Agua por todas partes
Leonardo Padura
Jesús Guerra
Agua por todas partes es un libro de ensayos del
escritor cubano Leonardo Padura, autor de las conocidas y, algunas de ellas,
premiadas novelas policiacas de Mario Conde. El libro está dividido en tres
partes: la primera se llama «La maldita circunstancia del agua por todas
partes», tomado de un verso del poeta y dramaturgo Virgilio Piñeira; la segunda
lleva por título «¿Para qué se escribe una novela?», y la tercera: «Vocación y
posibilidad». El volumen está precedido por un texto introductorio titulado:
«Desproporción, singularidad y escritura», y cada una de las tres partes
contiene su propio texto introductorio, sin título.
La primera parte contiene siete ensayos:
«La ciudad y el escritor», «El reguetón de La Habana», «La maldita
circunstancia del agua por todas partes», «La generación que soñó con el
futuro», «Soñar en cubano: crónica en nueve innings», «Fotos de Cuba» y
«Yo quisiera ser Paul Auster».
La segunda parte está formada por cinco
ensayos: «El soplo divino: crear un personaje», «La novela que no se escribió.
Apostillas a El hombre que amaba a los perros», «La libertad como
herejía», «La novela de su vida. José María Heredia o la elección de la patria»
y «¿Para qué se escribe una novela?»
Y la tercera parte tiene cuatro ensayos:
«Cuba y la literatura: vocación y posibilidad», «Revolución, utopía y libertad
en El siglo de las luces», «Virgilio Piñeira: historia de una salación»
y, finalmente, «La Habana nuestra de cada día».
Los ensayos incluidos fueron escritos,
según las fechas que aparecen al final de cada texto, entre 2001 y 2018
—algunos de ellos fueron escritos en 2013 y reescritos o retocados en 2018—
pero no aparecen en el libro en orden cronológico sino temático; así, la primera
parte trata sobre Cuba y el significado de la cubanía, el sentido de
pertenencia y la insularidad. La segunda trata sobre la literatura del autor, y
la tercera sobre la literatura de otros autores cubanos.
En la primera parte, «La maldita
circunstancia del agua por todas partes», el autor se «queja», digámoslo así,
aunque evidentemente entiende el motivo, de que cada vez que lo entrevistan
periodistas extranjeros le preguntan por qué decidió quedarse a vivir en Cuba
(teniendo en cuenta que tiene, también, la ciudadanía española y que es un
autor conocido, que publica en diversos países, y está traducido a múltiples
lenguas). Su respuesta final se encuentra en estos ensayos y básicamente es la
misma que la que da su personaje de la cinta Regreso a Ítaca (Laurent
Cantet, 2014, con guion de Padura), quiere vivir en Cuba porque es su país,
claro que la respuesta de Padura es más compleja pues, como escritor, escribe
en cubano, escribe sobre Cuba y sus personajes son cubanos y necesita nutrirse,
vivir esa realidad. Vive en Cuba porque es cubano. Y, para esto, nos explica lo
que para él es el sentido de pertenencia, y cómo, otros escritores que salieron
de su país en realidad nunca lo hicieron, como, entre muchos otros, Guillermo
Cabrera Infante y Reynaldo Arenas, pues toda la narrativa que escribieron en el
exilio se desarrolla en Cuba.
Pero en esta sección también escribe
sobre lo que significa para él, lo que ha significado para otros escritores
cubanos y lo que, hasta donde entiende, significa para cualquier cubano el
hecho de vivir en una isla, es decir, rodeado de agua por todas partes. Nos
habla de la música cubana, del dominio actual del reguetón, de beisbol —hasta
hace relativamente poco «el deporte nacional»— y su paulatina desaparición ante
el futbol, nos habla del peso de la Historia (con mayúscula) en la vida
cotidiana de los habitantes de la isla y de cómo su generación, la de los
nacidos a mediados de los años 50, ha sido, quizá, la gran perdedora en las
seis décadas de la implantación del socialismo en Cuba. Padura escribe, por
supuesto, de La Habana, de su Habana, de los años 60 para acá, y en particular
de su barrio, Mantilla, en donde nació y ha vivido toda su vida, y de lo que
para él significa escribir sobre esa ciudad y sus habitantes. Y escribe sobre
el verbo fundamental para el día a día de los habitantes de Cuba: resolver
(equivalente, más o menos a «inventar cómo sobrevivir hoy», o esta semana, o
este mes), aunque, al mismo tiempo y sin que nadie pueda explicarlo del todo,
nadie se muere de hambre en Cuba.
En la segunda parte, «¿Para qué se
escribe una novela?», el autor explica cómo creó a su personaje más conocido:
Mario Conde, que interviene en nueve de sus libros (15 de ellos son los más
fáciles de conseguir pues se encuentran publicados por Tusquets Editores).
Escribe sobre las circunstancias que lo llevaron a escribir «El hombre que
amaba a los perros», la novela sobre el asesino de Trotsky, un ensayo de casi
50 páginas que es casi la novela que está detrás de la novela, y lo mismo hace
con respecto a su novela «Herejes»; en el cuarto ensayo de esta sección escribe
sobre el poeta José María Heredia, personaje central de su libro «La novela de
mi vida», y el quinto ensayo, importantísimo, trata sobre una pregunta
fundamental para un escritor, y para muchos lectores: «Para qué se escribe una
novela».
En la tercera sección, Padura escribe
sobre lo que significa ser un escritor en Cuba, con los vaivenes de las
políticas culturales y cómo les fue a figuras esenciales de la literatura
cubana en los períodos más duros; sigue un ensayo sobre la novela de Carpentier
«El siglo de las luces»; luego nos cuenta la vida trágica del poeta, dramaturgo
y narrador Virgilio Piñeira, y termina el libro con una panorámica de la
novelística cubana a través de su historia, más bien centrada en las últimas
décadas.
El libro, interesantísimo, está escrito
con mucha claridad, y es muy orgánico, pues de alguna manera todos o casi todos
los temas tratados tienen que ver con los demás, de ahí que algunos elementos
que son tratados con rapidez en unos ensayos, en otros son desarrollados más
extensamente. Al terminar de leerlo dan ganas de guardarlo cerca, a la vista,
para poder releer pronto por lo menos algunos de los ensayos. La selección y la
edición de los textos están acreditadas a su esposa, Lucía López Coll. Sin duda
alguna es un libro muy recomendable para cualquier lector interesado en estos
temas, fundamental para narradores, e imprescindible para los lectores de las novelas
del autor.
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Agua por todas partes. Leonardo Padura. Selección y
edición de Lucía López Coll. Tusquets Editores, colección Andanzas (1a. ed. en
España, febrero de 2019; 1a. ed. en México, agosto de 2019). 361 págs.
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