónimo de Sullivan: Todos los muertos tienen la misma piel, Que se mueran los feos (1948) y Con las mujeres no hay manera (1950). Pero no sólo escribía lo de Sullivan, sino también lo propio: L’equarrissage pour tous (teatro, 1947), Cantilènes en gelée (poemas, 1949), Las hormigas (cuentos, 1949), La hierba roja (novela, 1950).

Mientras tanto, sus obras tenían destinos diversos. Su libro más conocido ha sido, siempre, su primer Sullivan. Escupiré sobre vuestras tumbas pasó de ser un best-seller en el 47 a una obra prohibida en el 48. Para 1950, por ofender las costumbres y la moral, ya eran los dos primeros libros de Sullivan los condenados. Pero Vian seguía escribiendo, y muy vian.

Además de sus óperas, obras teatrales y espectáculos, Vian escribió todavía El arrancacorazones (1951) y la versión definitiva de El otoño en Pekín (1956). En 1954 se volvió a casar (con Ursula Vian-Kübler). Entre 1954 y 1959 se dedicó a producir discos, a hacer giras de conciertos y a escribir canciones, comedias musicales y guiones de cine. Entre sus canciones más famosas se encuentra «El desertor», una obra pacifista hija de la posguerra, la cual tiende a ser prohibida cada vez que el gobierno francés requiere de sus jóvenes para acciones militares.

A Boris Vian le encantaba el cine, y escribió una serie de guiones cortos, publicados apenas hace relativamente pocos años. Una de sus ilusiones era ver la versión fílmica de Escupiré sobre vuestras tumbas (para esas fechas ya se sabía que la obra era suya). Hubo varios intentos de negociación y varias versiones de adaptación, problemas con los productores y Vian quedó fuera del proyecto. Finalmente, Vian fue a ver una proyección especial de la cinta, con la que no estaba de acuerdo. Y ahí, en la sala cinematográfica, el 23 de junio de 1959, durante los primeros minutos de la proyección, murió el autor del poema «No quisiera morir», a los 39 años de edad. Su muerte pudo haberla inventado para alguno de sus personajes. Vian tuvo una muerte digna de su imaginación.

Uno pensaría que un autor como Boris Vian merece una mayor cantidad de lectores, pero quizá no sea así, quizá un número mayor de lectores no lo merezcan a él. En Estados Unidos, por ejemplo, ni siquiera se encuentran traducidos todos sus libros. Sin embargo, en Francia, a pesar de la ambivalente relación que las editoriales tuvieron con Vian, ahora ha sido ya admitido en el panteón de los grandes literatos pues en el 2009, en el cincuentenario de su muerte, se publicaron biografías y dossiers, y Gallimard publicó sus obras completas.

Justamente debido a esta conmemoración, se publicó en español, por primera vez (en Tusquets, en España en diciembre de 2009 y en México en mayo de 2010), la primera novela de Boris Vian, cuyo título original me parece difícil de traducir: Trouble dans les andains. Tusquets la publicó, con traducción de Juan Manuel Salmerón, como A tiro limpio (aunque según Wikipedia hay otras dos ediciones castellanas cuyos títulos hacen desconfiar de sus traducciones: Jaleosas andadas y Temblor en los Andes).

A tiro limpio fue escrita por Boris Vian cuando tenía 23 años de edad, y dijo que la había escrito para sus amigos. Supongo que con esto no se refería sólo a que estaba dedicada al gusto de sus amigos, sino a que pensaba hacer (o lo hizo, no sé) una edición de tiraje limitado para regalársela, o que simplemente se las leyó en alguna de sus míticas fiestas. La novela es en realidad un chiste. Es breve y es surrealistamente loca. Es muy divertida en algunos pasajes y es ya plenamente borisvianesa. Quizá no sea el mejor libro para comenzar a leer la obra de Vian, pero para quienes ya han leído algunas de sus novelas, A tiro limpio es interesante por ser ésta el inicio de su trabajo literario, aún si él mismo no la tomó en serio.

