¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
de Philip K.
Dick
Jesús Guerra
En la entrada anterior de este blog comenté de
manera muy breve la obra del escritor estadounidense de ciencia-ficción Philip
K. Dick (nacido en Chicago en 1928 y fallecido en California en 1982). Mencioné
algunos de sus datos biográficos, sus libros de cuentos, sus novelas, y cómo la
industria cinematográfica ha ayudado mucho a revalorar su obra debido a la gran
cantidad de adaptaciones de sus narraciones al cine y a la televisión. Y, a
manera de ejemplo, comenté un cuento, «Podemos recordarlo todo por usted»,
publicado originalmente en 1966 (que se encuentra, en español, en el tomo cinco
de sus «Cuentos completos», publicados por la editorial Minotauro), y las dos
versiones que se han filmado de dicho relato, llamadas «Total Recall», las
cuales en español tienen el pésimo título «El vengador del futuro».
Siguiendo con esta línea, hoy comento la obra que dio
origen a la adaptación cinematográfica más importante de la obra de Philip K.
Dick, me refiero, por supuesto, a la novela ¿Sueñan los androides con ovejas
eléctricas?, publicada en 1968, cuya adaptación se convirtió en una de las
grandes películas de ciencia-ficción del siglo XX y, en realidad, de toda la
historia del cine: Blade Runner, la cual se estrenó en 1982. Esta cinta
fue dirigida por el inglés Ridley Scott, y cuenta con las actuaciones de
Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young, Edward James Olmos y Daryl Hannah, en
los papeles principales. Y la música, espléndida, es de Vangelis. Espero que la
recuerden, y quienes no la hayan visto, de verdad, consíganla y véanla, pues es
una obra asombrosa y bellísima, que ha ejercido una influencia enorme en el
cine posterior. De hecho, el año pasado que Blade Runner cumplió 35 años
de haber sido estrenada, se estrenó la continuación, llamada Blade Runner
2049, la cual fue dirigida por el canadiense Denis Villeneuve, tiene a Ryan
Goslin en el papel principal, a Harrison Ford en un papel pequeño pero
importantísimo, y está considerada por muchos críticos una de las mejores
secuelas de la historia del cine.
Blade Runner (la primera, la original) está considerada una película de culto y
una obra maestra. De hecho, en términos generales, gusta más ahora que en el
momento de su estreno. Fue una cinta que se adelantó a su tiempo y que tiene
más niveles de significación de los que se aprecian a primera vista. La
película es, ahora, tan apreciada, que ha opacado a la novela que se encuentra
en su origen. Pero la verdad, es muy importante, para cualquier lector en
general, para los lectores de ciencia-ficción en particular, y más aún para
quienes aprecian la versión fílmica, que lean la novela original de Philip K.
Dick, la cual, lo repito, se llama ¿Sueñan los androides con ovejas
eléctricas?, aunque en muchas ediciones actuales, le anteponen el nombre Blade
Runner.
Vale la pena advertirles a quienes conocen el film, pero
no han leído la novela, que se trata de dos obras muy diferentes. Sí, en la
novela está la historia contada en la película, pero con diferencias notables y
además nos cuenta otras cosas, bastantes más, que fueron eliminadas de la
cinta. Y fueron eliminadas por varias razones, primero porque de haberlas
incluido habría sido una obra de 12 horas de duración (es decir, es el motivo
principal por el que las adaptaciones fílmicas son siempre tan diferentes de
las obras literarias originales); segundo, porque habría sido una locura de
película. Las novelas, por su formato, permiten experimentar mucho más con el
argumento.
Creo que una de las diferencias más importantes —además de
las argumentales— está en el tono: mientras que la película es verdaderamente
épica, y mezcla la ciencia-ficción con el género negro (y tanto por esta mezcla
como por su estilo visual es considerada como una de las primeras cintas del
género ciberpunk, en español, o cyberpunk, en inglés), la novela,
aunque toca muchos temas —como la destrucción de la Tierra, la religión, la
desaparición de una enorme cantidad de personas del planeta debido a una guerra
nuclear, la extinción de un gran número de especies animales, la cuestión
filosófica y psicológica de la identidad (al enfrentar al hombre con androides
igual o más inteligentes que el ser humano promedio), la ética humana, etc.—,
está contada en un tono menor, es la narración de un día especial, pero
especial dentro de la cotidianeidad, de la vida de un cazarrecompensas del
futuro, que se gana la vida «retirando» —es decir, matando— a androides
rebeldes.
La terminología misma es diferente: Rick Deckard, el
personaje central, en la novela es un cazarrecompensas, y en la película
es un Blade Runner, un término bastante difícil de explicar aquí, que
fue tomado de otra novela y utilizado porque al director le gustó el término.
En la novela se habla de androides, y para referirse a ellos de manera
familiar se les llama andys. En la película fueron bautizados como replicantes,
un término tomado de la biología, pues hay que tener en cuenta que los
androides o replicantes son robots orgánicos, idénticos a los seres humanos y
sólo distinguibles por especialistas, como los Blade Runners. Esta similitud es
la que causa, a algunos Blade Runners, más que un malestar con su trabajo al
«retirar» a los androides que les asignan cazar. Si están vivos, ¿no es en
realidad un asesinato lo que cometen? ¿Y qué es lo que hace que un humano sea
humano?
La dinámica entre los personajes es también muy diferente,
por ejemplo, la que se da entre Rick y Rachel. Entre otras cosas, porque en la
novela Rick está casado, y por lo tanto no concuerda con la imagen del cine
negro del antihéroe solitario. Y la personalidad de Rachel es diametralmente
opuesta en la novela y en la película. La novela se desarrolla en San
Francisco, y la película en Los Ángeles. En la novela, la acción se
desarrollaba originalmente en el año 1992, después de una guerra nuclear que
había dejado al planeta semivacío y muy contaminado por polvo radioactivo. En
ediciones posteriores se cambió el año de la novela al 2021. La película
transcurre en el 2019, en un mundo superpoblado, que está muy contaminado, pero
en donde no ha habido una guerra mundial. Sí, hay muchos más cambios (no los
puedo nombrar todos), los personajes son muy diferentes, y en este aspecto no
sólo me refiero a Rachel y a Rick Deckard, sino incluso a los replicantes a los
que persigue Rick. El tono y el estilo son diferentes también, la novela no
podría ser calificada de ciberpunk.
El autor de la novela, Philip K. Dick, murió en 1982, dos
meses antes de que se estrenara la película, pero sí llegó a ver algunos
avances que le proyectaron de manera especial y quedó encantado con lo que vio.
Además, le habían enviado, antes de comenzar a rodar, el guión final y a él le
pareció que, aunque eran dos obras muy diferentes con una historia en común, se
complementaban muy bien. Y tenía razón. Uno puede preferir la película sobre la
novela, o la novela sobre la película, pero no hay motivo para no leer el libro
o para no ver la película: son obras no sólo relacionadas sino complementarias.
Y muy interesantes ambas.
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¿Sueñan los androides con ovejas
eléctricas?
Philip K. Dick. Booket. Colección Ciencia Ficción. Serie Biblioteca Philip K.
Dick. 272 págs. (Hay también ediciones en español en las editoriales Cátedra y
Edhasa.)
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