La tarde de un escritor
de Peter Handke
Jesús Guerra
Peter Handke, ganador del Premio Nobel de Literatura 2019,
nació en una pequeña villa austriaca llamada Griffen, el 6 de diciembre de 1942
(cumplió 77 años a principios del mes pasado, cuatro días antes de la
celebración de la entrega del Nobel). Estudió Derecho pero muy joven decidió
dedicarse exclusivamente a escribir. Comenzó escribiendo teatro, de manera muy
experimental, y luego pasó a la novela. También ha escrito cuento, ensayo,
poesía y guiones de cine. Por ejemplo, el guion de la maravillosa película Las
alas del deseo (cuyo título original en el alemán, traducido, es «El cielo
sobre Berlín»), de 1987, fue coescrito por él y el realizador de la cinta, Wim
Wenders. Ha vivido en varios países, y desde hace 20 años reside en París;
viaja mucho, entre otros países, por España.
Su obra es muy extensa. En números aproximados ha escrito
25 novelas, 15 obras de teatro, 25 libros de ensayo, y unos cinco de poesía,
más tres guiones de cine. Su relación con el cine es estrecha, no sólo ha
escrito guiones, sino que también dirigió cuatro películas entre 1971 y 1992.
Lamentablemente no toda su obra está traducida al español,
pero sí una buena parte, pues ha sido un escritor importante y reconocido internacionalmente
desde los años 70. A continuación transcribo los títulos de algunos de sus
libros más conocidos:
Novela:
* Los avispones (1966, publicada en España por Nórdica, en
2010)
* El miedo del portero ante el penalti (1970, Alfaguara,
1979)
* Carta breve para un largo adiós (1972, Alianza, 1984)
* Desgracia indeseada (1972, Barral, 1975)
* El momento de la sensación verdadera (1975, Alfaguara,
1981)
* La mujer zurda (1976, Alianza, 1981)
* Lento regreso (1979, Alianza, 1985)
* El chino del dolor (1983, Alfaguara, 1988)
* La ausencia (1987, Alianza, 1993)
* La tarde de un escritor (1987, Alfaguara, 1990)
* El año que pasé en la bahía de nadie (1994, Alianza,
1999)
* En una noche oscura salí de mi casa sosegada (1997,
Alianza, 2000)
* Don Juan contado por él mismo (2004, Alianza, 2006)
* La noche del Morava (2008, Alianza, 2013)
* La gran caída (2011, Alianza, 2014)
Ensayos:
* Cuando desear todavía era útil (1974, Tusquets, 1978)
* El peso del mundo. Un diario 1975-1977 (1977, Ediciones
Laia, 1981)
* Historia del lápiz (1982, Península, 1991)
* Ensayo sobre el cansancio (1989, Alianza, 1990)
* Ensayo sobre el jukebox (1990, Alianza, 1992)
* Ensayo sobre el día logrado (1991, Alianza, 1994)
* Un viaje de invierno a los ríos Danubio, Save, Morava y
Drina (Justicia para Serbia) (1996, Alianza, 1996)
* Apéndice de verano a un viaje de invierno (1996,
Alianza, 1997)
* Ensayo sobre el lugar silencioso (2012, Alianza, 2015)
Puede verse que, a diferencia de otros ganadores del Nobel
de Literatura, Handke sí tiene un buen número de libros en nuestra lengua,
desde hace años, y es conocido en Hispanoamérica. Se trata de un escritor con
una obra extensa, ambiciosa, experimental y polémica. Y también el autor ha
sido polémico, y el solo anuncio de que era el ganador del Premio Nobel de
Literatura también desató otra polémico. ¿Y esto por qué?
De una manera extremadamente simplificada y resumida:
durante la guerra de los Balcanes, en los años 90, el autor se opuso al
bombardeo de Serbia por parte de Alemania, y se opuso a la intervención de la
OTAN. Además, asistió y habló en el funeral del líder serbio Slobodan
Milosevic, quien estaba siendo juzgado por crímenes de guerra. La Academia
Sueca lo defiende, dice que el autor a lo que se opuso fue a criminalizar a la
cultura serbia y al país completo por la guerra (como sucedió, pienso, en el
caso de Alemania, los alemanes y los nazis: tendemos a creer que todos los
alemanes eran simpatizantes y seguidores de los nazis durante la Segunda Guerra
Mundial, cuando es evidente que no fue así). Su defensa de Serbia llevó a los
líderes de ese país a celebrar al autor y él, por decirlo así, se dejó llevar.
