martes, 29 de mayo de 2018

Recomendaciones de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis


Recomendaciones
de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis



Estoicismo cotidiano
366 reflexiones sobre la sabiduría, la perseverancia y el arte de vivir
Ryan Holiday y Stephen Hanselman

«Una rica fuente de sabiduría práctica… para tener más claridad, efectividad y serenidad cada día.»
Jack Canfield, coautor de la serie Caldo de pollo para el alma

¿Por qué las mentes más grandes de la historia como George Washington, Ralph Waldo Emerson, los directores de grandes compañías y entrenadores deportivos han adoptado el pensamiento de los antiguos estoicos? Es sencillo: todos ellos se han dado cuenta de que la sabiduría más valiosa es atemporal, y que la filosofía es un camino para mejorar nuestra vida día a día.

Estoicismo cotidiano ofrece ideas y citas de Marco Aurelio, Séneca, Cicerón, Diógenes y Epicteto, entre otros pensadores, para todos los días del año. Aquí encontrarás frases de gran alcance, anécdotas históricas y comentarios provocativos para afrontar la adversidad y dar lo mejor de ti mismo.

Siguiendo estas enseñanzas en el curso de un año (y en los años venideros) hallarás la serenidad, el autoconocimiento y la fortaleza que necesitas para vivir mejor cada día.

Ryan Holiday es un escritor, mercadólogo y empresario interesado en el desarrollo personal y empresarial. Es editor de medios del New York Observer y ha colaborado en medios como Forbes y The Huffington Post. Es autor de Confía en mí, estoy mintiendo y El obstáculo es el camino.

Stephen Hanselman, editor, escritor y agente literario, ha colaborado por más de treinta años en la industria editorial. Trabaja con temas como liderazgo, comunicación, creatividad, productividad, innovación y emprendimiento.

Océano
Colección Para Estar Bien
428 págs.

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La vida interior de los animales
Peter Wohlleben

Solícito como una ardilla, leal como un cuervo, compasivo como un ratón de campo, triste como una cierva…
¿Pueden los animales tener tales emociones? ¿Cabe una vida emocional tan vasta que no esté sólo reservada a los seres humanos?

Mediante los más recientes conocimientos científicos, ilustrados con observaciones y experiencias personales con animales, el apasionado guardabosques Peter Wohlleben dirige profundas miradas a un mundo apenas investigado: los complejos comportamientos de los animales del bosque y de granja, su vida emocional y consciente. Y entendemos que tenemos a los animales más cerca de lo que nos imaginábamos. Fascinante, esclarecedor, ¡a veces increíble!

Peter Wohlleben, nacido en 1964, estudió ingeniería forestal y pasó más de veinte años de su vida trabajando al servicio de la Comisión Forestal de su país. Posteriormente, abandonó esa tarea porque deseaba profundizar en sus ideas sobre ecologismo y ponerlas en práctica. En la actualidad, dirige una iniciativa privada medioambiental en una zona boscosa en la que trabaja con el afán de retornar a la naturaleza los bosques primigenios. Wohlleben también imparte seminarios y conferencias, y ha escrito diversos libros sobre los bosques y la protección del medio ambiente.

Ediciones Obelisco
Colección Espiritualidad y Vida Interior
216 págs.

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Moronga
Horacio Castellanos Moya

Un imprescindible de la literatura latinoamericana. Horacio Castellanos Moya es una de las voces más provocadoras, originales y relevantes de la generación de Bolaño.

José Zeledón, hombre silencioso y huraño, vive atormentado por su violento pasado. Tras huir de El Salvador con una nueva identidad después de la guerra civil, ha logrado pasar desapercibido durante años en Estados Unidos. Ahora debe dejar atrás Texas y empezar de nuevo en Wisconsin, donde un antiguo compañero de la guerrilla le ha conseguido una habitación amueblada en la ciudad universitaria de Merlow City y un trabajo de conductor de autobús escolar. Su anodina nueva vida se verá alterada al descubrir que otro compatriota salvadoreño, el experiodista Erasmo Aragón, ejerce como profesor en el Merlow College mientras busca esclarecer la muerte del poeta revolucionario Roque Dalton.

Castellanos Moya es uno de los autores más incisivos y singulares de su generación y el único que, según Roberto Bolaño, ha sabido narrar «el horror, el Vietnam secreto que durante mucho tiempo fue Latinoamérica». Al igual que otros personajes de Moronga, Zeledón y Aragón son supervivientes del horror, seres paranoicos y en permanente estado de alerta. Ambos nos cuentan en primera persona historias en las que asoma su pasado, la guerrilla y el narco, mientras el autor entreteje una intrincada telaraña de violencia que atrapa al lector hasta alcanzar un trepidante final en el que todos los caminos se unen.

