lunes, 18 de noviembre de 2013

El extranjero, de Albert Camus




El extranjero
de Albert Camus

Jesús Guerra

El extranjero, que también ha aparecido en español en algunas ediciones como El extraño (así como las ediciones norteamericanas llevan por título The Stranger y las de Gran Bretaña The Outsider), fue la primera novela publicada por Albert Camus, en el año de 1942. Forma parte, lógicamente, del primer ciclo de la obra de este autor, llamado el Ciclo del Absurdo, en el que también se encuentran el libro de ensayos El mito de Sísifo y la obra teatral Calígula (posteriormente vendrá el Ciclo de la Rebeldía, de la que forma parte la novela La peste, que ya he comentado en este blog). A la literatura del absurdo han contribuido muchos autores de varios momentos históricos diferentes, pero su gran momento fue el de los años de la Segunda Guerra Mundial y su posguerra. Fue una reacción intelectual y artística lógica ante los sufrimientos y el sinsentido de la guerra.

Ahora bien, ¿qué es la literatura del absurdo? De manera muy breve puedo decir que es la literatura que muestra el sinsentido, del mundo, de nuestra vida, de nuestros ritos sociales, de nuestras creencias. Muestra, digámoslo así, la indiferencia del mundo, del universo, ante el ser humano y sus sufrimientos. Un personaje absurdo, en el sentido de esta corriente artística, sería aquel que, de alguna manera, le devuelve esa misma indiferencia al mundo. Y así es, precisamente, el personaje central de la novela El extranjero, de apellido Meursault.

Meursault es un francés que vive en Argelia. Es empleado de oficina. Debe andar por los 28 años, aproximadamente. Es un tipo que sólo atiende al momento presente, es lo único que tiene importancia para él. Es incapaz de darle algún valor al pasado o al futuro. Todo le aburre. Es indiferente a todo, aunque es muy sensible a las sensaciones físicas, la novela menciona con frecuencia el calor, el bienestar o el malestar que produce el sol, dependiendo de las circunstancias, el placer de nadar y de bañarse en el mar, etc. En cuanto a la indiferencia, las primeras líneas de la novela son contundentes, y muy famosas:

«Hoy ha muerto mamá. O quizás ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: "Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias". Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer». (Traducción de Bonifacio del Carril.)
 
 
Edición francesa de bolsillo.
 

Mersault va más bien con fastidio al pueblo en donde se encuentra el asilo en donde estaba recluida su madre, a 80 kilómetros de Argel. En el entierro platica con varias personas. Se queda para el velorio y el entierro y regresa a Argel. Todo el tiempo ha estado muy atento a las molestias del calor y del sol. No derrama ni una lágrima. Al día siguiente, que es sábado, se va a nadar, y se encuentra a una antigua compañera de oficina, llamada Marie, y coquetean y de alguna manera comienzan una relación amorosa esa misma tarde, en que van al cine a ver una película cómica después de nadar.

Edición francesa
de bolsillo.
Luego, por una serie de acontecimientos que parecen deshilvanados en un principio, termina Mersault cometiendo un crimen, aunque han tenido mucho que ver las circunstancias meramente físicas del contexto, el calor, el sol de la playa, una riña previa... El caso es que arrestan a Meursault, y éste, por la propia indiferencia con que mira todo a su alrededor, incluida su propia vida y su propia suerte, se gana la animadversión del fiscal, del juez e incluso de su propio abogado defensor.

Varios meses después del hecho criminal, cuando el juicio por fin se desarrolla, el jurado lo encuentra culpable y lo condena. Pero una de las características más interesantes del libro es la insistencia del fiscal, y de los testigos, a lo largo de la investigación y del juicio, en el hecho de que Meursault no lloró en el entierro de su madre. Y que no guardó el luto apropiado, y se fue con su reciente novia al cine, y nada menos que a ver una película cómica. Estos hechos que suceden antes del crimen son los que terminan condenándolo. Es decir que tan absurdo es el personaje central, que todo lo ve desde afuera, incluida su propia vida —de ahí el título del libro, «El extranjero»—, como absurdo es el juicio que se desarrolla en su contra, y absurda es, finalmente, la sociedad y sus ritos, y la importancia que se le da a esos ritos.
 
 
Edición norteamericana.
 

El universo es absurdo, el mundo es absurdo, la sociedad es absurda, nuestra vida es absurda... y Meursault, el personaje central, esta suerte de antihéroe absurdo, lejano, indiferente, extranjero a todo y a todos, no hace absolutamente nada por contener las absurdas circunstancias que se llevan su vida entre las patas... por eso es un antihéroe absurdo, porque sabiendo que las cosas no tienen sentido, no hace nada por contener el sufrimiento en el que se encuentra, al que simplemente se adapta, y el sufrimiento que se avecina.
 
 
Edición inglesa.
 

Más tarde, en el siguiente ciclo de la obra de Albert Camus, el Ciclo de la Rebeldía, el tema central de su obra avanza a la siguiente posición, que podríamos condensar, simplificándolo demasiado, en esta frase: sí, todo es absurdo, el mundo, nuestra vida, nuestro sufrimiento, pero en lugar de no hacer nada porque todo carece de sentido, el hombre rebelde lucha contra el sufrimiento, lucha contra el sinsentido, creando él mismo el sentido de su vida. Pero esta posición viene después, en otras obras...

Volviendo a El extranjero, que les recomiendo muchísimo, es un verdadero clásico del siglo XX, es una novela muy estudiada y muy leída en todo el mundo. Es una obra muy breve, y dependiendo de la edición que lean —porque hay varias traducciones al español, y las editoriales la han publicado en varios formatos— el número de páginas varía, pero anda por lo general alrededor de las 140 páginas. Es una obra que se deja leer con rapidez, pero es recomendable leerla con calma, para disfrutarla, claro, pero sobre todo para comprenderla ya que es una obra con complejidades ocultas. En todo caso, es una novela fascinante, y no deja de ser sorprendente que esta obra tan trascendente la publicara Camus cuando tenía apenas 29 años de edad, y que fuera su primer libro.

. . . . . . . . . . . . . . .

El extranjero. Albert Camus. Hay varias ediciones en español.

No hay comentarios:

Publicar un comentario