Kazuo Ishiguro, Premio Nobel de Literatura 2017
Jesús Guerra
Como recordarán, el jueves 5 de octubre pasado se anunció
el ganador del Premio Nobel de Literatura de 2017. Hay una lista que cada año
manejan los medios de comunicación con los nombres de los autores favoritos
para ganar esa presea, la más importante del mundo en el ámbito literario. Una
lista que es más bien una especulación, una suerte de apuesta, tanto de los
medios de comunicación como de las academias y de los grupos literarios
internacionales (sea lo que sea esto último). Nombres como los de Haruki
Murakami, Salman Rushdie, Margaret Atwood y otros se mencionan con frecuencia
entre los favoritos, entre los casi seguros... Sin embargo, nada es seguro ni
casi seguro, y mucho menos en los Premios Nobel de Literatura.
En 2015 la Academia Sueca del Nobel sorprendió a la
comunidad literaria con la premiación de Svetlana Aleksiévich, una bielorrusa
que es, sobre todo, periodista; y el año pasado sorprendió más aún con el anuncio
del premio a Bob Dylan, como poeta, por las letras de sus canciones. Así que
este año, aunque se siguieron manejando las listas de favoritos, la comunidad
literaria internacional en realidad ya no sabía qué esperar. Por lo tanto, el
anuncio del premio al escritor Kazuo Ishiguro, por una parte, fue también una
sorpresa pues no figuraba en ninguna de las listas de favoritos, pero al mismo
tiempo fue muy bien recibido el comunicado pues este autor es muy reconocido y
respetado, y ha sido merecedor de otros premios literarios importantes, como el
Booker y el Whitbread. Los «literatos» respiraron con tranquilidad: por fin, la
Academia sueca del Nobel regresaba a la cordura, o la cordura a la academia, el
asunto es que habían premiado a un «verdadero escritor». Aun así, los chistes
no se hicieron esperar en Twitter (sobre todo en español, debido al apellido
del premiado: «‘Le dieron el Nobel a Ishiguro’, dice alguien. ‘¿Ishiguro?’,
pregunta otro. ‘Sí, segurísimo, todos los medios lo anunciaron ya’»).
Kazuo Ishiguro tiene una característica que lo separa de
otros premios Nobel (no de todos, por supuesto, pero sí de muchos otros
premiados): es un autor bien conocido a nivel internacional, que recibe premios
por la calidad literaria de sus novelas, y éstas, por lo general muy bien
recibidas por la crítica, tienden también a convertirse en best-sellers.
Es decir, es un autor apreciado por la crítica, por las academias literarias y
también por el público, aunque como es lógico es mucho mejor conocido por el
gran público lector de los países de lengua inglesa. Por lo mismo, es también
un autor apreciado por el mundo del cine, pues dos de sus novelas han sido
adaptadas a la gran pantalla, pero esto lo veremos más adelante. Por el momento
les doy algunos datos biográficos de Kazuo Ishiguro, pues, aunque su nombre es
japonés y nació en Japón, Kazuo Ishiguro es un escritor inglés.
Resulta que este autor nació en la ciudad de Nagasaki,
Japón, el 8 de noviembre de 1954 (lo que quiere decir que recibió el premio un
mes antes de cumplir los 63 años de edad); pero a los 5 años se mudó a
Inglaterra con sus padres, los cuales, aunque siempre tuvieron la idea de
regresar a vivir a su país, nunca lo hicieron. Kazuo Ishiguro, por lo tanto,
aunque nació en Japón, de padres japoneses, recibió toda su educación en
Inglaterra. De niño estudió piano, y luego aprendió a tocar la guitarra, y
cuando estaba en la universidad tenía un grupo de rock y su deseo era ser
músico profesional. En algún momento de su vida se dio cuenta que la música no
sería su forma de vida y comenzó a dedicarse a escribir, aunque ha seguido
escribiendo letras de canciones y sigue tocando la guitarra. Ha declarado que
le encanta haber recibido el premio un año después de Bob Dylan, pues el
cantautor norteamericano ha sido uno de sus héroes desde su
adolescencia.
La obra de Ishiguro no es muy extensa. Tiene apenas siete
novelas: Pálida luz en las colinas (de 1982, traducida por Ángel Luis
Hernández, publicada por Anagrama en 1994); Un artista del mundo flotante (de
1986, traducida también por Ángel Luis Hernández, publicada por Anagrama
también en 1994); Los restos del día (de 1989, traducida por Ángel Luis
Hernández, publicada por Anagrama en 1992); Los inconsolables (de 1995,
traducida por Jesús Zulaika, publicada por Anagrama en 1997); Cuando fuimos
huérfanos (del 2000, traducida por Jesús Zulaika, publicada por Anagrama en
2001); Nunca me abandones (de 2005, traducida por Jesús Zulaika,
publicada por Anagrama en el mismo año, 2005); y El gigante enterrado
(de 2015, traducida por Mauricio Bach, y publicada por Anagrama en 2016).
De estas obras, como ya mencioné antes, dos han sido
adaptadas al cine: Los restos del día, de 1993, dirigida por James
Ivory, con interpretaciones de Anthony Hopkins y Emma Thompson, en los papeles
principales; y Nunca me abandones, de 2010, dirigida por Mark Romanek, e
interpretada por Carey Mulligan y Keira Knightley, entre otros.
De los cuatro guiones escritos por Kazuo Ishiguro, los dos
primeros fueron para la televisión inglesa, y los otros dos son de La música
más triste del mundo, dirigida por Guy Maddin, en 2003, y del film La
condesa rusa, dirigido por James Ivory, en 2005.
Kazuo Ishiguro tiene también un libro de relatos, llamado Nocturnos:
cinco historias de música y crepúsculo (de 2009, traducido al español por
Antonio-Prometeo Moya, publicado por Anagrama en 2010).
Espero que les interese acercarse a la espléndida obra del
nuevo Premio Nobel de Literatura; recuerden que no es (o no será en unas
semanas más) difícil de conseguir, de seguro sus editores españoles estarán
resurtiendo las librerías del país con los libros de este autor.
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