martes, 20 de febrero de 2018

Primeras líneas "Otra vuelta de tuerca" en tres idiomas



Primeras líneas...

Otra vuelta de tuerca
de Henry James

en tres idiomas



The story had held us, round the fire, sufficiently breathless, but except the obvious remark that it was gruesome, as on Christmas Eve in an old house a strange tale should essentially be, I remember no comment uttered till somebody happened to note it as the only case he had met in which such a visitation had fallen on a child.

[The turn of the screw. Versión original en inglés de Henry James. Se publicó por primera vez en 12 partes en la Collier's Weekly Magazine entre el 27 de enero y el 16 de abril de 1898.]


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Autour du feu, l'histoire nous avait tenus passablement haletants, mais je ne me souviens d'aucun commentaire à son propos — sinon ce constat évident qu'elle était sinistre à souhait, comme il convient à une histoire étrange contée dans une vieille demeure, le soir de Noël —, jusqu'à ce que quelqu'un risquât la remarque que c'életait le seul cas, à sa connaisance, d'une apparition surnaturelle advenant à un enfant.

[Le tour d'écrou. Traducción al francés de Monique Nemer. Le Livre de Poche, colección Les Classiques de Poche.]

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La historia nos había mantenido alrededor del fuego con el aliento en suspenso, pero con la excepción del comentario obvio de que era terrorífica, tal como deben ser los cuentos de Navidad en una casa antigua, no recuerdo que nadie dijera nada hasta que a alguien se le ocurrió señalar que era el único caso conocido de una aparición a un niño.

[Otra vuelta de tuerca. Traducción al español de Santiago Rodríguez Guerrero-Strachan (en el libro Daisy Miller, Otra vuelta de tuerca y otros relatos). Austral, colección Narrativa.]





viernes, 16 de febrero de 2018

Otra vuelta de tuerca, de Henry James





Otra vuelta de tuerca
de Henry James

Jesús Guerra


En mi comentario sobre la novela corta Los papeles de Aspern de Henry James (Nueva York, 1843-Londres, 1916) apunté que una de las características más interesantes de dicha obra es que a pesar de que no se trata, estrictamente hablando, de una obra de misterio, está escrita con tal maestría, que lo parece, y los lectores no podemos dejar de leerla. Ahora imaginen lo que Henry James era capaz de crear cuando escribía obras que sí eran de suspenso e incluso de terror. Este es el caso de otra novela corta de este autor, muy importante y muy famosa (incluso es, creo, su obra más leída, por lo menos en los países de lengua inglesa), llamada en español Otra vuelta de tuerca.
 
Edición en inglés
Esta novela, contada toda desde la perspectiva de uno de los personajes, la institutriz, es considerada por muchos críticos como la mejor novela de terror que se ha escrito. Pero eso sí, es un terror sutil (sobre todo, sutil para nuestro tiempo). He escuchado y leído opiniones de lectores jóvenes actuales a quienes esta obra no les termina de gustar (quizá no la terminan de comprender) y mucho menos les impresiona, y sólo la consideran una obra de mediana calidad; es evidente que se debe justamente a que son jóvenes y la juzgan comparándola con obras de nuestro tiempo, en donde el terror se ha vuelto demasiado obvio y grosero. Sin embargo, los lectores con mayor experiencia, con mayor sensibilidad y, por lo tanto, con más imaginación, reconocen la importancia y la efectividad de esta novela, además de que conocen la enorme influencia que ha tenido tanto en la literatura como en el cine del siglo XX.

Edición en francés
Otra vuelta de tuerca nos cuenta la historia de una institutriz que es contratada para hacerse cargo de los dos sobrinos de un hombre muy ocupado y con mucho dinero. Los niños son Miles, de unos 10 años de edad, quien ha sido expulsado del colegio, y su hermana menor, Flora, de unos siete años. Además de estos tres personajes centrales, está el tío, que casi no aparece en la novela, y la señora Grose, que es el ama de llaves de la mansión. Pero además hay otros dos personajes muy importantes, aunque en realidad es su sombra la importante, pues ambos fallecieron antes de la llegada de la institutriz a la casa. La señorita Jessel, que fue la anterior institutriz, quien al parecer tenía una especie de amistad especial con Flora, y el antiguo chofer y ayudante del señor, llamado Quint.

Edición en italiano
Al poco tiempo de la llegada de la nueva institutriz, comienzan a ocurrirle algunas cosas extrañas, escucha voces, ve sombras, y de hecho empieza a ver a la antigua institutriz en la casa... Y las cosas empeoran a medida que se va enterando de ciertos rumores que corrían sobre los ahora fallecidos, Jessel y Quint. En un momento dado, la institutriz piensa que los niños, Miles y Flora, han sido poseídos por Jessel y Quint...

