Ventajas de
viajar en tren
de Antonio
Orejudo
Jesús Guerra
Una mujer se ve
en la necesidad de internar a su marido en una clínica para enfermos mentales,
una clínica respetada y, sobre todo, muy discreta, pero muy lejos de Madrid. Ya
que lo interna, la mujer toma el tren para Madrid, y a su lado va sentado un
hombre relativamente joven, de traje, con una carpeta roja sobre sus rodillas.
El hombre entabla conversación con la mujer. Se presenta como Ángel Sanagustín,
y dice que es psiquiatra de la clínica en donde la mujer acaba de internar a su
esposo.
Ella casi no
habla durante el trayecto, el hombre, en cambio, se lanza a un monólogo épico:
comienza por platicarle de sus estudios con sus pacientes, de las enfermedades
mentales, de cómo él lo que hace es analizar los textos que pide a sus
pacientes que escriban, y de eso pasa a hablar de un paciente en particular, un
hombre con un extraordinario poder de sugestión sobre las personas, y de su
vida extrañísima. La historia que narra el psiquiatra a su compañera de viaje
es verdaderamente una locura, pero una locura fascinante. El hombre dice
también que en la carpeta que lleva con él se encuentran algunos de los textos
con los que está trabajando un libro.
En un momento
dado, el tren se detiene en una estación, y el hombre dice que normalmente ahí
compra algo para comer y beber, le ofrece a la mujer comprar algo para ella, y
baja del tren. Pero tan pronto como el hombre entra al pequeño restaurante, el
tren arranca de nuevo y la mujer se queda con la carpeta del doctor. Por
supuesto, la mujer no puede reprimir su curiosidad y lee el material de la
carpeta, que resultan ser más historias extrañas, historias, por supuesto,
«locas». Pero resulta que la mujer es agente literaria y decide, al llegar a
Madrid, buscar al doctor para proponerle publicar su libro. Ahora bien, la
historia de esta mujer, cuyo nombre es Helga Pato (todos los nombres de los
personajes son así, deliciosamente ridículos), y sobre todo su relación con su
marido, al que acaba de internar, y la manera en que ella llegó a ser agente
literaria es igualmente absurda, como absurdas son todas las historias del
libro, al igual que la idea que tiene ella para revolucionar la industria
editorial y ganar con esto mucho dinero.
No puedo entrar
en ningún tipo de detalles sobre esta novela porque les echaría a perder su
lectura, lo que sí puedo es decirles que se trata de una obra muy inteligente,
sorprendente, y divertidísima. Es una de esas obras que nos hacen leerlas con
una sonrisa permanente, y de vez en cuando con una abierta carcajada, lo cual
consigue que las personas que están cerca de nosotros nos volteen a ver como si
los locos fuéramos nosotros. La verdad, es una maravilla de novela, que nos
atrapa desde el principio y no nos deja soltarla; lo único que uno lamenta al
terminar de leerla es que no sea más extensa, pues tiene sólo 152 páginas.
El autor de Ventajas
de viajar en tren es el español Antonio Orejudo, quien nació en Madrid en
1963, y es doctor en Filología Hispánica. Tiene publicadas cinco novelas: Fabulosas
narraciones por historias (de 1996, ganadora del Premio Tigre Juan a la
mejor Primera Novela del año, reeditada por Tusquets en 2007); esta que
comentamos ahora, Ventajas de viajar en tren (en el 2000 ganó el Premio
Andalucía de Novela y fue publicada por Alfaguara ese año, Tusquets la reeditó
en 2011); La nave (novela corta, publicada en Sevilla en el año 2003); Reconstrucción
(Tusquets, 2005); y la más reciente, Un momento de descanso (Tusquets,
2011).
Antonio Orejudo
está considerado como uno de los mejores autores de su generación, los nacidos
en la década de los 60, conocida por algunos críticos como la Generación
Inexistente. Vale la pena apuntar que cuando esta novela ganó el Premio
Andalucía, el Presidente del Jurado, el conocido novelista Juan José Millás,
declaró que esta novela es «una obra maestra». Y después de él, varios críticos
han dicho lo mismo. Y en el cintillo promocional de la edición de Tusquets se
reproducen unas palabras de Elena Hevia, quien publicó su crítica en El
Periódico, las cuales dicen que «Orejudo es el secreto mejor guardado, y
divertido, de la literatura española».
Edición en francés |
Yo, la verdad, la
recomiendo muchísimo, es una novela de un humor negro maravilloso, muy
inteligente, muy imaginativa y francamente encantadora. Me ha recordado las
obras de Boris Vian, que me encantan también, pero esta novela de Orejudo, creo
yo, está mejor estructurada que las obras de Vian. Ventajas de viajar en
tren es de esos libros que dan ganas de releerlos de inmediato.
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Ventajas de
viajar en tren. Antonio
Orejudo. Tusquets Editores. Colección Andanzas. 152 páginas.
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