«Castellanos Moya es una figura estelar en el todavía en marcha segundo boom de la literatura latinoamericana.»
-The New York Review of Books

«Es un melancólico y escribe como si viviera en el fondo de alguno de los muchos volcanes de su país.»
-Roberto Bolaño

«El instinto de Castellanos Moya por el humor también marca su trabajo: captura el absurdo noir que surge en los escenarios más mordaces o improbables.»
-The New York Review of Books

«Castellanos Moya tiene esa excepcional capacidad de escribir novelas aceleradas y completas, que lo desbordan a uno pero que también están bella y dramáticamente modeladas.»
-George Saunders

«Castellanos Moya demuestra la alta calidad de la narrativa en lengua castellana, consecuencia de sus dotes y de sus experiencias personales.»
-Joaquín Marco, El Cultural

«Es uno de los escritores más auténticos de Centroamérica, capaz de trasladar a su ficción el ambiente de violencia que se ha respirado en El Salvador bajo formas que escapan a toda tradición y con una voluntad de estilo tan potente como original.»
-Diego Gándara, La Razón

Literatura Random House
336 págs.

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jueves, 24 de mayo de 2018

Primeras líneas "El alcalde de Furnes" en dos idiomas




Primeras líneas...

El alcalde de Furnes
de Georges Simenon

en dos idiomas



Cinq heures moins deux. Joris Terlinck, qui avait levé la tête pour regarder l'heure à son chronomètre qu'il posait toujours sur le bureau, avait juste le temps devant lui.

Le temps d'abord de souligner au crayon rouge un dernier chiffre et de refermer un dossier dont le papier bulle portait la mention : « Projet de devis pour l'installation de l'eau et en général pour tous les travaux de plomberie du nouvel hôpital Saint-Eloi. »

[Le bourgmestre de Furnes. Versión original en francés de Georges Simenon. Paris, Gallimard, 1939.]

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Las cinco menos dos minutos. Joris Terlinck -que había alzado la cabeza para mirar la hora en su cronómetro, colocado, como siempre, sobre el escritorio- tenía el tiempo justo. El tiempo para subrayar, primero, con tinta roja una última cifra y cerrar una carpeta en cuyo basto y amarillento papel figuraba la mención: «Proyecto del presupuesto para la instalación del agua y, en general, para todos los trabajos de fontanería del nuevo hospital Saint-Eloi».

[El alcalde de Furnes. Traducción al español de Carlos Manzano. Tusquets Editores. 1a ed., Barcelona, noviembre de 1993. 1a reimpresión en México, diciembre de 1993.]




martes, 15 de mayo de 2018

El alcalde de Furnes, de Georges Simenon





El alcalde de Furnes
de Georges Simenon

Jesús Guerra

En las entradas anteriores comenté brevemente la vida y la enorme obra del escritor belga Georges Simenon (nacido en 1903 y fallecido en 1989). De manera muy simplificada podemos decir que sus novelas se dividen en cuatro líneas: sus novelas pulp, sus narraciones sobre el Comisario Maigret, sus novelas duras (como las llamaba él, que serían sus novelas más literarias) y sus escritos autobiográficos.
 
Una edición antigua
en español
Hoy comentaré una sus novelas duras. Se trata de El alcalde de Furnes, obra publicada por la editorial Gallimard en el año 1939. El personaje central es Joris Terlinck, un hombre grande, pelirrojo, mal encarado, de origen humilde que ha logrado ser rico y además convertirse en el alcalde de un pueblo belga llamado Furnes, en la parte belga en la que se habla predominantemente el flamenco. Joris Terlinck es desdeñoso con sus subordinados de la alcaldía, es un hombre dictatorial, muy serio, que todo el día fuma puros fabricados en su fábrica. A lo largo de la historia nos vamos enterando cómo fue que consiguió hacerse de la fábrica y, tiempo después, de la alcaldía, y no precisamente con los métodos más honestos.
 
Edición en francés
Joris está casado con Thérésa, una mujer de la burguesía, la cual le tiene miedo a su marido y no se atreve a hablar con él de manera franca. La hija de ambos, llamada Émilia, tiene problemas mentales serios, y como Joris la adora, en lugar de tenerla en una institución adecuada, la mantiene como prisionera en el piso alto de la casa, y como la joven únicamente soporta la presencia de su padre es él quien le lleva de comer, la baña y limpia el cuarto, el cual de todas maneras se encuentra en una condición lamentable. La cocinera de la casa fue amante de Joris años atrás, y tienen un hijo, y Thérésa lo sabe.

