lunes, 3 de agosto de 2015

Recomendaciones de la LFCM


Recomendaciones
de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis




La caída
Memorias de un padre en 424 pasos
Diogo Mainardi

El libro arranca con una frase escueta, demoledora: «Tito tiene parálisis cerebral.» Es el primero de los 424 pasos en que se divide este testimonio literario escrito a pinceladas, a fogonazos, sin caer en el sentimentalismo desbordado, sin dejarse arrastrar por la autocompasión. Diogo Mainardi es un periodista y escritor brasileño. Cuando nació su hijo Tito, él y su familia vivían en Venecia y un error imperdonable de la ginecóloga provocó que al niño le faltase oxígeno durante el parto. Lejos de sucumbir a la desolación, el autor se hizo un propósito: «Yo acepté la parálisis cerebral de Tito. La acepté con naturalidad. La acepté con deslumbramiento. La acepté con entusiasmo. La acepté con amor», porque, como dice más adelante: «Tener un hijo con parálisis cerebral es la aventura más emocionante que existe.»

La caída es el relato de esta aventura, la lucha por sacar adelante a Tito, por comunicarse con él, por conseguir que camine, en un recorrido que lleva de Venecia a las playas de Ipanema, a Boston y de regreso a Venecia. Y esta aventura se lleva a cabo con un bagaje cultural que ayuda al padre a entender lo sucedido y a plasmarlo literariamente: desde Proust y su obsesión por la memoria y las analogías con Rembrandt y su hijo, también llamado Tito, hasta Freud, Abbott y Costello, Dante, John Ruskin, Ezra Pound, el videojuego Assassin’s Creed II, los componentes de U2 y su amigo de infancia, Vértigo de Hitchcock, Pietro Lombardo y Tintoretto, Shakespeare, Leopardi, pasando por Neil Young, que también ha vivido la experiencia de tener un hijo con parálisis cerebral... El resultado es un libro bellísimo, lúcido e inimitable que nos habla de la paternidad, del amor, de la voluntad de superación, de la comprensión del diferente y de la pasión por la vida.

«El conmovedor retrato de la relación con un niño y un lugar. Es un libro singular: alternativamente desgarrador, furioso y lírico» (Edmund de Waal).

«Un enriquecedor paseo sin concesiones al lugar común por la paternidad, la parálisis cerebral, la historia del arte y ese misterio cotidiano que es el amor. Un libro sabio, bondadoso y emocionante» (David Mitchell).

«La novela de un amor incondicional. Una historia de todos» (Roberto Ferrucci, Corriere del Veneto).

«Experimental y rebosante de cultura. Veraz y literario. Artificioso y al mismo tiempo de una honestidad y de una sinceridad apabullantes. Lleno de dolor y lleno de felicidad. Vital y con reflexiones rebosantes de sabiduría» (Roberto Cotroneo, Il Messaggero).

«Un libro maravilloso, en el que cada página, cada espacio en blanco, cada párrafo, es una caricia de amor incondicional de un padre hacia su hijo» (Marco Filoni, Il Fatto Quotidiano).

«Un libro conmovedor y hermoso, lleno de rabia y de preguntas, lírico y literario» (Iain Finlayson, Saga).

«Una obra maestra en la mejor tradición memorialística» (New York Times Book Review).

Diogo Mainardi (São Paulo, 1962) es escritor, productor, guionista de cine y columnista en la revista Veja. Además participa en el programa televisivo Manhattan Connection, del canal GloboNews. Ha publicado las novelas Malthus (Premio Jabuti), Arquipélago, Poligono das secas, Contra o Brasil y las crónicas de A tapas e pontapés y Lula é minha anta. Vive en Venecia.

Anagrama
Traducción de Rita da Costa
Panorama de Narrativas
176 págs.