El conde Adelfín de Belfulano («nacido hacía treinta años, se preciaba con justo título de tener un cuerpo que muchos monitores de gimnasia normalmente constituidos le habrían envidiado si hubieran sido víctimas de tres accidentes de automóvil consecutivos y de varias explosiones bien controladas») se prepara para ir a una fiesta en la casa de la baronesa de Cantorina. Pasa por su amigo Serafinio Alvaraide y llegan a la reunión. Ahí, tras un apagón, Adelfín se da cuenta de que le han robado un extraño objeto, un barbarón bífido auténtico. Y comienza la aventura, en la que también participan el mayor Loostiló (el origen de este apellido es maravilloso, además aunque se llama Jacques Loostiló «usaba tarjetas de visita con el nombre de Jean Dupont, pero eran robadas» ) y su amigo Antioquío Timbratimbres. Hay otro personaje interesante, que en unos capítulos es inca y en otros es azteca, llamado Popotepec Atlazotl.

La aventura, la verdad, no soy capaz de resumirla. Suceden demasiadas cosas en pocas páginas. Es una alucinación, un verdadero viaje surrealista, en el que los personajes se trasladan en Cadillac, en hidroavión, en bote, nadan, buscan al Barón Visi, se enfrentan a un villano de apellido Vandenbuic, lanzan granadas, disparan, son atacados, atacan… En el camino encuentran un manuscrito que les proporciona extrañas claves relacionadas con su caso. Hasta que logran su objetivo… creo.

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A tiro limpio. Boris Vian. Traducción de Juan Manuel Salmerón. Tusquets Editores. Colección Andanzas número 708. 1a edición, España: diciembre de 2009. 1a edición en México: mayo de 2010. 114 págs.



viernes, 16 de noviembre de 2012

La mujer que arañaba las paredes, de Jussi Adler Olsen






La mujer que arañaba las paredes
de Jussi Adler Olsen

Jesús Guerra
Edición danesa

El detective Carl Mørck de la policía de Copenhague está deprimido, y enojado, y confundido. En una investigación, meses atrás, en que él y dos de sus compañeros fueron balaceados por una banda criminal, el que mejor salió librado fue Carl, con un rozón de bala en el rostro. Otro de sus compañeros murió, y el tercero quedó paralítico del cuello para abajo. Carl no tiene muy claro qué sucedió pero siente culpa por sus compañeros. La culpa del sobreviviente. Carl es un policía rebelde, pero después de lo sucedido está peor. Se ha convertido en una suerte de problema para la policía.

Edición de Gran Bretaña
Por otra parte, y por cuestiones políticas, se crea un nuevo departamento, llamado "Q", y se le da buen presupuesto, para que la policía destine recursos económicos y humanos a resolver casos que han quedado pendientes, lo que a los políticos les parece inaceptable. Al interior de la policía la noticia se recibe de manera ambigua, por una parte el dinero es bienvenido, por la otra, suponen que el nuevo departamento es inútil, si los casos no se resolvieron en su momento, ¿por qué se van a resolver ahora? En todo caso, el jefe decide darle el puesto a Carl, y le ubica la oficina en el sótano. Se trata de tenerlo controlado y lejos. Y no le dan más asistentes que un inmigrante musulmán, Assad, y eso para que limpie la oficina del flamante Departamento Q. 

Edición francesa
Mientras Assad limpia y reza, en un cubículo de la oficina del sótano, Carl dormita con las piernas sobre el escritorio, pero entre sueño y sueño, le echa un ojo a los muchos fólders de casos no resueltos. Finalmente decide trabajar en uno de esos casos, uno famoso, de cinco años atrás: la desaparición de una parlamentaria de 35 años, guapísima y excelente para las relaciones públicas: Merete Lynggaard. Carl comienza por revisar todo lo que se hizo en la investigación anterior, y a investigar de nuevo, a llenar los huecos, a corregir errores, y para su sorpresa, Assad, ese personaje «exótico» que prepara tés extraños y lleva a la oficina comidas picantes, resulta un tipo inteligente y preparado, buen observador y sabe pensar, y así, Carl y su asistente de limpieza comienzan a encontrar los puntos de luz en la oscuridad del misterio de Merete Lynggaard, la cual, ellos no lo saben pero los lectores sí: cinco años después de su desaparición, sigue viva.