El más grande enemigo de Joris Terlink en el pueblo es Léonard Van Hamme, del grupo conservador, también millonario, quien ya ha sido alcalde y quiere volver a serlo.
 
Edición en alemán
Una noche llega a la casa del alcalde uno de sus trabajadores de la fábrica de puros para pedirle prestado un dinero, ya que está en apuros pues es el novio no formal de Lina, la hija (ni más ni menos que) de Van Hamme, y la muchacha está embarazada. Pero esta historia no conmueve a Joris que se niega a prestarle el dinero y le habla de enfrentar las consecuencias de sus actos, etcétera. El joven amenaza con que se suicidará si no le presta el dinero, y Joris no le cree, así que lo despacha de la casa con las manos vacías.

Más tarde, esa misma noche, un policía le avisa al alcalde que el joven disparó a la ventana de la recámara de la hija de Van Hamme, sin llegar a herirla, y que luego se suicidó ahí mismo, en la calle. El alcalde, aunque no lo quiere demostrar, queda realmente impresionado por este hecho, y aunque no lo reconoce —ni siquiera a sí mismo—, se siente culpable de esa tragedia.
 
Edición en portugués
Este hecho, aunque en un principio no lo parece, tiene efectos muy fuertes en la personalidad y por lo tanto en la vida del alcalde, y como consecuencia, en su vida familiar y hasta en la situación política del pueblo. Joris comienza a manifestar una parte de sí mismo que le era desconocida y, quizás para equilibrar esto, en su familia y en su trabajo se vuelve más despótico de lo que ya era, y realiza ciertas acciones —que por supuesto no las comentaré para dejarlos que las descubran por ustedes mismos al leer esta novela interesantísima— que son interpretadas muy a la ligera por la gente del pueblo de Furnes, mismas que se convierten en rumores que impactan la vida personal y política del alcalde.

Como siempre, Simenon nos brinda un estupendo retrato sociopsicológico de sus personajes y nos muestra la vida de un pueblo belga a fines de los años 30. Retrata a los parroquianos del bar del pueblo, al grupo de los conservadores del club católico, a los empleados de la alcaldía, a los miembros de la élite del pueblo, a los jóvenes, a los políticos, a los burgueses. Y nos brinda, de manera específica, el retrato de un hombre que se ha endurecido por los sacrificios que ha tenido que hacer para lograr ascender en lo social, en lo económico y en lo político, y que, al hacerlo, evidentemente por motivos egoístas, paradójicamente se ha olvidado de sí mismo y ha convertido su vida en una rutina aburrida y triste, disfrazada de seriedad y solemnidad, y ha convertido en tristes, también, las vidas de cuantos le rodean. Al lograr lo que quería, ha perdido su vida y ha destruido otras.
 
Edición en francés
Por lo menos esta es una de las interpretaciones posibles de esta novela. Ustedes, al leerla, formarán su opinión propia.

Como ya he mencionado en otras entradas, existen diversas ediciones de los libros de Simenon, y es muy probable que en algún momento la publique la editorial Acantilado, la cual ha señalado que publicará la obra completa de Simenon, pero hasta donde yo sé, aún no publica esta novela. Sin embargo, la edición que aún se consigue es la que publicó la editorial Tusquets en los años 90.

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El alcalde de Furnes. Georges Simenon. Traducción de Carlos Manzano. Tusquets Editores, colección Andanzas. 224 págs.




lunes, 7 de mayo de 2018

Maigret, de Georges Simenon





Maigret
de Georges Simenon

Jesús Guerra


Simenon y Maigret
En la entrada anterior comentamos que Simenon, quien escribía a una velocidad endiablada, publicó alrededor de 527 novelas. De ellas, 176 las publicó bajo 27 seudónimos diferentes. Eran novelas de diversos géneros populares, escritas para comer. Y yo supongo que ahora esas 176 novelas están olvidadas. Pero las 351 novelas y novelas cortas que quedan son las que publicó con su nombre, y ésas están divididas entre las que para él eran sus «novelas duras» y las que, aunque inicialmente comenzó a escribir también para comer, lo hicieron famoso: las 75 novelas y 28 relatos largos del Comisario de la Policía Judicial de Francia, Jules Maigret (esto según la página en francés de Wikipedia dedicada a Simenon, y según el sitio de la editorial Acantilado, la editora oficial de sus libros ahora, las obras de Maigret son 72 novelas y 31 relatos). Estas obras son las que más se han vendido y se siguen vendiendo de su producción, más algunas de sus novelas serias, o novelas duras, más su novela autobiográfica, llamada Pedigrí.


