martes, 21 de mayo de 2013

Inferno, de Dan Brown





Inferno
de Dan Brown

Jesús Guerra

Como estaba anunciado, el 14 de mayo salió a la venta en los países de lengua inglesa la sexta novela de Dan Brown, y cuarta con Robert Langdon como protagonista: Inferno. De manera simultánea, o casi simultánea, apareció en otros 12 idiomas: español, catalán, francés, alemán, holandés, italiano, portugués, turco, finés, noruego, sueco y danés. Y en algunos de estos idiomas se publicó al mismo tiempo en papel y en libro electrónico. La editorial Planeta, que ha publicado la obra en nuestro idioma, anunció que el primer tiraje sería de un millón de ejemplares, para España e Iberoamérica. Para el número de habitantes de Latinoamérica (menos Brasil) y España juntos, no es gran cosa, pero para como están las cosas en el mundo editorial en español, es un mundo de ejemplares. En el caso de la lengua inglesa, sólo la primera edición norteamericana fue de cinco millones de ejemplares. Y no tengo datos de las ediciones de Gran Bretaña y de Canadá. El asunto es que había confianza en el libro, basados en las ventas de las obras anteriores de este autor. Dan Brown ha vendido más de 200 millones de ejemplares de sus obras en todo el mundo. De ellos, El código Da Vinci (2003) ha vendido 81 millones de ejemplares en más de medio centenar de idiomas; y El símbolo secreto (2009), la obra que siguió, ha vendido 30 millones de ejemplares en cuarenta y tantas lenguas.

Edición estadounidense


A pesar de sus ventas, o mejor dicho, debido a sus ventas, los críticos literarios norteamericanos e ingleses se divierten mucho criticando la prosa de Dan Brown. Critican sus repeticiones, sus adjetivos, sus descripciones, sus diálogos... Y sí, hay que reconocer que Dan Brown no es un buen escritor. Yo lo leo en inglés, y como el inglés es un idioma que entiendo pero que no «siento», no me afecta su estilo. Lo reconozco pero no me afecta. Y no sé qué tan buenas, malas o regulares sean las traducciones al español de sus libros, las cuales sí me afectarían, para bien o para mal. Lo que creo que también hay que reconocer es que Dan Brown para lo que es bastante bueno es para la creación de argumentos, de historias interesantes que mezclan elementos históricos, científicos, sociales, con misterios, con códigos, símbolos, sociedades secretas, asesinatos, persecuciones, amenazas globales, etc. Todo muy bien armado y muy emocionante. Leer a Dan Brown nos brinda el mismo placer que de niños nos daba leer novelas de piratas. Son thrillers, pero son sobre todo novelas de aventuras. Y la verdad no me importa si todo corresponde o no a la realidad. En las películas, por ejemplo, la mayor parte de las persecuciones de autos son imposibles en la realidad, pero lo que disfrutamos es verlas en el cine. ¿Que es lamentable que Dan Brown no nos pueda contar sus muy entretenidas historias con un estilo como el de Paul Auster?, pues sí lo es, pero ¿qué le vamos a hacer? Como lectores debemos aprender a saber qué buscamos en cada autor. En Dan Brown no busco el estilo literario, busco una aventura emocionante.

Edición inglesa


Ahora, ¿qué tanto me gustó Inferno? La disfruté mucho. Para mí, es mejor que El símbolo perdido, más o menos igual que Ángeles y demonios (2000), pero es menos interesante que El código Da Vinci. Pero la verdad El código Da Vinci va a ser muy difícil de superar porque tiene todos los elementos necesarios para que fuera lo que es, un súper best-seller explosivo: una sociedad secreta descendiente de los Templarios, conspiraciones, una serie de crímenes (uno de ellos en el Louvre), la Iglesia Católica comportándose como la Mafia, un secreto fascinante, un artista de la talla de Da Vinci con mensajes cifrados para la posteridad, y además mensajes incendiarios relacionados ni más ni menos que con Jesucristo. ¿Cómo superar esos elementos?