Obviamente no puedo contarles más de esta historia, y la verdad es fundamental que la lean. Lo que sí puedo decirles es que esta novela fue un parteaguas en su momento (hay que recordar que esta novela se publicó en 1898), pues es un ejemplo perfecto de los que después el teórico literario Tzvetan Todorov caracterizó como literatura «fantástica», es decir, aquella que por la manera en que plantea la historia y la forma en que la expresa, puede tener por lo menos dos interpretaciones: una natural y una sobrenatural. Y lo fantástico consiste en realidad no sólo en la posibilidad de elegir una interpretación sobre la otra, sino, de alguna manera, en quedarnos a la mitad, en el hecho de que al escoger una interpretación nos sigue pareciendo probable o por lo menos nos siga llamando la atención la interpretación aparentemente desechada.
 
Adaptación a novela
gráfica, en francés
Esta novela ha tenido diversas traducciones al español, e incluso diversos títulos, que son pequeñas variantes de la misma idea. Hay ediciones con el nombre «Vuelta de tuerca», otras han aparecido como «La vuelta de tuerca», y el título más famoso en español es el de «Otra vuelta de tuerca», que sin duda es el mejor, y que se lo debemos al argentino José Bianco, uno de los traductores de esta obra, quien además fue escritor y editor de la revista Sur, y amigo de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Cazares y Victoria Ocampo.

En mi comentario sobre Los papeles de Aspern escribí que era una obra muy querida por los productores de cine, y mencioné diez versiones cinematográficas adaptadas de ese relato, pues Otra vuelta de tuerca debe de tener casi el doble de adaptaciones fílmicas, de Estados Unidos, Alemania, Francia, España, Inglaterra, y algunos otros lugares. La versión más antigua es una película de 1959, hecha para la televisión; las dos más nuevas son ambas de 2009, una para la televisión estadounidense y otra para la televisión italiana. Pero sin duda la versión más famosa es la segunda, llamada Los Inocentes, filmada en 1961, dirigida por Jack Clayton, con un guión coescrito por Truman Capote, y con la actuación de Deborah Kerr como la institutriz. Ojalá que en algún momento tengan la oportunidad de ver esta película, muy lograda, que consigue una atmósfera muy intensa y tiene algunas escenas verdaderamente aterradoras. Exactamente lo mismo que logra el libro de Henry James, una atmósfera de misterio y terror muy intensa.


Además, se han hecho muchas adaptaciones en diversos países y diversos idiomas para radio y teatro, y hasta hay una ópera con música de Benjamin Britten y libreto de Myfanwy Piper. Y, por supuesto, existen también adaptaciones al cómic o, como se les llama ahora, novelas gráficas.

Pero los lectores tenemos que poner de nuestra parte para que los libros de terror, sobre todo los que son más sutiles y sugerentes, como éste de Henry James, surtan el efecto deseado. Alguna vez alguien escribió que los cuentos de Edgar Allan Poe habían dejado de ser aterradores debido a la luz eléctrica. Y (en parte) es cierto. No es lo mismo leer una novela de terror solo, en una enorme habitación, silenciosa, a la media noche, iluminada sólo por algunas velas, que leer la misma novela a medio día, en el metro o en una combi, mientras todo mundo a nuestro alrededor habla por teléfonos celulares y juega sonoros videojuegos...

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Otra vuelta de tuerca. Henry James. (Hay varias ediciones en nuestro idioma en el mercado: una de Siruela —con la famosa traducción de José Bianco—, otra de Alianza Editorial, otra de Penguin, Anaya, Losada, Tomo, Editores Mexicanos Unidos, Fontamara, y es seguro que hay algunas más más.

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Te puede interesar:

* Comentario sobre Los papeles de Aspern:


* Primeras líneas de Los papeles de Aspern en tres idiomas:





martes, 6 de febrero de 2018

Recomendaciones de la Librería Carlos Monsiváis


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de la Librería Carlos Monsiváis




Últimos testigos
Los niños de la Segunda Guerra Mundial
Svetlana Alexiévich

De la Premio Nobel de Literatura 2015, una obra maestra inédita hasta ahora que recoge el recuerdo de los niños que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial. Un tema de gran interés desde una perspectiva totalmente distinta.

La Segunda Guerra Mundial dejó casi trece millones de niños muertos y, en 1945, solo en Bielorrusia, vivían en los orfanatos unos veintisiete mil huérfanos, resultado de la devastación producida por la guerra en la población de ese país. A finales de los años ochenta la Premio Nobel Svetlana Alexiévich entrevistó a aquellos huérfanos y compuso con sus testimonios un emocionante relato de una de las mayores tragedias de la historia.

Esta obra maestra inédita constituye un retrato personal y profundamente conmovedor del conflicto en el que la propia autora no interviene más allá del prólogo: son sus protagonistas los que hablan conformando con sus palabras una especie de memoria coral de la guerra, original, auténtica y fascinante.

«[...] por su escritura polifónica, que es un monumento al valor y al sufrimiento en nuestro tiempo.», palabras del Jurado de la Academia Sueca al otorgar a la autora el Premio Nobel de Literatura 2015.