Edición estadounidense
Esta novela, escrita por el autor danés Jussi Adler Olsen (nacido en Copenague en 1950), es la primera de las cuatro que ya ha publicado en Dinamarca de la serie del Departamento Q, y, como es el caso de muchas novelas policiacas nórdicas de nuestros días, ha sido un enorme éxito de ventas, primero en Dinamarca, luego en los países nórdicos vecinos y en Alemania, y luego en muchos otros países del mundo y en más de veinte idiomas. El título original en sueco podría traducirse al español como «Mujer enjaulada», sin embargo en nuestro idioma se llama La mujer que arañaba las paredes, en Gran Bretaña y en Francia tiene títulos que significan 'misericordia' y en los Estados Unidos fue publicada con un título que podríamos traducir como «el guardián de las causas perdidas».  

Edición en chino
Es interesante comparar este libro con los de Camilla Läckberg, Mari Jungstedt y Henning Mankell, por ejemplo. Aunque todos son nórdicos y policiacos, hay diferencias notables en sus obras por su nacionalidad y por su género. Jussi Adler Olsen es el más próximo, por ejemplo, a la novela negra norteamericana, por su dureza, por estar ubicada la historia en una gran ciudad (a diferencia de las ciudades pequeñas o pueblos incluso de los autores suecos mencionados), y es el que más sentido del humor inyecta en su narración. Eso no quiere decir que no me gusten los otros autores, simplemente subrayo algunas diferencias interesantes. Y está el acierto enorme del personaje de Assad, el extravagante Watson del nórdico Holmes. Y como autor hombre, su novela es más ruda, en todos los sentidos, no sólo en lo criminal.

La mujer que arañaba las paredes, el primer volumen de la serie del Departamento Q, es una obra realmente interesante y muy entretenida, y a su autor, Jussi Adler Olsen, definitivamente hay que seguirlo, al igual que a la mayor parte de los autores de esta impresionante invasión nórdica.

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La mujer que arañaba las paredes. Jussi Adler Olsen. Traducción de Juan Mari Mendizabal. Océano Exprés / Maeva. 1a edición: 2012. 432 págs.

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Esta novela puede conseguirse en la Librería del Fondo Carlos Monsiváis. Ramos Arizpe esquina con Cuauhtémoc, Zona Centro, C.P. 25000. Saltillo, Coahuila, México. Tel: 01 (844) 412.0153 y 414.9544.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Recomendaciones de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis (12-nov-12)



Recomendaciones
de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis



El mito del salvaje
Roger Bartra
Fondo de Cultura Económica
$ 345.00

Este volumen reúne por primera vez dos obras fruto de una intensa investigación antropológica y sociológica: El salvaje en el espejo y El salvaje artificial. En ellas, Roger Bartra analiza las representaciones iconográficas y las expresiones literarias de este mito, y articula perfectamente una idea que recorre de principio a fin la historia de nuestra civilización y configura la identidad del salvaje europeo: todo progreso cultural y político de Occidente, todo hito de la sociedad europea, ha tenido como contrapunto a un salvaje que mora en las fronteras de la civilidad. Este libro es un viaje arriesgado por el mundo de unos extraños seres que moran en el bosque de nuestra imaginación.





Sociología de las tendencias
Guillaume Erner
Gustavo Gili
$ 380.00

Este libro nos introduce en el mundo de las tendencias desde un enfoque sociológico. A través de su habitual estilo desenfadado y de una clara vocación divulgativa, Guillaume Erner elabora un relato irónico y entretenido sobre cómo unos individuos, distintos los unos de los otros, sin haberse puesto previamente de acuerdo, muestran tener los mismos deseos de forma simultánea.