Edición alemana


En Inferno, el misterio está relacionado con La divina comedia, de Dante, pero no se trata de mensajes cifrados de Dante para el futuro, sino de los mensajes cifrados de un villano de nuestros días (eso sí, un villano interesantísimo) llamado Bertrand Zobrist, que están basados en la obra de Dante, específicamente en su primera parte, Inferno, debido a que Zobrist es, entre otras muchas cosas, un especialista en Dante. Esta relación con Dante le permite a Dan Brown pasearnos por Florencia (lo cual yo disfruto, y si quiero saber más sobre Florencia yo lo investigo, no se lo exijo al autor de la novela como parecen hacer algunos críticos; lo que me gusta es que Dan Brown propone el tema o, más bien, los temas, y si eso nos interesa, los lectores partimos de ahí), y también nos pasea por Venecia y por Estambul (como nos guio por París y Londres en El código..., por Roma en Ángeles... y por Washington, D. C., en El símbolo...).

Edición francesa


Como la resolución del caso siempre urge (y si no urgiera no sería un thriller) la historia contada dura alrededor de 24 horas, como en las tres aventuras anteriores de Robert Langdon. Y como en las anteriores historias del especialista en símbolos de Harvard, lo acompaña en su investigación una mujer guapísima e intelectualmente brillante, una inglesa llamada Sienna Brooks (hasta de esto se han quejado algunos críticos ingleses; ¿por qué nadie protesta de que todas las chicas Bond sean guapas?). Estos son parte de los elementos que caracterizan las novelas con Robert Langdon como protagonista. Así son las series. Si no tuvieran elementos que siempre están presentes, no serían series. ¿Por qué vemos series de televisión? ¿Por qué vemos la segunda, y la tercera, y la novena parte de una película? ¿Por qué nos gustan ciertos géneros literarios y cinematográficos específicos? Porque queremos misterios o historias nuevas con estructuras y vestiduras y personajes que nos sean familiares. Por eso vemos Dr. House, y CSI, y True Blood, y cualquier serie que quieran apuntar aquí. Y en cine por eso vamos a ver cada dos o cuatro años una nueva película de James Bond, y así lo ha hecho el mundo desde hace 50 años. Pero los críticos se la han pasado quejándose de que las cuatro novelas con Robert Langdon tienen siempre la misma estructura. ¿Y si fuera completamente diferente? Entonces se quejarían de que no forma parte de la serie, de que Robert Langdon no tiene nada que hacer ahí.

Edición italiana


La estructura de esta novela, sin embargo, sí tiene algunas novedades. Hay como una estructura adentro de otra, y esto permite ciertas vueltas de tuerca que se agradecen porque le agregan misterios a la trama. No quiero adentrarme en esto para no echarles a perder las sorpresas de la novela. Robert Langdon está de regreso, Inferno es bastante mejor que El símbolo perdido (la cual de todas maneras disfruté, en términos generales), y el tema real de la novela es uno que está sobre la mesa para la discusión.

Edición en portugués


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Inferno. Dan Brown. Traducción de Aleix Montoto. Planeta. 552 págs.

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Inferno. Dan Brown. Doubleday. 480 págs.

1 comentario:

  1. De acuerdo, un bestseller es un bestseller, un pageturner. Eso es Dan Brown que no aspira a ser Paul Auster.
    Sin embargo... soñemos, ¿sería posible hacer un bestseller de calidad utilizando "La Divina Comedia" y no saqueando dicha obra para utlizarla como mero telón de fondo, como un disfraz banal para vestir a un comediante de tres al cuarto?.
    Que alguien dé una oportunidad, por favor, a otra literatura de consumo masivo. La fórmula "Robert Langdon" da evidentes eñales de fatiga.
    Más en la reseña de 20 de junio de 2013 de "La novela antihistórica", http://lanovelaantihistorica.wordpress.com

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