Entrevista a Carlos Manuel Valdés
Patricia Galindo Lozano
Patricia Galindo Lozano
Carlos Manuel Valdés es maestro en Historia; ha publicado varios libros en esta materia entre los que se cuentan Esclavos negros en Saltillo (1989); La gente del mezquite (1995), el cual obtuvo el Premio Nacional Clavijero; el libro de Historia para tercero de primaria (en 1997 la primera edición y en 2000 la quinta, con un tiraje de 325 mil ejemplares), Sociedad y delincuencia en Saltillo en la época colonial (2002) y Ataque a la Misión de Nadadores (2002). Durante siete años dirigió el Archivo Municipal de Saltillo. Actualmente es catedrático de la Escuela de Psicología donde imparte la materia de Psicología existencial. Su relación con los libros es muy completa, pues además de escritor es editor y, por supuesto, un lector voraz.
. . . . . . . . . . . . . . .
Patricia Galindo: ¿Cuándo empezaste a leer?
Carlos Valdés: Empecé a leer a los 10 años, cuando estaba en quinto de primaria. El maestro nos leía en clase El corsario negro de Emilio Salgari. Nos gustaba mucho pero nos parecía que iba muy lento, entonces algunos compañeros y yo comenzamos a comprar libros de Salgari, nos costaban $5.95 y los intercambiábamos entre nosotros. De ahí pasé a Conan Doyle con sus historias de Sherlock Holmes, luego leí a Neruda, Veinte poemas de amor y una canción desesperada.
PG: ¿A esa edad te tocaba la poesía, la entendías?
CV: Tal vez no mucho pero sí me impresionaban sus poemas, sobre todo el 1 y el 20, que hasta me los aprendí de memoria.
PG: ¿Tienes algún libro preferido o los has tenido según la etapa que estabas viviendo?
CV: Bueno, cuando estaba en secundaria leía a los clásicos, me gustaban Balzac, Dostoyevski... de éste estaba prohibida su lectura en el Seminario, así que a sus libros les pegábamos portadas de otros libros como La vida de Santa Teresita de Jesús para que no se dieran cuenta. Todavía tengo por ahí uno con portadas diferentes.
PG: ¿Por qué estaba prohibida su lectura?
CV: Tal vez por la pasión que Dostoyevski imprimía en sus personajes, la rebeldía a la autoridad y a Dios, y el rector del Seminario pensaba que esto nos podría hacer sufrir; los personajes eran muy intensos.
PG: ¿Algún otro libro o autor por el que tengas preferencia?
CV: Releo a Rulfo, a Borges, Camus, Sartre, Kierkegaard. La lectura de los filósofos inspira mi trabajo.
PG: ¿Qué te dan esas lecturas?
CV: De Rulfo disfruto mucho el vocabulario, la sintaxis, el uso y dominio del lenguaje, como en El llano en llamas, “Anacleto Morones”, “Luvina”... Borges, en cambio, es un reto, descubro nuevas cosas cada vez que lo leo, en “Funes el memorioso”, “El Aleph” y otros.
PG: ¿Hay algunos autores que hayan influido en tu vida?
CV: Marx y Freud, en su momento, por haber creado un nuevo modelo teórico; Platón en el aspecto conceptual y de belleza, y algunas partes de la Biblia.
PG: ¿Tienes libros de cabecera?
CV: Antes de dormir me gusta leer poemas de Octavio Paz, Verlaine, Miguel Hernández.
PG: ¿Cuáles serían, a tu juicio, las características de un libro de cabecera?
CV: Primero te divierte, te da placer, y en segundo lugar, algunas visiones concretas sobre temas que te preocupan.
PG: ¿Cuáles son lo géneros que más lees?
CV: Filosofía, historia y literatura. La filosofía me gusta mucho, aunque tengo la obligación de leerla por mi trabajo; y de historia leo principalmente sobre la época colonial.
PG: Hay quienes opinan que en Saltillo, y en Coahuila en general, se lee más sobre historia, ¿tú qué piensas?
CV: Sí, se lee más sobre historia, y literatura, hace tiempo me lo comentó un librero. El volcarnos sobre nuestro pasado es un fenómeno coahuilense, no sólo de Saltillo; en Torreón les interesa mucho, en Múzquiz. Sin embargo, Chiapas está produciendo más que Coahuila, incluso en tzoltzil y tojolobal. Jalisco y Michoacán también están más actualizados, tienen más infraestructura. En Coahuila estamos muy atrasados todavía.
PG: ¿Crees que de todo libro se puede sacar algo bueno?
CV: No. Hay libros malos que no deberían de existir pero que se deben respetar por la libertad de expresión.
PG: ¿Cómo cuáles y por qué los consideras malos?
CV: Porque están mal escritos, con ideas fascistas, racistas, que no deben ser. A mis alumnos les digo que no lean a Luis Pazos, a Carlos Cuauhtémoc Sánchez, a Guadalupe Loaeza, pero es su decisión si lo quieren hacer.
PG: ¿Estás de acuerdo en que se lee poco en nuestros días?
CV: No, yo creo que se lee más, por dos razones: antes había gente que leía mucho pero eran pocos los que tenían acceso a los libros y ahora la gente tiene inquietudes científicas, literarias, trata de informarse, está entendiendo al mundo, aunque es un proceso que va lento. Los mexicanos vamos nueve libros atrás que los uruguayos, lo cual es una vergüenza, porque es un país muy pobre. Tuve una alumna de 61 años que me comentó que conmigo había leído su primer libro en toda su vida. En México se leen pasquines: el libro vaquero, la novela semanal, eróticos, etcétera. México tiene el primer lugar mundial en lectura de monitos y segundo en consumo de refrescos. Pero en 10 o 20 años México va a cambiar.
PG: ¿Qué aconsejarías hacer para incrementar el nivel de lectura en el país?
CV: Existe un programa en una escuela de aquí, en primero de secundaria, en el que se premia al niño lector del mes. El alumno tiene que platicar qué leyó, de qué se trata y escribir algo sobre el tema. Por ejemplo, se lee "El gigante egoísta" de Óscar Wilde, luego lo escriben, con ciertas variaciones en las que incluyen aspectos personales, etcétera, pero aprenden a sintetizar la información y a desarrollar su capacidad de escribir. Yo creo que esto ayuda mucho. Para algunos niños es un gran logro ser el lector del mes, más que tener el primer lugar en futbol o cualquier deporte, incluso hay niños que leen más libros que sus propios maestros.
[Lecturas 1. Mayo-agosto de 2003]
No hay comentarios:
Publicar un comentario