Sociología de las tendencias explora la historia reciente de este fenómeno y presenta los principales enfoques teóricos con los que se ha abordado la investigación de las modas. Asimismo, examina los mecanismos de propagación de las tendencias desde la imitación hasta las redes de influencia, el papel del individuo en estas convergencias del gusto colectivo y, finalmente, las cuestiones clave que afectan a la previsión y a la utilización de tendencias, como son la propagación dirigida, el papel de las agencias de estilo o el espacio reservado para la creatividad.

Se trata pues de una introducción al tema accesible y amena, repleta de anécdotas y ejemplos, especialmente dirigida a todos aquellos profesionales y estudiantes que de una manera u otra están vinculados a la creatividad, la difusión y el consumo: diseñadores, directores de arte, estilistas, coolhunters, publicistas, responsables de márketing, periodistas, críticos, analistas, sociólogos... Una amplia audiencia que encontrará en este volumen muchas de las respuestas que esclarecen este fenómeno colectivo tan vasto como poco estudiado.

Guillaume Erner (París, 1968) es investigador asociado del laboratorio GEMAS de la Université Paris-Sorbonne y profesor de sociología en el Institut d'Etudes Politiques de Paris y el Institut Catholique de Paris. Especializado en sociología del consumo, la moda y las tendencias, es también autor de Víctimas de la moda. Cómo se crea, por qué la seguimos (Editorial Gustavo Gili, 2005) y La société des victimes (La Découverte, 2006).





La vida y la muerte me están desgastando
Mo Yan
(Premio Nobel de Literatura 2012)
Editorial Kailas
$ 606.00


El terrateniente Ximen Nao es ejecutado y baja al inframundo, donde le condenan de forma ilícita a reencarnarse en un burro. Así comienza un inesperado ciclo de vidas, muertes y transmigraciones en distintos animales, pero sólo en el exterior, porque su mente y sus recuerdos siguen siendo los del hombre que era antes de morir.

Una realidad cruda, difícil de aceptar y agotadora, ya que en cada una de sus reencarnaciones sufre una nueva injusticia, reflejo de las costumbres de un condado remoto de la China de la segunda mitad del siglo XX.

La vida y la muerte me están desgastando es un relato magistral al que no le falta el humor más ocurrente y ácido. Mo Yan se convierte en personaje, cita su propia obra y se ríe de sí mismo. Una apuesta arriesgada que roza la perfección desde la perspectiva más exigente.





Libertad
Jonathan Franzen
Editorial Salamandra
$ 235.00

Libertad (Freedom) de Jonathan Franzen. Esta novela se convirtió en un acontecimiento incluso antes de su publicación. En 2001, la publicación de la tercera novela de Jonathan Franzen, Las correcciones, consagró a su autor como uno de los más destacados escritores norteamericanos contemporáneos. Aquella obra, una saga familiar inmisericorde, ganó el National Book Award, vendió cuatro millones de ejemplares y obtuvo un eco internacional extraordinario. Franzen ha empeñado nueve años en escribir su siguiente novela, Libertad, el minucioso retrato de una familia que, al igual que Las correcciones, puede leerse como una incisiva radiografía de nuestro tiempo. El entusiasmo de la crítica y de los lectores, tanto en Estados Unidos como en los diferentes países donde Libertad ya se ha publicado, ha superado, si cabe, al entusiasmo que suscitó su predecesora. Sus personajes «no tienen poderes mágicos, ni resuelven ningún misterio y tampoco viven en el futuro dice la revista Time. No muerden al otro, o, en todo caso, no más de lo estrictamente necesario. Freedom no es un microcosmos: es un cosmos». Por algo Barack Obama fue su primer lector. Antes de que hubiera salido al mercado oficialmente, el Presidente le pidió a la editorial que le hiciera llegar un ejemplar. Franzen ambiciona describir el mundo, pero no a través de grandes hombres, sino de ciudadanos ordinarios, de vidas aparentemente intrascendentes, examinadas con microscopio. Libertad es la historia de Patty y Walter Berglund, clásicos progresistas americanos, ella ex jugadora de baloncesto universitario, competidora compulsiva y madre perfecta; él abogado ecologista y padre ejemplar. Con el nuevo milenio la Casa Berglund empieza a desmoronarse. Patty recupera el amor platónico de juventud, el rockero Richard Katz, que es el mejor amigo de Walter, y a Walter le ofrecen un trabajo en una organización conservacionista financiada por un magnate texano ligado a la industria del carbón y el petróleo. Los Berglund se mudan de Saint Paul (Minnesota) a Washington DC, y todo empieza a complicarse.





