sábado, 28 de noviembre de 2015

Recomendaciones de la Librería del Fondo Carlos Monsiváis


Recomendaciones de
la Librería del Fondo Carlos Monsiváis




¡Llegaron!
Fernando Vallejo

En las afueras de Medellín, a mitad de camino entre los pueblos de Envigado y Sabaneta y entre naranjos y limoneros, en la falda de una montaña se alzaba la finca de la infancia, Santa Anita, mirando hacia la carretera. Desde su corredor delantero los abuelos los veían venir. «¡Llegaron!», decían aterrados cuando en la primera curva aparecía el Fordcito atestado de niños, como si fueran la plaga de la langosta.
No. A Santa Anita no la tumbaron ellos, el narrador y sus hermanos: la tumbó el derrumbe de la montaña en que se alzaba, que en una temporada de lluvias se vino abajo y se la llevó. Hoy, cuando el narrador tiene la edad de los abuelos, los días turbios del presente se tiñen de un color azul. Un libro sobre un paraíso perdido en la pluma de uno de los escritores más burlones del idioma.

Alfaguara
176 págs.

. . . . .




Chaleco antibalas
María Venegas

Con una prosa sobria y fascinante, Chaleco antibalas es el reconocimiento de María Venegas ante el difícil legado de su padre.

Pero helo ahí, parado frente a la barra: un pie sobre el tubo de cromo, en el que encaja el tacón de su bota vaquera, con una cerveza en la mano y los músicos tocando un corrido sólo para él.

Tras catorce años de ausencia, María Venegas regresa a México, desde Estados Unidos, para visitar a su padre José en la hacienda donde él nació. Mientras pasan juntos una temporada, él comparte los recuerdos de su vida. Es así como Venegas consiguen reconstruir el pasado doloroso, violento y enardecido de su padre: desde la última conversación que sostuvieron antes de que él fuera extraditado a México por asesinato, abandonándola a ella y a su familia en Chicago, hasta el orgullo que sintió la madre de José cuando su hijo de sólo doce años mata por primera vez.

Moviéndose entre México y Nueva York, entre pasado y presente, María Venegas reconoce su propia historia y la de José, al tiempo que una cercanía y un entendimiento por las acciones de ambos surgen entre ellos.

La crítica ha dicho:

«Con una prosa multicolor y de distintos matices, [Venegas] transforma el pasado familiar en el retrato de un renegado que vivió su vida al límite entre los hechos y el mito» - The New Yorker

Random House
Colección: Literatura

. . . . .




La hermana
Sándor Márai

En la cumbre de su fama como pianista, Z. se dirige en tren a Florencia invitado por el gobierno italiano para dar un concierto. Poco antes de cruzar la frontera se siente indispuesto y, tras su actuación, debe ser ingresado en un hospital florentino aquejado de una rara enfermedad vírica. Allí, mientras se debate entre la vida y la muerte, tendrá lugar un diálogo intenso y decisivo con el médico que lo atiende, una indagación sin concesiones sobre el precario equilibrio entre el poder curativo de la ciencia y el espíritu de lucha del paciente. Una noche, presa del delirio causado por la morfina, Z. oye una voz femenina que le susurra: «No quiero que mueras», cuatro palabras que ejercerán de revulsivo y lo llevarán a replantearse aspectos fundamentales de su vida. Así, ante el ineludible encuentro con el dolor y la enfermedad, a Z. sólo le queda bucear en los límites de su ser y de sus fantasmas personales.

Este relato sobre la intensa relación que puede darse entre médico y enfermo, tratada con elegancia y extremada lucidez, es otro claro exponente del talento y la especial sensibilidad del gran autor húngaro para llegar a las fibras más íntimas del ser humano, aquellas emociones que trascienden las fronteras geográficas, los momentos históricos y las diferencias culturales.

Editorial Salamandra
Colección: Narrativa
Traducción de Mária Szijj

256 págs.

. . . . .


No hay comentarios:

Publicar un comentario