Persona non grata
de Jorge Edwards
Jesús Guerra
Así como la lectura de Las
cartas del Boom (Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez,
Mario Vargas Llosa) me condujo a la novela Los genios (Jaime Bayly), ésta
me llevó al libro testimonial Persona non grata, de Jorge Edwards. De
hecho, el libro de Edwards se menciona también en Las cartas del Boom,
pues fue un libro muy importante en el momento de su publicación (1973), el
cual volvió a mostrar la división política existente sobre la Revolución cubana
no sólo entre los escritores del Boom, sino entre los intelectuales de
izquierda occidentales, división que se hizo evidente dos años antes debido al
famoso Caso Padilla, en 1971.
Para quienes no recuerden o no
sepan de qué trata todo esto, resumo, muy brevemente, el caso de 1971. Heberto
Padilla fue un poeta y novelista cubano (Cuba, 20 de enero de 1932-Estados
Unidos, 25 de septiembre de 2000) que fue arrestado el 20 de marzo de 1971 por
el gobierno de Fidel Castro, acusado de contrarrevolucionario, por un libro de
poemas que el mismo gobierno le había premiado; 37 días después, fue puesto en
libertad, pero para esto Padilla tuvo que hacer una “autocrítica” pública, en
un evento de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en la que
básicamente admitía que había sido todo lo que el gobierno había dicho de él.
Después de su arresto, varios intelectuales europeos y Mario Vargas Llosa
redactaron una carta dirigida a Fidel Castro en la que le pedían la liberación
de Padilla, y declaraban su preocupación por la tendencia represiva que estaba
mostrando la Revolución cubana. La carta fue firmada por muchos intelectuales
de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Pero algunos luego se arrepintieron,
como Julio Cortázar, quien en entrevistas y artículos posteriores dijo seguir
apoyando a la Cuba de Castro. El caso de García Márquez fue peor, porque a él
no lo localizaron, ya que estaba de viaje, para pedirle permiso para apuntar su
nombre entre los firmantes, pero su gran amigo Plinio Apuleyo dijo que él
pensaba que García Márquez la firmaría. Y cuando el autor de Cien años de
soledad se enteró por la prensa de que él aparecía como firmante de esa
carta pública hizo el coraje de su vida, y en cuanto pudo declaró que él no
estaba de acuerdo con el contenido del texto, y siguió siendo amigo de Fidel
Castro hasta su muerte.
Y cuando todo el mundo se
enteró de la autocrítica de Heberto Padilla, la controversia se renovó, porque
era evidente que el escritor la había hecho bajo amenazas o tortura. Era la
puesta en práctica en Cuba del mismo mecanismo de los juicios de Moscú, bajo el
gobierno de Stalin. (Por cierto, hay un muy interesante documental de 2022,
dirigido por Pavel Giroud, El caso Padilla, que se puede rentar o
comprar en varias plataformas de streaming. en el que podemos ver, entre
otras cosas, varios fragmentos de la confesión o “autocrítica” de Padilla.)
Alrededor de 100 días antes
del arresto de Padilla, llegó a Cuba, no todavía como embajador sino como
Encargado de Negocios de Chile en Cuba (pues estaban apenas reestableciendo
relaciones ambos países luego de que Salvador Allende asumiera la presidencia
de Chile, a principios de noviembre de 1970), el diplomático y escritor Jorge
Edwards. Su encargo era provisional, y duró en La Habana sólo tres meses y
medio, del 7 de diciembre de 1970 al 22 de marzo de 1971. Como se puede ver por
las fechas, a Padilla lo arrestaron sólo dos días antes de que Edwards saliera
de Cuba, con destino a la Embajada de Chile en Francia, donde el embajador era
el poeta Pablo Neruda.
