UNA
ENTREVISTA CON JUAN ANTONIO VILLARREAL
En el
infinito mundo de las jirafas humanas
(Segunda de dos partes)
Cirilo Recio Dávila
Cirilo Recio Dávila: Daniel Sada (+), Fernando Solana y otros
autores hablan de que se escribe para uno mismo, sin pensar en un lector, sino
por propia pasión. ¿Qué posición tienes sobre esto?
Juan Antonio Villarreal: Sí, creo que es lo más honesto. Si uno
piensa en el lector, si empieza a preguntarse «cómo lo voy a sorprender » se
pierde la esencia de la literatura; o sea, se escribe porque las letras y las
palabras hay que escribirlas, porque la historia te pide que la escribas.
CR: El proceso de expresar y comunicar.
¿se completa con un lector, pero no pensando en él?
JAV: Creo que
van juntos, si se alcanza al lector, al espectador, entonces ya existe un
logro, pero se alcanza por una necesidad interior, como Van Gogh, que no pintaba
para complacer a nadie, sino por una necesidad interior; creo que esto es lo
más honesto, lo más verdadero.
CR: Bajo esta perspectiva, ¿qué piensas de
los escritores como Vargas Llosa, Carlos Fuentes, García Márquez y muchos otros,
que conceden entrevistas y hablan de política, de religión, violencia,
narcotráfico o democracia, pero ya no los oye uno hablar de arte, literatura o
creatividad?
JAV: Que ya
no es Vargas Llosa, no García Márquez, los literatos se quedaron muy atrás, no
quiero decir que los artistas no deban inmiscuirse en política, no es eso, pero
que debe verse desde la perspectiva del artista.
CR: ¿No será que los medios, la sociedad,
el poder y el dinero les obliga a tomar posiciones sobre estos temas?
JAV: Pues a
lo mejor… y ellos se prestan al juego…
CR: En ese sentido está lo que publicó un
periódico de Saltillo, que le solicitó una entrevista a Nicanor Parra y éste
dijo que no concedía entrevistas; a lo mejor hubiera aceptado si le solicitaran
una conversación, compartir un café o una cerveza —que no es el caso porque
ahora lo que hacemos es una conversación, ¿verdad? Yo, curándome en salud por
supuesto.
JAV: (Ríe.) Sí, es como decir «ahí está mi
obra, yo no tengo nada que decir».
CR: En otro contexto, quisiera saber ¿hacia
dónde consideras que se dirige la creación artística en Saltillo?
JAV: Creo que
lo que nos inquieta es exponer al ser humano como tal, ¿por qué amo, por qué
odio, vale la pena estar aquí o no? Ahí es donde está la exigencia del arte, en
Saltillo y en cualquier parte.
CR: Esto me lleva a preguntarte sobre el
hecho de que siempre estamos interpretando la realidad, como una necesidad
interior, aunque interpretar la realidad, darle una coherencia para con
nosotros mismos, sea inútil para sobrevivir o pervivir, ¿qué hace el arte en
este sentido?
JAV: Es
porque así hemos sido educados, porque vivir en la angustia no nos lleva a
nada, pero vivir en la pregunta es bastante productivo, porque te lleva más
adelante; el arte es precisamente eso, que cada día lo encuentres nuevo, porque
la pregunta de ayer ya no funciona, te lleva a otro universo y sigue avanzando,
sigue estando presente esa obra ahí.
CR: Finalmente, ¿es difícil la amistad
para ti?
JAV: No, no
es difícil, es sencilla, es fácil, pero la amistad no como posesión de algo o
perenne, yo creo en la amistad del instante y a la distancia; aunque no esté
presente; eso es lo importante de la amistad, que aunque la persona no esté ahí
en el mismo tiempo y lugar, está contigo; saber que la persona está ahí cuando
la necesitas aunque no esté físicamente presente con sólo pensar en ella. Y algo
importante de la amistad, la no apropiación del otro ser humano, la no
imposición del uno sobre el otro.
. . . . . . . . . . . . . . .
Un texto de La inconfesable vida de un
hombre jirafa
El aeropuerto equivocado
Ahora
deambulo por los aeropuertos esperando la llegada de no sé quién. Me gustaría,
deseo, reconocer algún rostro, alguna voz añeja, que me ubique nuevamente en la
tierra, que me devuelva algo, no sé qué, pero algo, no pierdo la esperanza,
algún día sucederá, lo sé, es cuestión de paciencia, alguien tiene que llegar
del cielo, no para que me acompañe, no para que permanezca conmigo, no,
simplemente para corroborar una teoría elaborada hace veinticinco años y
colocarla en las estadísticas del poder de la mente. Pero no sé, tal vez algo
esté mal planteado en la teoría o simplemente estoy en el aeropuerto
equivocado.
(Publicado
por cortesía del autor.)
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