Sobre los propósitos (de lectura) de año nuevo
Jesús Guerra
Creo que todavía estamos a tiempo para tratar de los muy
populares propósitos de Año Nuevo. Crear una lista, de preferencia pequeña, de
estos propósitos es algo bueno pues por lo menos indican la intención de
mejorar, la intención de cambiar algo en su vida, por parte de quien realiza
estos propósitos. Revisando en Internet algunos artículos sobre el tema,
encontré que los propósitos más comunes de las personas, agrupándolas por
rubros, son más o menos los siguientes:
1. Bajar de peso, comer de manera más nutritiva, hacer
ejercicio
2. Ahorrar dinero, pagar deudas, conseguir un empleo extra
o un trabajo nuevo
3. Evitar el estrés o aprender a bajar el nivel de estrés
4. Comprar casa, o remodelar la casa
5. Comprar un carro o arreglar el que se tiene
6. Dejar de fumar, o dejar de beber
7. Ser mejor persona, o pasar más tiempo con la familia
8. Viajar, o viajar más, o realizar ese viaje a alguna
ciudad o país con el que se ha soñado por mucho tiempo
9. Encontrar pareja, o casarse, o tener hijos.
Por supuesto, para lograrlos y no abandonarlos a las pocas
semanas, es necesario tener fuerza de voluntad, disciplinarse. No siempre se
puede, pero intentarlo ya es algo. Mientras más corta la lista, y más cercana a
la realidad, más sencillo será lograrla.
Lo que los expertos en el tema (porque también hay
expertos en esto de los propósitos de Año Nuevo) aconsejan es: escribir estos
propósitos en un cuaderno (en un diario personal, por ejemplo), para que el
compromiso con nosotros mismos sea mayor, y para que podamos tener esa lista
presente cada vez que abramos el cuaderno. También se aconseja decirles estos
propósitos a otras personas de confianza, familiares o amigos, para que el
compromiso sea mayor. Por último, se aconseja juntarse con otras personas que
tengan el mismo propósito (por ejemplo, ir al gimnasio) para que sea más
sencillo realizarlo.
Por otra parte, es evidente que no es necesario esperar a
que comience un año para comenzar a hacer los cambios que queremos en nuestra
vida. Podemos empezar cuando en realidad lo queramos (de preferencia, ya).
Todo esto viene a cuento porque quiero comentarles un
propósito que no está entre los más comunes pero que es muy importante para
nuestra vida, para mejorar, que es lo que realmente deseamos: el propósito de
leer más libros. Y subrayo la palabra libros. También podemos
proponernos leer más, en general, y así leer más revistas, más periódicos, más
textos en Internet, y todo esto también está bien, por supuesto, pero las obras
importantes están publicadas en libros, y éstos pueden ser de ciencia, de
psicología, de filosofía, ensayos diversos, de cualquier tema que nos guste, y,
por supuesto, libros literarios.
Y el propósito de leer más es sencillo, pues sólo
competimos con nosotros mismos. Si el año pasado leímos, por ejemplo, cinco
libros, este año podemos intentar leer ocho. No es muy difícil, es realista,
podemos lograrlo; es divertido, interesante y útil. Leer ocho libros en un año
equivale a leer sólo dos terceras partes de un libro por mes.
Pero si su propósito es algo más serio pueden proponerse
leer un libro por mes. Tal vez se tarden más de un mes en leer un libro de 600
páginas, pero la siguiente lectura puede tener sólo 250 páginas. Luego de los
dos meses habrán conseguido leer, de todas maneras, dos libros en dos meses.
Leer un libro al mes equivale a 12 libros al año. Es una buena meta. No es muchísimo,
pero es mucho más del promedio nacional.
Y quienes leen 12, pueden proponerse leer 18, o 24. Al año,
24 libros es un libro cada quincena, aproximadamente. O ya, de plano, pueden
proponerse leer un libro por semana, para alcanzar la cifra de 52 libros al
año.
Hay una conocida encuesta mundial (de la agencia de
investigación de mercado NOP World) que se centró en el número de horas a la
semana que los habitantes de diversos países dedican a la lectura. Con esto no
sabemos cuántos libros leen, pero por lo menos sabemos cuánto tiempo leen a la
semana.
En primer lugar, La India, con 10.7 horas a la semana.
En segundo, Tailandia, con 9.4 horas a la semana.
En tercer lugar, China, con 8 horas.
En cuarto Filipinas, con 7.6 horas.
En quinto Egipto, con 7.5 horas.
En sexto la República Checa, con 7.4 horas a la semana.
En séptimo Rusia, con 7.1 horas.
En octavo, empatados Suecia y Francia, con 6.9 horas.
Y en noveno lugar Hungría, con 6.8 horas a la semana.
Esto quiere decir que La India, que está en primer lugar,
dedica un poco más de hora y media diaria a la lectura. E incluso los países
que menos leen, de esos 10 primeros lugares, leen casi una hora al día.
El promedio mundial es de 6.5 horas diarias dedicadas a la
lectura. En América Latina, Venezuela es el país con el mayor promedio y está
sólo un poco por debajo del promedio mundial: 6.4 horas por semana. El país que
menos lee de América Latina es México, con 5 horas y media a la semana (lo
cual, de México, es creíble, pero para la lectura en general, no de libros).
Sin embargo, según una nota de la revista Proceso (del 31 de agosto de
2015), México ocupó el penúltimo lugar de lectura entre 108 países.
Todo esto quiere decir que, si ustedes ponen en sus
propósitos de Año Nuevo leer una hora diaria, es decir 7 horas a la semana,
estarían dedicándole a la lectura media hora más por semana que el promedio mundial.
Y por supuesto, mucho más que el promedio mexicano.
La relación entre tiempo dedicado a la lectura y libros
leídos es personal, depende de la velocidad de lectura de cada uno. Hay quienes
leen rapidísimo y quienes leemos un poco más lento. Hay quienes han tomado
cursos de lectura rápida, pero hay que aclarar que las técnicas de la lectura
rápida si bien son muy útiles para leer periódicos, revistas y reportes de
oficina, no sirven para leer literatura. La literatura hay que disfrutarla.
Pero esta relación personal pueden establecerla muy bien
si se proponen leer una hora diaria. ¿Cuántos libros a la semana, o a la
quincena, o al mes pueden terminar leyendo tan solo una hora por día? Se van a
dar cuenta de que pueden leer mucho más de lo que imaginan.
En cuanto a las encuestas, sólo sirven de vaga referencia,
pues son contradictorias. En la encuesta de horas de lectura por semana el
Reino Unido, Brasil, Taiwán, Japón y Corea leen menos horas a la semana que
México. Pero en la encuesta de CERLAC, Corea lee 10 libros por año mientras que
China lee 7 (y Finlandia 17, y Canadá 20)... pero en la de horas por semana se
dice que China lee 8 horas a la semana mientras que Corea lee sólo 3:06 horas.
¿Será que los coreanos leen rapidísimo?
Según un artículo de Ana Karen García, publicado en el
periódico El Economista, el 26 de octubre pasado, en México se leen, en
promedio, 3.8 libros al año por persona, pero ¡sólo 2 de cada 10 comprende
totalmente el contenido que leyó! Como pueden ver el estado de la lectura en
México es desastroso, pero podemos contribuir a nuestros promedios, aunque
nadie nos venga a encuestar. Es una tarea personal, así como es un asunto de
mejora personal: propongámonos leer por lo menos una hora diaria, y luego
pueden platicarnos de los logros alcanzados.
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