Su discurso en el funeral de Milosevic ha sido definido como una tontería del
autor. Y quienes lo defienden dicen que basta leer su obra para saber que no es
fascista ni racista. La Academia Sueca, además, ha dicho que el Premio Nobel de
Literatura no es un premio político (aunque esto, lo sabemos también, no es así
del todo, o por lo menos no siempre ha sido así) y que Peter Handke es un autor
enorme (lo cual es completamente cierto). El tema es interesantísimo y si
quieren entenderlo, los invito a que lo investiguen en Internet. No deja de ser
interesante el hecho de que haya un buen número de autores conocidos
internacionalmente, que se encuentran en los dos bandos enfrentados.
Hay que señalar, para quienes nunca hayan leído a Handke,
que su obra, aunque es muy conocida en el mundo, incluida Hispanoamérica, no es
para todos los gustos, debido a que la suya es una literatura más bien
intelectual, reflexiva, crítica, exploratoria y, sobre todo en sus inicios, muy
experimental. Hay lectores, sin embargo, a quienes los libros de este autor les
encantan, así que si usted no lo ha leído tendrá que hacer la prueba. Yo le
propongo uno de sus libros breves: La tarde de un escritor.
Esta novela, escrita en tercera persona, nos cuenta
justamente lo que su título dice. Y el argumento es sencillísimo y mínimo: un
escritor, luego de terminada su labor de escritura diaria, decide a media tarde
de un frío día de diciembre salir a dar un paseo por el pueblo en el que vive.
Sale de su casa, va hacia el centro del pueblo, compra un periódico, se sienta
en un café, lee un rato, vuelve a ponerse en marcha, ahora rumbo a la periferia
del pueblo, en donde se siente más a gusto, entra a un bar en donde permanece
un rato, sale de ahí y regresa a su casa.
Objetivamente eso es todo lo que «sucede», así entre
comillas, pero en realidad pasan muchas más cosas si tenemos en cuenta todo lo
que el escritor piensa, observa, recuerda y siente mientras pasea. Es,
entonces, una novela más bien descriptiva y reflexiva, en donde el peso no se
encuentra en las acciones que realiza el personaje central, un escritor cuyo
nombre nunca sabemos, sino en el mundo interior del personaje.
El escritor, un hombre de edad indefinida, pero a quien
suponemos maduro, escribe a máquina, y su concentración a veces lo hace perder
el sentido del tiempo, pero esto él mismo se lo reprocha pues le gusta estar
atento a lo que sucede a su alrededor. Se puede pasar días sin hablar y alguna
vez hasta creyó haber perdido el habla, pero mientras pueda escribir todo está
bien para él. Al espacio en el que escribe le llama su «casa en la casa».
Ya en su paseo vespertino, hace muchas observaciones sobre
aves y sobre vegetación, pero todo esto lo lleva siempre a pensar y a recordar
algunos momentos de su propia vida. Los elementos del paisaje no son sólo un
contexto físico del personaje, sino que sirven para subrayar el estado de ánimo
del escritor y su particular visión del mundo.
Y sus pensamientos, que son muy variados, son
interesantísimos sobre todo cuando toca temas como el periodismo, la literatura
y otros escritores. Hay una crítica, muy similar, tanto a cierto tipo de
periodistas como al equivalente tipo de escritores (ya los identificarán
ustedes). En el caso de los escritores, por ejemplo, dice que, aunque ejercen
la literatura, que es una de las cosas más libres del mundo, terminan en muchas
ocasiones enredados en grillas, odios y envidias.
El escritor, que por su trabajo se pasa los días encerrado
y solo, gusta de salir y mezclarse con la gente, aunque por poco tiempo, y no
le gusta interactuar con las personas más allá de lo estrictamente necesario,
lo que le gusta es estar solo, pero rodeado de gente, en un café, por ejemplo.
Al leer este libro no podemos evitar pensar que, aunque
está narrado en tercera persona, el libro trata del propio Peter Handke, por lo
menos en algunos aspectos de su personaje.
El libro original fue publicado en 1987, es decir, hace 33
años; y en español se publicó en Alfaguara en 1995, y por supuesto ha tenido
varias reediciones, la más reciente, con motivo del Premio Nobel a su autor, en
diciembre de 2019.
Como apunté líneas arriba, no es un libro para todos los
gustos, pero debería de ser del interés, por lo menos, de escritores, editores,
artistas en general, académicos, estudiantes y profesionistas de las diversas
ramas de Humanidades.
. . . . . . . . . . . . . . .
La tarde de un escritor. Peter Handke. Traducción de Isabel
García-Wetzler. Alfaguara. 120 págs.
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