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Dora Maar
Prisionera de la mirada
Alicia Dujovne Ortiz

Dora Maar, la musa de Man Ray, la compañera de Louis Chavance y de Georges Bataille, la amante de Picasso que, tras someterse a sus pruebas de humillación, no las supera y termina convirtiéndose en «la mujer que llora»; retratada por muchos, posando para ojos siempre escrutadores de su representación, se descubre en esta biografía como una esteta, una artista cuya gran obsesión reside en su mirada y que encuentra el placer de su tortura en su ser como Mira-Dora. Alicia Dujovne describe toda una época y nos invita a recorrerla junto a las estrellas del arte de vanguardia, con el pretexto de conocer a una mujer icónica y misteriosa y de desvelar los detalles de una personalidad sensible, pero oculta.

Escrita en un estilo detectivesco, descubriendo paso a paso nuevas pistas, la autora nos conduce, a través de los hechos, las relaciones y la psicología, hacia las razones que determinaron el doble encierro de Dora Maar: el terrenal, en el manicomio de Sainte-Anne de París, y el espiritual, en un misticismo solitario que se prolonga hasta su muerte en 1997.


La autora:
Alicia Dujovne nació en Buenos Aires (Argentina, 1940) en el seno de una familia atípica que marcará su obra de manera indiscutible. Hija de una escritora feminista y de un comprometido activista político fundador del Partido Comunista Argentino, Dujovne heredará el amor por la letra escrita y el orgullo y la carga de un espíritu nómada, marginal, crisol de culturas, razas y religiones.

Su amplia trayectoria periodística arranca en diarios patrios como La Opinión cuya oposición a la dictadura forzó su huída a Europa, concretamente a París donde reside desde 1978. Dicha partida marca un antes y un después en su obra pasando de una etapa mística (especialmente poética) a otra centrada en el exilio qué dará lugar a su segunda novela: El agujero en la tierra (1983).

Desde entonces su fructífera voz alternará entre indispensables biografías de personajes célebres cargadas de empatía (Maradona soy yo [1993], Eva Perón, la biografía [1995] o El camarada Carlos [2007]), a novelas de tintes autobiográficos e históricos como Mireya (1998), Anita cubierta de arena (2003), Las perlas rojas (2005), La muñeca rusa (2009), Un corazón tan recio (2012) o ¿Quién mato a Diego Duarte? Crónicas de la basura (2012).

Vaso Roto
Colección Umbrales
360 págs.

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Viaje
Crónicas
Eugenio Partida

Entre imágenes de reiterados estereotipos del cine estadounidense y una áspera y constante confrontación con la realidad —las diversas, pasmosas y paradójicas realidades—, Eugenio Partida narra con una prosa a veces aerodinámica y a veces parsimoniosa —siempre ruda, desaseada a veces, sin florituras— lo que pasa ante sus ojos y, principalmente, lo que le sucede a él. Es el propio autor el protagonista de estas crónicas que algo tienen de gonzo y algo más de agobiante viaje iniciático; introspección en una isla frente a las costas de Alaska; odisea interior en bares de Tijuana o Lisboa; estudio de la naturaleza humana en el zoco de Marrakech. Travesías que son a un tiempo búsqueda y persecución del ideal del escritor —si es que hay tal. Por estas historias se perciben las huellas fantasmales de Lowry, de Bukowski, de Hemingway, de Bowles. Lo cual no significa que la escritura de Partida sea subsidiaria o derivativa. Todo lo contrario. Su voz original es atropellada, bronca e inconforme, inundada de una franqueza dolorosa que nos lleva a sentir y compartir su solitaria desazón, sus resacas irremediables, su admiración y su contento, su fastidio. Nada más alejado de las definiciones habituales del periodismo correcto y cansón que nos asestan los nuevos héroes del «nuevo» «periodismo narrativo». La crónica no es un extravagante ornitorrinco, no éstas que escribe Partida: reportajes de sí mismo en el centro de la vorágine demoníaca que se materializa en cada paraje que pisa. Un demonio grande y bonachón que ordena las palabras solamente para que nosotros podamos atisbar y sentir el vértigo en la orilla de un mundo en perfecta entropía. [Del prólogo del libro, de Rogelio Villarreal]

Ediciones El Salario del Miedo / UANL / Almadía
300 págs.

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