«Me dedico a la historia omitida, las huellas imperceptibles de nuestro paso por la tierra y por el tiempo. Recojo la cotidianidad de los sentimientos, los pensamientos y las palabras. Intento captar la vida cotidiana del alma.»
Svetlana Alexiévich

«Alexiévich lleva más de treinta años luchando con censores y tiranos para dar voz a los sin voz.»
Felipe Sahagún, El Cultural de El Mundo

Debate
Traducción de Ioulia Dobrovolskaia / Zahara García González
336 págs.

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La guerra no tiene rostro de mujer
Svetlana Alexiévich

La Premio Nobel de Literatura 2015 Svetlana Alexiévich, «la voz de los sin voz», muestra en esta obra maestra una perspectiva de la guerra ignorada hasta el momento: la de las mujeres que combatieron en la segunda guerra mundial.

Casi un millón de mujeres combatió en las filas del Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial, pero su historia nunca ha sido contada. Este libro reúne los recuerdos de cientos de ellas, mujeres que fueron francotiradoras, condujeron tanques o trabajaron en hospitales de campaña. Su historia no es una historia de la guerra, ni de los combates, es la historia de hombres y mujeres en guerra.

¿Qué les ocurrió? ¿Cómo les transformó? ¿De qué tenían miedo? ¿Cómo era aprender a matar? Estas mujeres, la mayoría por primera vez en sus vidas, cuentan la parte no heroica de la guerra, a menudo ausente de los relatos de los veteranos. Hablan de la suciedad y del frío, del hambre y de la violencia sexual, de la angustia y de la sombra omnipresente de la muerte. Alexiévich deja que sus voces resuenen en este libro estremecedor, que pudo reescribir en 2002 para introducir los fragmentos tachados por la censura y material que no se había atrevido a usar en la primera versión.

«[...] por su escritura polifónica, que es un monumento al valor y al sufrimiento en nuestro tiempo.», palabras del Jurado de la Academia Sueca al otorgar a la autora el Premio Nobel de Literatura 2015.

«Soy historiadora de almas [...]. Por un lado, estudio a la persona concreta que ha vivido en una época concreta y ha participado en unos acontecimientos concretos; por otro lado, quiero discernir en esa persona al ser humano eterno. La vibración de eternidad. Lo que en él hay de inmutable.»
Svetlana Alexiévich

«Gracias a Alexiévich, la historia de un millón de mujeres que participaron en el ejército soviético o como partisanas contra los alemanes es algo menos desconocida.»
Felipe Sahagún, El Cultural de El Mundo

«De la lectura de los libros de Alexiévich (Stanislaviv, 1948) no es posible salir indemne.»
Gabriel Albiac, ABC Cultural

Debate
Traducción de Ioulia Dobrovolskaia
364 págs.

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Los muchachos de zinc
Voces soviéticas de la guerra de Afganistán
Svetlana Alexiévich  

Una obra maestra con una perspectiva única y desgarradora sobre la guerra de Afganistán, de la Premio Nobel de Literatura 2015, Svetlana Alexiévich, «la voz de los sin voz».

Entre 1979 y 1989 un millón de tropas soviéticas combatieron en una guerra devastadora en Afganistán que provocó más de 50,000 bajas y acabó con la juventud y la humanidad de varias decenas de miles de soldados más. Los muertos soviéticos volvían a casa en ataúdes de zinc sellados mientras el Estado no reconocía ni la mera existencia del conflicto.

Los muchachos de zinc generó una inmensa polémica y mucha indignación cuando fue publicada originalmente en la URSS: las críticas acusaron a su autora de haber escrito un «texto fantasioso lleno de injurias» y de ser parte de «un coro histérico de ataques malignos». En el libro, Svetlana Alexiévich presenta el testimonio cándido y emocionante de los oficiales y los soldados rasos, de las enfermeras y las prostitutas, las madres, los hijos y las hijas que describen la guerra y sus duraderos efectos. El resultado es una historia turbadora por su brutalidad y reveladora en su parecido a la experiencia estadounidense en Vietnam y más tarde en Irak y el mismo Afganistán.

Svetlana Alexievich expone la verdad de la guerra afgano-soviética: la belleza del país y los brutales abusos del ejército, las muertes y las mutilaciones, la profusión de productos occidentales, las vidas humilladas y destrozadas de los veteranos. Los muchachos de zinc ofrece una perspectiva única, desgarradora e inolvidable sobre la realidad de la guerra.

«[...] por su escritura polifónica, que es un monumento al valor y al sufrimiento en nuestro tiempo.», palabras del Jurado de la Academia Sueca al otorgar a la autora el Premio Nobel de Literatura 2015.

«La voz de Alexiévich es mucho más que la suma de las voces que recoge, consiguiendo que la guerra sea tan omnipresente y tan personal, tan real, como cualquier relato de ficción no lo logró de cualquier otra guerra.»
Philip Gourevitch, The New Yorker

«Durante los últimos treinta o cuarenta años, Alexiévich se ha dedicado a retratar al individuo soviético y post soviético, pero su obra no es realmente una historia de los acontecimientos. Es una historia de las emociones, lo que nos ofrece es un mundo emocional, una historia del alma.»
Sara Danius, Permanent Secretary of the Swedish Academy

Debate
329 págs.

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