Annam
de Christophe Bataille
Jesús Guerra
Llegó a la Francia de 1787 el emperador de Vietnam. El rey en
Francia era Luis XVI; el emperador de Vietnam se llamaba Canh y tenía sólo
siete años de edad. Su padre, Nguyen Anh, era el príncipe regente de su país,
pero debido a una revuelta huyó a un país vecino, y mandó a su hijo y una serie
de servidores a buscar la ayuda militar de Francia para restablecer el orden y,
obviamente, para recuperar el poder. Pero Francia no era ya lo que había sido,
había problemas económicos y el pueblo no estaba contento. Así que el pequeño
emperador se convirtió en una especie de curiosidad para la Corte. El padre del
emperador de Vietnam había prometido, a cambio de la ayuda militar, que dejaría
que los misioneros franceses llevaran el catolicismo a su país. Eso le gustó a
los religiosos, así que el obispo Pierre Pigneau de Bréhaine realizó una
colecta entre la aristocracia y comenzó a preparar un viaje con misioneros,
monjas y monjes franceses, para cobrar su parte del trato.
Edición estadounidense |
Sólo que no hubo trato. Luis XVI no mandó un ejército para ayudar
a Nguyen Anh. Y peor aún, el pequeño Canh murió de neumonía en Versalles, en
donde fue enterrado como católico. Aun así, Pierre Pigneau de Bréhaine despidió,
el 19 de abril de 1788, sus dos únicas naves, con algunos misioneros y algunos
hombres de armas para que fueran a Vietnam a salvar almas.
Luego de meses de viaje y de estancias cortas en lugares exóticos,
llegó la expedición francesa a Vietnam. Eran sólo un puñado de misioneros y un
puñado de soldados. ¿Qué iban a hacer a Vietnam? Los misioneros se quedaron a
vivir y a intentar predicar el evangelio en el primer pueblo al que llegaron.
Los soldados se despidieron. Cuando, muchos meses después, los misioneros se enteraron de lo que sucedía en su país, de la
caída del Rey, de la revuelta popular, se dieron cuenta de que Francia los
había olvidado.
Los misioneros tenían sus dudas acerca de si realmente estaban
convirtiendo a los vietnamitas al catolicismo, pero estaban convencidos de
estar ellos mismos perdiendo su fe y su razón de ser.
Edición francesa |
Annam es una breve novela publicada en
Francia en 1993. Su autor, Christophe Bataille (nacido en Versalles en 1971),
tenía en ese momento 22 años de edad, y ganó con esta obra un premio a primera
novela y el premio Deux Magots. Esta novela se publicó en español, por
Alfaguara («gracias al apoyo de la Embajada
de Francia en México») , en 1998 (cuando el autor había ya
publicado dos novelas más en su país: Ajenjo, en 1994, y El maestro
relojero, en 1997), con una estupenda traducción a cargo de Alberto Ruy
Sánchez.
Otra edición francesa |
No es, por supuesto, una obra reciente, y hasta donde yo sé no se
ha vuelto a reimprimir, así que no la encontrarán en la primera librería a la que vayan; es más bien una búsqueda para librerías de viejo, pero
vale la pena que la tengan en cuenta para su propia «expedición», sobre todo si
les gustan los relatos breves en los que el lenguaje tiene la misma importancia
que la narración; si les gustan las obras bien traducidas (el estilo de Alberto
Ruy Sánchez se ajusta muy bien al estilo del autor); si les gustan las obras en
las que se relatan proyectos absurdos, que cambian de manera rotunda la vida de
los protagonistas y nos obligan a dudar, una vez más, acerca de la salud mental
de la especie humana.
. . . . . . . . . . . . . . .
Annam. Christophe Bataille. Traducción de
Alberto Ruy Sánchez. Alfaguara. México, 1998. 76 págs.
Me encantó esta obra, como va tomando su ritmo. El final excelente.
ResponderEliminarJosé Ignacio Morales.