viernes, 17 de agosto de 2012

El último hombre bueno, de A.J. Kazinski





El último hombre bueno
de A.J. Kazinski

Maru Galindo

Treinta y seis hombres son necesarios para mantener el equilibrio entre el bien y el mal; cada uno de ellos abarca diez grados geográficos y, de esa manera, cubren el globo terrestre con su bondad, protegiéndonos. Esta es la idea central de la novela de corte detectivesco El último hombre bueno de A. J. Kazinski, seudónimo bajo el cual se ocultan el director de cine danés Anders Rønnow Klarlund y el escritor Jacob Weinreich. Ambos conforman un tándem cuyo resultado es un thriller bien estructurado de más de 500 páginas que atrapa el interés del lector desde las primeras líneas.

Edición holandesa
«La gente muere todo el tiempo, muy a menudo en los hospitales. Por eso el proyecto era ingenioso, simple, casi banal. Comprobarían todas las experiencias cercanas a la muerte cuyo relato los médicos solían escuchar. ¿Dónde? En los servicios de urgencias, por supuesto. Era habitual que las personas lo contasen. La gente declarada clínicamente muerta, las personas cuya respiración se había detenido o su corazón había dejado de latir, flotaban hacia arriba. Colgadas allí, contra el techo, se veían a sí mismas».

Edición en inglés
Los hombres buenos se están muriendo, alguien los está asesinando y Neils Bentzon, un detective danés que sabe reconocer perfectamente el bien del mal inicia la investigación en la que se involucran otro personaje complejo, Hanna Lund, quien le ayudará a resolver una serie de misterios que envuelven a cada una de las muertes de esos hombres buenos, designados por Dios mediante esquemas o patrones que va descifrando ayudada por lo conocimientos que tiene como astrofísica.

Edición francesa
La idea de la designación de los treinta yseis hombres proviene del Talmud, colección de escritos religiosos judíos que consta de 21 partes con mil páginas cada una. Creado después de la destrucción del segundo templo de Jerusalén en el año 70 y escrito como una discusión entre rabinos durante los años 100 y 500 de nuestra era, con especiales reglas nemotécnicas. En él se consigna una narración de lo que Dios dijo a Moisés: que siempre existirían treinta y seis hombres justos en la tierra, que no saben que son elegidos, que protegerían a la humanidad y que sin ellos ésta perecerá.

«En el folclore judío se les llama los santos ocultos. Lamedvovniks en Yiddish. Si todos mueren la humanidad perecerá y según la Cabala si todos mueren Dios moriría».

Edición italiana
Aunado a la idea central de la investigación de los crímenes, los personajes se cuestionan el lugar que ocupa la ciencia en la vida de los hombres, los pocos y pobres conocimientos que tenemos sobre el universo, nuestro concepto del bien y del mal, especialmente nuestra incapacidad de reconocer la bondad en este mundo global. La acción de la novela inicia en China con una muerte extraña de un individuo que tiene la espalda marcada con un tatuaje especial, de ahí pasa a La India en donde un diplomático italiano investiga una extraña marca de otro hombre fallecido; pasamos a Venecia en donde encontramos a Tommaso di Barbara, empleado de la policía italiana, y de ahí a Copenhague. En un triste martes 15 de diciembre encontramos a Niels Bentzon, policía que trabaja como mediador en un caso de secuestro y al cual se le encarga que averigüe una extraña solicitud: un policía italiano asegura que en Copenhague va a morir un hombre bueno en extrañas circunstancias.

Edición rumana
La trama se desarrolla en tres partes: El Libro de los Muertos, El Libro de los Justos y El Libro de Abraham. Una es la que corresponde a Tommaso di Barbara, apartado de la policía por el caso de los hombres justos a quien sólo le queda esperar la muerte de su madre. La otra es la historia de Niels. En ella se desarrolla la acción y toda la tensión que se crea para intentar parar un asesinato sin saber quién puede ser la víctima o qué aspecto puede tener el asesino. Es una tensión muy bien llevada en todo momento, con las dosis adecuadas de angustia ante unos hechos que son imparables, y la tercera es una conclusión de las dos anteriores.
Edición polaca

La novela está bien documentada con respecto a las conversaciones científicas entre Hanna y Niels aunque toma alguna que otra licencia científica para dar más sentido a la trama. Por todos estos elementos es una obra considerada por algunos críticos, la mejor de su clase, por encima de la Trilogía Millenium, cuyo autor es otro autor escandinavo, el sueco Stieg Larsson.

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El último hombre bueno. A. J. Kazinski. Ediciones B. Colección La Trama. Barcelona, 2011. 520 págs.

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El autor:
Anders Rønnow Klarlund escribió y dirigió las películas Den attende (1996), Besat (1999), Strings (2004) y Hvordan slipper vi af med de andre (2007). Por su parte, Jacob Weinreich se graduó en la Danish School of Film como guionista y debutó con su primera novela en 2001. Ha escrito varios libros infantiles y juveniles, entre los que destacan Krubet y las series Monsterjagernee y Kaptajn Blodskag. El último hombre bueno es su primera novela conjunta.

Otra edición en inglés

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