En una entrevista aparecida en el periódico El País, el año pasado, hecha a su hijo John Simenon —nacido en 1949 en Estados Unidos, en donde el autor radicó alrededor de 10 años—, quien actualmente es el director y único empleado de tiempo completo de las empresas Georges Simenon Limited y Maigret Productions Limited, encargadas de manejar todo lo relacionado con la venta de derechos para publicaciones, traducciones y adaptaciones cinematográficas de las obras de su padre, habló acerca la creación del investigador Maigret. Dijo: «No fue casual, lo buscó: había acabado su etapa anónima en la literatura pulp y al saltar a la novela seria le pareció que para estructurarla le sería más sencillo con un detective: construir una novela es estar en la cuerda floja; con un detective es como estar en un balcón con barandilla». Y más adelante, explicó: «Decidió moldear un comisario contrario a todos los cánones de la época dorada del género, era todo lo que los demás no eran: Maigret no es inteligente, es grandote, habla poco, no es deductivo como Holmes sino intuitivo y, sobre todo, no investiga el delito a lo Poirot sino a las personas».


Así es, el método de este investigador es el de buscar comprender a las personas involucradas en un hecho criminal, comprender la situación, para poder comprender los motivos, y es que en el mundo de Maigret no existen las grandes conspiraciones ni las súpermentes criminales, como en las novelas policiacas anglosajonas, sino que el hecho criminal se produce siempre entre personas comunes y corrientes; o entre delincuentes de tamaño medio... por lo menos, en términos generales así es.

El comisario Jules Maigret es un hombre grande, corpulento, que lleva sombrero y abrigo, y siempre trae pipa, la cual fuma incesantemente. Le gusta la comida y la bebida, sobre todo la cerveza, así que en muchas de las novelas pasa mucho tiempo en bares y cafés. Está casado, su mujer se llama Louise. Aunque a lo largo de las novelas el autor va dando información de la biografía de su investigador, la verdadera biografía de Maigret se encuentra en una novela llamada Las memorias de Maigret, que es, lógica pero curiosamente, la única novela con este personaje que no es policiaca.


Por lo general, las novelas de Maigret transcurren en París, pero el autor se las ingenió para sacarlo a investigar casos en otros lugares, estando de vacaciones, por ejemplo. El tiempo de Maigret como investigador son los años que van de la década de los 30 a la de los 60. Las novelas son cortas, de entre 160 y 200 páginas, aproximadamente, y son de argumento mucho más sencillo que las novelas negras contemporáneas. Se dejan leer con rapidez, pero son innegablemente interesantes, y, para muchas personas, adictivas.

Dejando a un lado a Inglaterra, que tiene una riquísima tradición de novela de misterio y policiaca, en el resto de Europa Simenon es considerado el iniciador de la novela policiaca gracias a su serie con el comisario Maigret. Y es tan famoso que, por ejemplo, en Lieja, la ciudad en la que nació Simenon, existe una plaza llamada Del Comisario Maigret, y en un parque, en Holanda, existe una escultura de Maigret.

Con respecto a los libros en español de este personaje, hay una colección que fue muy popular, que publicó todas las novelas de la serie, llamada simplemente Las Novelas de Maigret, de Luis de Caralt Editor, de Barcelona. No sé cuándo comenzó a publicar la serie, pero todavía se imprimía o reimprimía en los años 70. Y en nuestro país aún se consiguen libros de estas ediciones en librerías de viejo. En la contraportada de los libros venía la lista de los libros publicados. En uno de los últimos aparecían 78 títulos. Supongo que era la serie completa. Y venía un texto que acompañaba el listado, que decía así: «Un buen día, un escritor prestigioso, Simenon, creó una figura inconfundible: el sagaz, reservado e inteligente inspector Maigret. Con él, la novela policiaca, conservando todos sus incentivos de acción y misterio ganó en dignidad, en lógica, en humanidad. Pintor fiel y brillante de tipos y ambientes, observador condescendiente de los hombres y las cosas, Simenon ha hecho del género policiaco un género literario».

Hay muchas ediciones que ya sólo se consiguen en librerías de libros usados: las obras selectas de Maigret, en Aguilar; las obras completas de Maigret en Orbis, que venían en tomos con tres o cuatro novelas y se vendían en puestos de periódicos en los años 80; las ediciones de obras de Simenon en Planeta, en Tusquets, y están las nuevas ediciones de la editorial Acantilado.

