FIL-Saltillo 2011
¿Qué haríamos sin Sergio Pitol?
Alejandro Beltrán
La labor de los traductores es esencial para que las grandes obras de la literatura lleguen a nuestras manos. ¿Qué sería de nosotros sin Shakespeare, Proust, Dante, Poe, Baudelaire, Tolstoi, Dostoievsky, entre muchos
otros?
El miércoles 14 de septiembre por la noche se presentaron, dentro del programa de la Feria Internacional del Libro
Saltillo 2011, Rodolfo Mendoza y Mónica Nepote para hablarnos de Sergio Pitol como traductor. «Pitol acude a escritores oscuros, extraños», dijo la presentadora,
quien comentó los primeros cinco volúmenes de la colección Sergio Pitol Traductor, editados por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Universidad de Veracruz.
Entre las traducciones de Pitol se incluyen las novelas La vuelta de tuerca, de Henry James (Estados Unidos); Diario de un loco, de Lu Hsun (China); Emma, de Jane Austen (Gran Bretaña); El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad (Polonia-Inglaterra) y el libro de cuentos El ajuste de cuentas, de Tibor Déry (Hungría). Mónica Nepote terminó su presentación agradeciendo a Pitol por acercarla a escritores tan «extraños».
Rodolfo Mendoza, coordinador de la colección, habló sobre cómo Pitol llegó a ser traductor. «Sergio comenzó a traducir por una cuestión sencilla: porque no tenía trabajo», comentó,
y agregó que el traductor no esperaba a que le dijeran qué traducir, él llegaba a las casas editoriales (Anagrama, Tusquets, etcétera) ya con las obras traducidas. Les decía que en uno de sus viajes se había encontrado
un libro maravilloso que no era muy conocido, y les preguntaba si les interesaba.
El presentador concluyó su charla de igual manera que su compañera, agradeciéndole a Pitol por sentarse a traducir y acercarnos, gracias a su trabajo, a grandes autores de otras lenguas.
Como parte de su variada y extraordinaria labor creativa, Sergio
Pitol (Premio Cervantes de Literatura 2005 y Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo 1999), ha traducido alrededor de 40 obras literarias desde la década de 1970, obras que al llegar a nuestras
manos nos conducen por diversos países, culturas y literaturas.
Minutos después, cuando me acerco al libro Corazón de las tinieblas, me pregunto: ¿qué haríamos sin Sergio Pitol?
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