La fabricación de nuevas patologías
Emilio La Rosa
Fondo de Cultura Económica
$ 185.00, menos el 15 % de descuento

En este libro, Emilio La Rosa desarrolla la idea de que abordar el tema de la salud no es únicamente una cuestión científica, sino que lleva implícitos diversos aspectos, algunos de ellos insospechados, tales como la proliferación de «nuevas afecciones» y de no-enfermedades, la medicalización de la vida, la producción indiscriminada de medicamentos cuyo beneficio terapéutico no es significativamente superior al de los ya existentes y la problemática referida a los conflictos de intereses económicos implicados, entre otros.

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Librería del Fondo Carlos Monsiváis
Ramos Arizpe esquina con Cuauhtémoc
Zona Centro, C.P. 25000
Saltillo, Coahuila, México
Tel: 01 (844) 412.0153 y 414.9544
Blog: LibreriaFondoCarlosMonsivais.blogspot.com



Los 100 mejores libros del siglo XX (de Le Monde y Fnac)





Los 100 mejores libros del siglo XX (de Le Monde y Fnac)

Jesús Guerra

A quienes les gustan las listas de «Los 100 mejores» de lo que sea, he aquí la lista del diario Le Monde sobre los 100 mejores libros del siglo pasado. Ya sabemos que es imposible determinar realmente los 100 mejores libros de un siglo, simplemente porque nadie ha leído todos los libros del siglo para poder determinarlo, sin embargo se hacen intentos que sirven, por lo menos, como guías de lectura. Está claro que podríamos conseguir diez listas diferentes en las que coincidirían sólo algunos de los títulos, y así podríamos llegar a juntar por lo menos 900 títulos: esa sería una gran guía de lectura... que, leyendo un libro por semana, nos podría tomar alrededor de 18 años en leer. 

Ya tenemos en este blog varios listados semejantes, así que agregamos ahora éste de Le Monde. En el año de 1999 la compañía francesa Fnac (que incluye una serie de librerías estupendas) y el diario parisino Le Monde realizaron una encuesta entre lectores franceses. A partir de una lista de 200 títulos seleccionada por periodistas y por librerías, los lectores tenían que escoger algunos títulos (no sé cuántos por lector), pero la idea era sacar los 100 mejores libros del siglo XX. Sin embargo, la pregunta para los votantes no era «cuáles son los mejores libros del siglo» sino «¿Qué libros se han quedado en su memoria?» 

Evidentemente esa lista preseleccionada tiene sus pros y sus contras, pero no entraremos en detalles estadísticos. Y, evidentemente, también, si los lectores fueron sólo franceses (es decir lectores habitantes de Francia que leían libros publicados en francés), la lista tenía que ser muy francesa. La lista es, de todas maneras, interesante. A los pocos meses de que apareció, el novelista y crítico literario, en ese momento joven, Frédéric Beigbeder, publicó un libro (editado después en español, por Anagrama, con el título Último inventario antes de liquidación), en el que comentó la lista, y comentó los primeros 50 títulos. Entre sus críticas, obviamente, estaba el hecho de que la lista está muy cargada a la lengua francesa, en primer lugar, y a Francia, en segundo.