Maigret, la novela
La novela llamada sólo Maigret tiene la particularidad de que debía ser la última pero no lo dejaron. Cuando su editor era Fayard, de París, Simenon le entregó una especie de plan de publicación de una serie de 19 novelas policiacas para un personaje nuevo, el comisario Maigret. Y esta novela lleva por título el apellido del personaje. Fue la número 19 de la serie propuesta a Fayard, y por lo tanto el comisario aparece en esta obra ya retirado de la policía francesa. Está pensionado y vive en un pueblo cercano a París, con su esposa.



Una noche, un sobrino de su mujer, un joven que trabajaba como policía en París, llamado Philippe Lauer, tocó a la puerta de la casa de los Maigret. Necesitaba ayuda. Estaba metido en un lío porque había cometido un par de errores garrafales. El joven policía estaba encargado de vigilar a un sujeto que aparecía como el dueño de un cabaret del barrio de Montmartre, pero que la policía sospechaba que era en realidad sólo el prestanombres de un mafioso. El hombre al que vigilaba era Pepito Palestrino, un italiano de 29 años. El policía se quedó escondido en el cabaret cuando la clientela se fue porque iban a cerrar, cuando escuchó unos disparos. Mataron al hombre al que vigilaba y no vio quién lo mató. El policía, asustado, salió del cabaret, pistola en mano, para ver si lograba ver al asesino, pero en realidad fue un peatón quien vio al joven policía salir del cabaret con la pistola, lo cual quiere decir que éste se encontraba en problemas, pues ahora era él —el policía, el sobrino político de Maigret—, quien aparecía como el principal sospechoso.


Por eso el joven Philippe llegó a la casa de su tío, para pedirle que lo ayudara a demostrar su inocencia. Y Maigret sabía que la única manera de demostrarla era encontrando al verdadero culpable. Así que esa misma noche, el comisario y su sobrino viajaron a París. Pero como en esta obra Maigret ya está retirado, tuvo que investigar por su cuenta, y únicamente contaba con la ayuda de algunos de los policías que trabajaron bajo su mando, los más cercanos, los de mayor confianza.

Maigret no es un investigador deductivo, no es un hombre que resuelve acertijos abstractos, es un policía de intuiciones, un policía que entiende a la gente, o como diríamos en estos tiempos, sabe leer a las personas. Y que sabe, también, utilizar su experiencia de años.


El cabaret en donde se cometió el asesinato se encontraba en la calle Fontaine, y Maigret estaba más o menos familiarizado con la fauna criminal de esa zona, así que lo que hizo fue ir a observar el área, ver a la gente, hasta que encontró el bar en donde él sabía que algo encontraría. Y, en efecto, encontró. Observó a los clientes, escuchó conversaciones, mientras bebía cerveza y fumaba su pipa, fue recabando nombres, atando cabos, siguió a algunos personajes. Ése es su método. Y cuando entendió más o menos cómo estaba el asunto, tendió una trampa.

Como ya mencioné, las novelas policiacas de Simenon son, en comparación con las actuales, bastante breves y sencillas. Si las comparamos, por ejemplo, con las series policiacas de televisión, son equivalentes a las series estadounidenses de los años 70 y 80. Muy directas, pero de todas maneras interesantes. En el caso de las novelas con el Comisario Maigret, lo mejor es «verlo» actuar, leer sus pensamientos, entender cómo, a través de su conocimiento de la gente y de la empatía, logra comprender las situaciones.


Otra de las cosas que son sumamente interesantes de sus novelas y relatos policiacos, es el retrato que el autor realiza del bajo mundo criminal de París desde los años 30 a los años 60. El retrato de los personajes es hecho a grandes pinceladas, pero de todas maneras preciso y claro.

Como ya apunté, esta novela fue la número 19 de Maigret que publicó en Fayard, e iba a ser la última, la despedida del comisario. Fue publicada primero por partes, en el periódico Le Jour, de París, del 20 de febrero al 15 de marzo de 1934. Y luego apareció en formato de libro ese mismo año. Simenon, después, cambió de editor, y este último le pidió más novelas de Maigret, y Simenon siguió escribiéndolas, hasta llegar a 75, más 28 novelas cortas o cuentos largos, también con Maigret. Y ahora lo sabemos, esta serie policiaca fue la que verdaderamente consagró a Simenon en el gusto de lectores de todo el mundo.


De esta novela se hicieron dos adaptaciones diferentes, ambas para la televisión. La primera es francesa y se llama como el libro, Maigret, de 1970, dirigida por Claude Barma, y como Maigret el actor Jean Richard.
La otra película es italiana, de 1972, con el título Maigret se pensiona, en la cual Maigret fue interpretado por Gino Cervi.

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La edición que yo tengo es la de Luis de Caralt Editor, con traducción de A. Morató. Impresa en 1973. 160 págs.