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Las puertas de Anubis
de Tim Powers
Jesús Guerra
Las puertas de Anubis, del
escritor estadounidense Tim Powers (Timothy Thomas Powers), nacido en Búfalo,
Nueva York, en febrero de 1952, es su cuarta novela y fue publicada en inglés
en 1983. Se trata de una obra que integra diversos géneros: fantasía,
ciencia-ficción, aventuras, ficción histórica y hasta pinceladas de terror. Es
una verdadera fiesta para los lectores de estos géneros y, de hecho, para
cualquier buen lector de literatura. Y dentro de la ciencia-ficción, es
considerada una de las obras clave del subgénero denominado steampunk
(el término steampunk fue creado por el escritor J.W. Jeter, un poco en
broma a partir del término cyberpunk, que estaba de moda en los años 80,
con la intención de ponerle nombre al tipo de novelas que escribían él y sus
amigos Tim Powers y James Blaylock, entre otros; el steampunk crea estéticas y
tecnologías retrofuturistas, pues por lo general estas historias se desarrollan
en el siglo XIX y contienen tecnologías del futuro tal y como podrían haber
sido concebidas en esa época; estas narraciones han sido inspiradas en obras
reales del siglo XIX y principios del XX, como las novelas de Julio Verne, Frankenstein
de Mary Shelley y La máquina del tiempo de H. G. Wells).
Una de las características
más notables de las buenas novelas steampunk, además de la enorme cultura de
sus autores, es la imaginación desbocada de que hacen gala, y Las puertas de
Anubis es un ejemplo perfecto de esto. Por una parte, tenemos a un par de
magos egipcios que trabajan en Londres, en 1802, con la intención de abrir las mágicas
puertas de Anubis, por medio de magia negra ancestral, pues su plan es traer
del pasado, de la época remota en que eran poderosos, a algunos dioses
egipcios, para que destruyan Londres y con ello provoquen la caída del Imperio
Británico, que, en 1801, luego de desplazar a los franceses, había empezado a
gobernar Egipto. El experimento funciona sólo en parte, y tiene repercusiones
extrañísimas para uno de los magos, llamado Amenophis Fikee. El otro mago
restante, el doctor Romany, no sólo no sabe si las puertas se abrieron o no,
sino que no tiene idea de cómo manejarlas para lograr sus objetivos. Las
puertas, que son como agujeros en el espacio-tiempo, sí se abrieron, y son detectadas,
en el año 1983 (el presente en el momento en que se publicó la novela) por el
equipo científico que trabaja para el multimillonario J. Cochran Darrow. Las
detectan, primero, y luego descubren cómo utilizarlas para viajar en el tiempo.
Este millonario, que, por
supuesto tiene sus propios planes secretos, organiza un viaje al pasado, al que
invita a varios millonarios interesados en la literatura del siglo XIX,
mediante el pago de un millón de dólares por persona, a asistir a una
conferencia que dio el escritor Samuel Taylor Coleridge en un bar de Londres en
1810. Pero también contrata a un académico norteamericano, Brendan Doyle,
especialista en los poetas románticos ingleses, entre ellos Coleridge y William
Ashbless, para que les dé una conferencia a los viajeros del tiempo, con el fin
de que entiendan la importancia de la obra y del hombre que van a ver.
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Edición de Gigamesh |
Doyle llega a Londres aún
sorprendido de la enorme suma de dinero que le ofrecieron por una conferencia
sobre Coleridge, sin saber nada del maravilloso viaje que va a realizar, pues
Darrow y su equipo han mantenido su descubrimiento en secreto. Cuando Doyle se
entera del verdadero objetivo de su conferencia, y de que viajará como invitado
(es decir, como empleado de Darrow) casi se desmaya, pero la idea le parece
fascinante. Van incluso con guardaespaldas para garantizar la seguridad de los
viajeros, todos vestidos con ropas de la época y hasta con dos coches de
caballos.
El viaje resulta un éxito.
Asisten a la conferencia... lo que no saben es que un grupo de gitanos,
comandados por el doctor Romany, ha estado vigilando Londres y sus alrededores
desde hace años, buscando señales de las puertas abiertas por el hechizo. Cuando
uno de los gitanos ve aparecer de la nada dos coches de caballos llenos de los
que suponen son poderosos magos, avisa de inmediato, y pronto los viajeros son
seguidos por un grupo de gitanos, quienes a la primera oportunidad secuestran a
uno de los viajeros: Brendan Doyle, el cual queda así varado en Londres a
inicios del siglo XIX. Y esto no es sino el arranque de una obra con un
argumento muy complejo, pero perfectamente comprensible, fascinante,
inteligente y tan entretenido que sencillamente no podemos dejar de leer.
Sobresalen, además de las
insólitas aventuras y situaciones, las caracterizaciones de los personajes y
las vivas descripciones de los lugares, todo basado en una muy buena
investigación histórica y, por supuesto, en las novelas de Charles Dickens. También
sorprende la manera en que Tim Powers va uniendo los hilos de las diversas
madejas de que está hecha esta novela, hasta llegar a un asombroso final. Y
todo esto, envuelto en un delicioso sentido del humor.
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Edición en inglés |
Hay un personaje digno de
Stephen King, un grotesco y aterrador payaso llamado Horrabin que dirige a una
banda de mendigos, los cuales viven en un ruinoso edificio conocido como el
Castillo de las Ratas, y ahí se desarrollan algunas de las escenas más
importantes del libro, estupendamente imaginadas y narradas, con brillantes
descripciones, que provocan en el lector horror y fascinación. Podría
calificarlas de alucinantes, pero la verdad es que toda la novela es
alucinante.
Otro de los extraordinarios
personajes es el poeta William Ashbless (un poete creado por Tim Powers y su
amigo James Blaylock desde que estaban en la universidad, que ha aparecido en
novelas de ambos escritores). Y otra característica deslumbrante de esta obra
es la manera en que aprovecha a su favor las conocidas paradojas temporales que
toda obra sobre viajes en el tiempo debe enfrentar de una manera u otra. Lo
dicho, Las puertas de Anubis es un libro sorprendente y sumamente
disfrutable.
No sé si se deba a la
complejidad del argumento lo que ha impedido que esta novela sea adaptada no a
una película sino a una serie de televisión, pero la verdad llama la atención
que las compañías productoras hayan desperdiciado esta obra; curiosamente, el
estilo literario de Tim Powers es muy cinematográfico, por lo menos en algunas
secciones de la narración.
La edición original en
inglés, como ya apunté, se publicó en 1983; en español la publicó la Editorial
Martínez Roca en 1988; luego la publicó Círculo de Lectores en 1990, y
finalmente la Editorial Gigamesh en 1999. Todas estas publicaciones se hicieron
en Barcelona. La edición que circuló en México, en su momento, fue la de
Martínez Roca, pero, hasta donde entiendo, la novela ya no está en su catálogo.
Así que a menos de que se la encuentren en una librería de viejo, hay que
buscarla por Internet. Si leen en inglés, la cuestión es más sencilla, porque se
consigue con facilidad tanto impresa como en edición digital con el título The
Anubis Gates.
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Las puertas de Anubis.
Tim Powers. Traducción de Albert Solé. Ediciones Martínez Roca, 1988. 400 págs.
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