de Orhan Pamuk
Jesús Guerra
El castillo blanco es
la tercera novela del escritor turco Orhan Pamuk, galardonado con el Premio
Nobel de Literatura en el año 2006. (Si quieren leer un comentario sobre su
libro de ensayos La maleta de mi padre, en el cual se encuentran las
palabras que pronunció al recibir el premio, y si quieren revisar la lista de
sus obras y sus años de publicación, hagan clic aquí.) Esta obra, cuyo
título original en turco es Beyaz Kale fue publicada en español como El
astrólogo y el sultán, por Edhasa, en 1994; posteriormente fue publicada
por la editorial Mondadori, con una nueva traducción a cargo de Rafael
Carpintero, como El castillo blanco, en 2007.
El libro abre con un prólogo firmado por Faruk Darvinoglu, un
personaje que es historiador y que ya apareció en la novela anterior de Pamuk:
«La casa del silencio». En este prólogo, el personaje nos dice que encontró el
manuscrito cuyo texto vamos a leer a continuación en un archivo que se
encuentra en pésimas condiciones. Él lo transcribió y lo «tradujo» al turco
contemporáneo. Y ese manuscrito es, por supuesto, el cuerpo principal de la
novela que leemos. Se supone que fue escrito en turco por un académico italiano
quien, yendo en barco de Venecia a Nápoles en algún momento del siglo XVII, fue
capturado por piratas turcos, junto con toda la tripulación y el resto de los
viajeros.
Ya en Turquía su destino era, por supuesto, ser vendido como esclavo.
Pero como este hombre tenía estudios universitarios de ciencia, convenció a sus
captores, mientras se encontraba aún en una suerte de cárcel, de que era
médico. Y en efecto, más por sentido común que por otra cosa, logró curar de
dolencias no demasiado complejas, tanto a compañeros prisioneros como a turcos
de la ciudad en la que se encontraba. Llegó a ser lo suficientemente conocido y
respetado que incluso curó a un gobernante de la ciudad, el cual en un momento
dado terminó regalándolo, como esclavo, claro está, a un académico turco al que
sólo conocemos a lo largo del texto como «el Maestro».
Edición en inglés |
El italiano, cuyo nombre nunca conocemos, aprende rápido el turco, y
el Maestro, su nuevo dueño, que está ansioso por conocer lo más posible sobre
«ellos», es decir sobre los occidentales, le dice al esclavo que lo liberará
cuando el italiano le haya enseñado todo lo que sabe. Y así se establece una
relación muy curiosa entre estos dos intelectuales que para colmo físicamente
se parecen muchísimo. La relación, que dura muchos años, pasa, como es lógico,
por muchas etapas: ambos tienen curiosidad por el otro y por momentos se
admiran, se desprecian, se ayudan, se estorban, se estiman, se alejan, se
acercan... Se parecen tanto, y no sólo en lo físico, se conocen tan bien y
pasan tanto tiempo juntos, que llega un momento en que se mezclan, se
confunden, se sobreponen. ¿Realmente son dos hombres o son dos partes de uno
mismo? La pregunta fundamental, y sus variantes, es la que se hace el Maestro
de tiempo en tiempo: ¿por qué yo soy yo?
Otra parte fundamental de esta novela es la relación entre el Maestro
y el Sultán (es decir entre el intelectual y el poder), entre el Maestro, el
esclavo-académico-occidental y el Sultán, entre el Sultán y el esclavo del
Maestro... y está también el tema del ascenso y la caída de cada uno de estos
personajes, en todos sentidos y con relación a todo y a todos. Son varios los
temas importantes desarrollados en esta novela, sin embargo el fundamental es
el de la identidad. Y la primera pregunta que se hace el lector al terminar de
leer el libro es: ¿quién es, realmente, el narrador de esta historia?
Según entiendo, los efusivos comentarios del escritor norteamericano
John Updike sobre esta novela, luego de su aparición en inglés en los Estados
Unidos a principios de los años 90, fueron los que desencadenaron la fama de
Orhan Pamuk en Occidente. Definitivamente se trata de una obra que hay que
leer, aunque está claro que siendo más una novela de ideas que de aventuras, no
es una lectura para todos los gustos. Sin embargo, yo les recomendaría que hicieran
la prueba. Es una buena entrada a la obra de Pamuk, entre otras cosas porque se
trata de una novela breve: tiene sólo 182 páginas.
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El castillo blanco. Orhan Pamuk. Traducción de Rafael Carpintero.
Editorial Mondadori. 1a edición en México, 2007. 182 págs.
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