A continuación transcribo sólo los primeros 26 títulos, y luego encontrarán la liga a la página de Wikipedia en donde se encuentra el listado completo, junto con otros datos interesantes, para que la puedan consultar, y, les recomiendo, copiar. Primero aparece el número del libro según el número de votos (y yo agregué un asterisco antes de los números de los libros escritos en francés), luego viene el título del libro (y, entre paréntesis, el título alternativo, en caso de existir diferentes ediciones en español), el nombre del autor, el año de publicación original, el idioma en que fue escrita la obra y el país del autor.

*1. El extranjero. Albert Camus. 1942. Francés. Francia (Argelia francesa)
*2. En busca del tiempo perdido (A la búsqueda del tiempo perdido). Marcel Proust. 1913–1927. Francés. Francia
3. El proceso. Franz Kafka. 1925. Alemán. Imperio austrohúngaro, Checoslovaquia
*4. El principito (El Pequeño Príncipe). Antoine de Saint-Exupéry. 1943. Francés. Francia
*5. La condición humana. André Malraux. 1933. Francés. Francia
*6. Viaje al fin de la noche. Louis-Ferdinand Céline. 1932. Francés. Francia
7. Las uvas de la ira (Las viñas de la ira). John Steinbeck. 1939. Inglés. Estados Unidos
8. Por quién doblan las campanas. Ernest Hemingway. 1940. Inglés. Estados Unidos
*9. El gran Meaulnes. Alain-Fournier. 1913. Francés. Francia
*10. La espuma de los días. Boris Vian. 1947. Francés. Francia
*11. El segundo sexo. Simone de Beauvoir. 1949. Francés. Francia
*12. Esperando a Godot. Samuel Beckett. 1952. Francés, Inglés. Irlanda, Francia
*13. El ser y la nada. Jean-Paul Sartre. 1943. Francés. Francia
14. El nombre de la rosa. Umberto Eco. 1980. Italiano. Italia
15. Archipiélago Gulag. Aleksandr Solzhenitsyn. 1973. Ruso. Unión Soviética
*16. Paroles. Jacques Prévert. 1946. Francés. Francia
*17. Alcoholes. Guillaume Apollinaire. 1913. Francés. Francia
*18. El Loto Azul. Hergé. 1936. Francés. Bélgica
19. Las habitaciones de atrás (Diario de Ana Frank). Anne Frank. 1947. Neerlandés. Alemania, Países Bajos
*20. Tristes trópicos. Claude Lévi-Strauss. 1955. Francés. Francia
21. Un mundo feliz. Aldous Huxley. 1932. Inglés. Reino Unido
22. 1984. George Orwell. 1949. Inglés. Reino Unido
*23. Astérix el Galo. René Goscinny y Albert Uderzo. 1959. Francés. Francia
*24. La cantante calva. Eugène Ionesco. 1952. Francés, Rumano. Rumania, Francia
25. Tres ensayos sobre teoría sexual. Sigmund Freud. 1905. Alemán. Austria
*26. Opus Nigrum. Marguerite Yourcenar. 1968. Francés. Francia, Bélgica



Como pueden ver sí está la lista muy cargada a la lengua francesa y a Francia, ¿verdad? De los primeros 26 títulos, 17 fueron escritos en francés y nueve en otros idiomas. Hasta aquí no ha aparecido ninguna obra escrita en español. Sólo hay tres: en el lugar 33 se encuentra Cien años de soledad, del colombiano Gabriel García Márquez; en el lugar 79 está Ficciones, del argentino Jorge Luis Borges, y en el lugar 83 aparece el Romancero Gitano del poeta español Federico García Lorca.

De los 74 títulos restantes, 32 son en francés. O sea que de las 100 obras de la lista, 49 fueron escritas en lengua francesa. No importa, lo repito, es una lista que no podía ser imparcial pero que de todas maneras es muy interesante... (Uno no puede dejar de preguntarse, por ejemplo, si realmente alguno de los votantes leyó El ser y la nada, de Sartre [número 13]).

Pueden revisar los 100 títulos aquí: