Mala índole
Cuentos
aceptados y aceptables
de Javier Marías
I. Mientras
ellas duermen
Jesús Guerra
Ya he comentado
aquí un delicioso libro de ensayos (Vidas escritas) y una
extraordinaria novela (Corazón tan blanco) del escritor español
Javier Marías (Madrid, 20 de septiembre de 1951), ahora quiero comentar sus
cuentos, de los cuales ha publicado un buen número en revistas y periódicos,
pero sólo ha reunido 30 en libros.
Su primer libro
de cuentos se llama Mientras ellas duermen, que publicó Anagrama en
1990; esa edición tenía (tiene, pues los ejemplares deben de existir aún) 10
cuentos; la edición ampliada de Alfaguara del año 2000 tiene cuatro más y un
prólogo del autor, de la cual Suma de Letras en su colección Punto de Lectura
sacó una edición en 2001, que fue reeditada más tarde, con un prólogo de la
crítica italiana Elide Pittarello, por Debolsillo.
Los 14 cuentos
de la edición ampliada de Mientras ellas duermen son los siguientes:
1. La vida y la muerte
de Marcelino Iturriaga (1968)
2. La dimisión
de Santiesteban (1975)
3. El espejo del
mártir (1978)
4. Portento,
maldición (1978)
5. El viaje de
Isaac (1978)
6. El fin de la
nobleza nacional (1978)
7. Gualta (1986)
8. La canción de
Lord Rendall (1989)
9. Una noche de
amor (1989)
10. Un epigrama
de lealtad (1989)
11. Mientras
ellas duermen (1990)
12. Lo que dijo
el mayordomo (1990)
13. En la corte
del rey Jorges (1991)
14. Serán
nostalgias (1998)
Su segunda
recopilación de cuentos tiene el título Cuando fui mortal y fue
publicada por Alfaguara en 1996, la cual contiene 12 narraciones. En 1998 la
editorial Plaza & Janés publicó un pequeño libro que contiene un cuento
largo de Javier Marías, publicado previamente en seis entregas en el diario El
País en agosto de 1996, llamado «Mala índole».
Finalmente, en
2012 Alfaguara publicó la reunión de todos estos cuentos más tres inéditos
(para un total de 30) en el libro Mala índole. Cuentos aceptados y aceptables,
que Debolsillo publicó en 2014 (la edición mexicana es de 2015), que incluye
los anteriores prólogos de Javier Marías más uno nuevo para esta edición, y los
prólogos, ahora «a modo de epílogo» de Elide Pittarello, de las ediciones
anteriores.
En esta nueva
edición, la segunda sección, «Cuentos aceptables» («aquellos de los que sí me
avergüenzo un poco pero no demasiado», explica el autor), está compuesta sólo
por siete de los 30 relatos, y los siete proceden de la edición ampliada de Mientras
ellas duermen («La vida y la muerte de Marcelino Iturriaga», «El espejo del
mártir», «Portento, maldición», «El viaje de Isaac», «El fin de la nobleza
nacional», «En la corte del rey Jorges» y «Serán nostalgias»), y la primera,
«Cuentos aceptados» («aquellos de los que aún no me avergüenzo», apunta JM) contiene
los otros siete de Mientras ellas duermen, todos los del libro Cuando
fui mortal, «Mala índole» y los tres inéditos («Un sentido de camaradería»,
«Un inmenso favor», ambos del 2000, y «Caído en desgracia» de 2005).
De los cuentos
«aceptables», «La vida y la muerte de Marcelino Iturriaga» es breve, interesante
y sorprendentemente bueno, por las características del narrador y de su
condición, por su temática sobrenatural y más si tenemos en cuenta que, aunque
fue publicado cuando el autor tenía 16 años, fue escrito cuando tenía 14. «El
espejo del mártir» cuenta una historia sumamente interesante, narrada de una
manera compleja. Es un fragmento de la historia del general francés Louvet, del
ejército de Napoleón, contada por un militar a otro, al que tiene que castigar
enviándolo al exilio. Sin embargo, para mi gusto es un texto demasiado extenso
(es uno de los tres cuentos relativamente largos de Mientras ellas duermen)
y, además, quizá porque imita la voz de un militar culto del siglo XIX, es
excesivamente verboso. Forma parte, me parece, de la época pretenciosa del
autor (comprensible, pues andaría por los 26 años en ese entonces), cuando
intentaba demostrar que tenía un enorme dominio del lenguaje, era muy culto y
era muy inteligente (lo cual es cierto).
«Portento,
maldición» es otro de los tres relatos largos de Mientras ellas duermen,
y al igual que el anterior, procede de un libro de Marías llamado El monarca
del tiempo (Alfaguara, 1978) que se supone que es una novela (pero el autor
nunca ha respetado los límites de los géneros literarios), y también al igual
que el anterior es verboso, pretencioso y deliberadamente complicado pero tiene
un par de personajes extraordinarios en más de un sentido. El mismo autor, en
su «Nota previa» a la edición de Mala índole, dice de El monarca del
tiempo: «[...] ya desde el título, me temo —no he querido releerlo nunca—,
era de una extrema pedantería.» Creo que en esa época su extraordinario manejo
del idioma y su gran inteligencia lo obligaban a realizar experimentos que no
siempre resultaban a su favor.
«El viaje de
Isaac» es un relato clásico en el que un militar cubano, de origen español, en
los tiempos de la independencia cubana, por no dar una limosna es maldecido.
Años después, un amigo de su hijo se obsesiona con un enigma relacionado con
esa maldición y llega a muy extrañas conclusiones. Es interesante, extraño y entretenido.
Según Elide Pittarello en el prólogo, esta misma anécdota la contó Javier
Marías en un artículo de periódico como algo relacionado con su familia, y se
menciona también en su novela Negra espalda del tiempo. Lo anterior demuestra
no sólo cómo juega el autor con los géneros sino con la ficción y la
autoficción.
Los personajes
de «El fin de la nobleza nacional» son un noble, su esposa, su hija y su hijo,
un judío recién convertido al cristianismo y el padre de éste, no convertido,
ciego y sordo... No es un cuento, es una parábola tragicómica. Elide Pittarello
apunta, refiriéndose a este relato y a «En la corte del rey Jorges», que
«apuntan más abiertamente aún a la risa, la que mana de lo absurdo en estado
puro, cuando el gusto por la caricatura lingüística es tan exagerado que evoca
uno de los placeres más añorados de la infancia». Y sobre el segundo, el autor
señala en la actualización a su prólogo en la edición ampliada de Mientras
ellas duermen: «Más que un cuento es una propuesta de culebrón, que me fue
solicitada, como a otros cuatro autores [...]».
«Serán
nostalgias» es un cuento de fantasmas con un enfoque particular, desventurado y
melancólico. El autor cuenta que cuando una editorial mexicana le solicitó un
cuento para un libro colectivo que estaría ilustrado por niños del estado de
Chiapas, le dieron tan poco tiempo que lo único que pudo hacer fue adaptar un
relato de fantasmas que ya tenía y que se encuentra en Cuando fui mortal (y
por tanto también en Mala índole) llamado «No más amores». En el fondo,
los mejores relatos de fantasmas son siempre melancólicos y nostálgicos, y en
este caso, creo, es doblemente nostálgico.
Como ya señalé,
los otros siete relatos procedentes de Mientras ellas duermen se
encuentran entre los «Cuentos aceptados». «La dimisión de Santiesteban» es de
1975, es decir el más antiguo de los relatos de esta sección, y es también un
cuento de fantasmas, o de fantasma, aunque con una perspectiva muy distinta a
los otros del mismo tema del libro. Está formado, en parte, por una investigación
detectivesca y obsesiva, y concluye con una resolución por lo menos ambigua.
«Una noche de amor» nos regala otro fantasma y otra conjunción entre lo amoroso
y lo sobrenatural con una visión que no por humorística deja de ser inquietante
y, a su manera, extrañamente esperanzadora.
«Gualta» y «La
canción de Lord Rendall» son dos cuentos (tenían que ser dos) que tratan uno de
los grandes temas de la literatura fantástica: el doble. En el primero, un
madrileño llamado Javier Santín, el narrador, conoce a otro empleado de su
misma compañía llamado Xavier de Gualta, de Barcelona. Ambos se asombran pues
son idénticos, y por lo mismo se detestan, lo cual termina por arruinarles la
vida. Interesantísimo, breve, intenso y espléndido. En el segundo cuento las
consecuencias de la existencia del doble son verdaderamente aterradoras. Este
cuento tiene, además, una particularidad: Javier Marías lo incluyó, como una
broma, en su recopilación de Cuentos únicos (que publicó Siruela en 1989
y posteriormente Alfaguara, en 2004, y luego Debolsillo en 2007) como si fuera
obra de un autor llamado James Denham y traducido por Marías. El autor apunta
en la «Nota previa» lo siguiente: «Por ese motivo incluyo también aquí la nota
biográfica que acompañó al cuento que fue de Denham, ya que alguno de los datos
en ella aportados forma parte, tácitamente, del propio relato, que de otro modo
estaría incompleto».
«Un epigrama de
lealtad» nos muestra al escritor inglés John Gawsworth (escritor real, poco
prolífico, que era el pseudónimo de Terence Ian Fytton Armstrong, y que ha
aparecido como personaje en los libros de Javier Marías Todas las almas y
Negra espalda del tiempo; en Cuentos únicos se encuentra uno de
sus relatos y la ficha biográfica correspondiente, escrita por JM), en la
última etapa de su vida, como pordiosero alcohólico en Londres. Un relato
bellísimo y desdichado.
Otro de los
relatos en que el autor juega con la ficción y la autoficción es «Lo que dijo
el mayordomo», el cual contiene una nota inicial de Marías en la que señala que
publicó un artículo con una parte de esa anécdota personal (cuando en un viaje
a Nueva York se quedó encerrado en un elevador con un hombre que era el
mayordomo de una pareja adinerada de la ciudad), pero que en el texto
periodístico cambió y calló una buena parte de lo que le contó ese mayordomo.
En el relato, entonces, cuenta lo que faltaba. Y lo que faltaba es estupendo.
«Mientras ellas
duermen», el relato que le dio título al primer libro de cuentos de Javier
Marías no sólo es excelente sino, quizá, el más sorprendente y el más
inquietante; en él, un hombre de unos cincuenta y tantos años le platica al
narrador de la historia el motivo por el que graba en video, continua e
incansablemente, a su pareja, una bella joven de 23. Es un relato cercano, en
contexto, en espíritu y en estilo a la novela Corazón tan blanco, y uno
puede muy bien preguntarse si el narrador será el mismo de la novela.
Vale la pena
apuntar que existe una adaptación cinematográfica de este relato, de 2016,
producida por Japón, dirigida por Wayne Wang, e interpretada por Takeshi
Kitano, cuyo título internacional en inglés es While the Women Are Sleeping.
Yo no la he visto pero tiene críticas más bien negativas pues al parecer la
trasformaron demasiado y perdió la esencia del relato original.
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Mientras ellas
duermen. Javier Marías.
Alfaguara (1a. ed., 2000), 248 págs. / Debolsillo, colección Bestseller (1a.
ed., 2007), 192 págs.
Mala índole,
cuentos aceptados y aceptables.
Javier Marías. Debolsillo (1a. ed., España: 2014; 1a. ed., México: 2015), 426
págs.
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