Persona non grata,
escrito en París, es la crónica de esos tres meses que Edwards pasó como
diplomático en Cuba. El libro está lleno de anécdotas que no tienen desperdicio
y nos brinda retratos de una serie de funcionarios del gobierno de la
Revolución que son muy reveladores. Edwards se enteró al llegar, por medio de
diplomáticos de otros países, que todas las embajadas estaban llenas de
micrófonos pues el gobierno cubano los espiaba a todos. Este tipo de experiencias
dieron pie a unas interesantísimas reflexiones de Edwards, algunas anotadas
mientras aún se encontraba en Cuba, otras desarrolladas mientras redactaba el
libro en París, entre otras cosas sobre lo que él y otras personas pensaban que
debería de ser el rumbo que tomara el gobierno socialista chileno, y lo que no
querían que sucediera en Chile, es decir, que el socialismo chileno tomara el
ejemplo de la Revolución cubana y se convirtiera en un estado policial y
represivo incapaz de dialogar con sus críticos.
Jorge Edwards había estado
antes en Cuba, en su papel de escritor, y había hecho amigos entre los narradores
y poetas de ese país. Al llegar como diplomático, frecuentó a esos escritores
cubanos, entre los que estaba Heberto Padilla. Luego se enteró de que la
seguridad cubana lo vigilaba de cerca, por su papel como diplomático, pero
también por su amistad con ese grupo de escritores cubanos que también eran
vigilados por ser considerados disidentes. El libro, como apunté más arriba,
hizo resurgir las polémicas sobre Cuba, y curiosamente fue atacado tanto por la
izquierda como por la derecha. De hecho, el libro fue censurado en Cuba y en
Chile durante el gobierno de Pinochet.
Por su tema, Persona non
grata conduce, obviamente, a la lectura de otros muchos libros, entre ellos
dos muy recomendables, publicados posteriormente, de Guillermo Cabrera Infante:
Cuerpos divinos y Mapa dibujado por un espía (ligas a mis reseñas
al final del texto).
Edwards renunció a su puesto
en la Embajada de Chile en Francia cuando Pinochet dio el golpe de Estado en
septiembre de 1973. Volvió a la diplomacia años después. De diciembre de 2010 a
julio de 2014 fue embajador de Chile en Francia. Como se ha hecho notar, entre
otros por parte de Vargas Llosa, Edwards no era un diplomático que escribía,
sino un escritor que se ganaba la vida en el servicio exterior de su país.
Jorge Edwards (Santiago, 29
de junio de 1931-Madrid, 17 de marzo de 2023) escribió novelas, cuentos,
ensayos, textos periodísticos, testimonios y memorias.
Novelas:
* El peso de la noche
(1965)
* Los convidados de
piedra (1978)
* El museo de cera
(1981)
* La mujer imaginaria
(1985)
* El anfitrión (1987)
* El origen del mundo
(1996)
* El sueño de la historia
(2000)
* El inútil de la familia
(2004)
* La casa de Dostoievsky
(2008)
* La muerte de Montaigne
(2011)
* El descubrimiento de la
pintura (2013)
* La última hermana
(2016)
* Oh, maligna (2019)
Libros de cuentos:
* El patio (1952)
* Gente de la ciudad
(1961)
* Las máscaras (1967)
* Fantasmas de carne y
hueso (1992)
* La inmortalidad de los
relojes y otros cuentos (2015)
Obra periodística
* El whisky de los poetas
(1997)
* Diálogos en un tejado:
crónicas y semblanzas (2003)
* Prosas infiltradas,
columnas y ensayos (2017)
Testimonios y ensayos:
* Persona non grata (1973)
* Desde la cola del
dragón (1977)
* Adiós poeta: Pablo
Neruda y su tiempo (1990)
* Machado de Assis (2002)
* La otra casa: ensayos
sobre escritores chilenos (2006)
Memorias:
* Los círculos morados (2012)
* Esclavos de la consigna
(2018)
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Persona non grata. Jorge Edwards. Debolsillo, colección
Contemporánea, 418 págs.
Hay también una edición (que
no conozco) publicada por Cátedra, colección Letras Hispánicas, editada y
anotada por Ángel Esteban y Yannelys Aparicio. Por lo menos de la edición de
Debolsillo hay libro electrónico.
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Te puede interesar:
* Los genios (de Jaime
Bayley)
* Cuerpos divinos (de
Guillermo Cabrera Infante)
* Mapa dibujado por un espía
(de Guillermo Cabrera Infante)